Ella era la novia ideal: hermosa, delicada, detallista, con excelentes calificaciones, líder del grupo de porristas, popular y deseada por todos los chicos de su escuela. Solo tenía un defecto: se había enamorado de la persona equivocada.
Él era el...
La alarma sonó, 7:00 am. Cómo siempre en la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos amanecía soleado y con un esplendor que alegraba a cualquiera, el alba se asomo por su ventana, era lunes, y mucho deberes. Sofia se puso de pie y entro a darse una ducha bien fría, para quitarse el olor a cigarrillo de ayer en la fiesta y para olvidar su pelea con Vinnie, una de las tantas en 1 año de relación. El agua fría caía sobre su hermosa y delicada piel, perfumó su cuerpo como siempre lo hacía, se colocó la toalla y se dispuso a ordenar las materias que tendría en el día, registro su agenda, hoy lunes práctica de porristas, guardo su uniforme en la mochila junto con sus carpetas y libros, luego se puso esto:
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Se echó un poco de perfume y bajo a desayunar.
Silvina la observó apoyarse en la mesa de la cocina algo triste, era su madre, sabía que algo le ocurría a su princesa. De inmediato le colocó sus waffles con frutilla y un poco de miel, para acompañarlo con un café tibio, ella le sonrió levemente.
—Buenos días —Dijo Sofia— Se ve muy rico pero... no tengo hambre.
—Buenos para mí —Respondió Silvina— Para ti no tanto ¿verdad?
—Sofia soltó un gran suspiro— Estoy bien mamá.
—¿Qué no te he enseñado que no debes mentirle a tu madre? —Dijo enojada, para darle un beso en la frente mientras acariciaba su corto y sedoso cabello liso— ¿Qué paso con Vinnie? Anoche los ví discutir.
—¿Me estabas espiado?
—No, te estaba esperando, y vi por mi ventana que discutían en su auto... además dijimos que llegarías a las 2 de la mañana porque tenías escuela y regresaste a las 4, creo que alguien no miro el reloj —Dijo Silvina
—Lo siento —Dijo avergonzada mientras miraba su plato de waffles
—Lo siento yo... por ti hija —Dijo acariciando su mano— Odio a ese tipo —Dijo enrabiada— Lo único que hace es ser un perfecto imbécil contigo
—Mamá, por favor, yo sé que te cae mal
—¿Mal? No lo soporto... ese niñito saca lo peor de mi y tú deberías dejarlo de una buena vez —Dijo su madre
—Mamá Vinnie no es malo, es solo un poco impulsivo y... —Trató de defenderlo pero su madre la fulminó con la mirada y mejor callo.
—Termina ese desayuno que tienes que ir a la escuela
—¿Me podrías llevar? Verás...
—¿Acaso el patán de Vinnie no vendrá por ti como siempre?
—Hemos peleado mamá, dudo que venga a buscarme —Dijo desanimada
—Bien —Dijo su madre dándole un suave beso en la mejilla— Ve por tus cosas
Sofia agarro su bolso y se lo coloco en el hombro, saco su teléfono en su mano y su libro de anatomía mientras salía de su casa. Su madre agarro las llaves, su bolso y ambas salieron de casa. Al salir se encontraron con la ferrari de Vinnie frente a la casa, el apoyado fuera del auto con sus lentes negros y chaqueta negra que hacia suspirar a más de una.
—Creo que ya vinieron por ti —Dijo Silvina
Sofia se sorprendió en ese instante, después de la pelea que tuvieron anoche pensó que no vendría por ella, se acercó tímidamente, en el recorrió de pies a cabeza.
—Vinnie... pensé que no vendrías —Dijo Sofia
—¿Qué no te han enseñado primero a saludar? —Dijo Vinnie, ella asintió y se acercó para darle un beso corto en los labios— Subí —Le ordenó
—Emm... Vinnie, mi madre me llevará a la escuela —Dijo mirando a Silvina subir a su auto
—¿Acaso te pregunté?
—N-no...
—Entonces subí —Sofia suspiro resignada
—Dame un minuto
Ella camino hacia su madre, puso su cara de lo siento, Silvina asintió.
—Te quiero mamá
—Yo iré por ti cuando termines la práctica, no me importa si ese cretino te quiere traer a casa, soy tu madre —Me dijo firme, yo asentí
—Te veo más tarde —Le dió un beso y se acercó al auto de Vinnie, ambos subieron y esté arrancó.
Paso un buen rato en silencio, hasta que ella decidió hablar.
—Yo creí que me odiabas por lo de ayer...
—No me hagas recordar esa mierda Sofia, tengo dolor de cabeza
—¿Estuviste tomando?
—¡Y a ti que mierda te importa! —Explotó
—Ok, pensé que estabas enojado conmigo —Dijo la joven
—Claro que lo estoy... y mucho —Dijo estacionándose fuera de la escuela— Pero hoy empieza el nuevo semestre y no pueden ver qué la líder de porristas y el capitán del equipo de fútbol están peleados
*Genial, era pura pantalla, le interesa más lo que piense la gente* —Pensó Sofia
—Baja del auto —Ella bajo y él igual
Las miradas de sus compañeros en el estacionamiento se desviaron a la pareja más popular y "feliz" de la universidad. Él la agarro de la mano y entraron como si nada hubiera pasado, caminaron por los pasillos, el sonreía y saludaba a todos presumiendo su trofeo: Sofia Lindemann.
La acompaño hacia su casillero, ella lo abrió y guardo algunos libros para después retirar otros.
—¿Vamos? —Preguntó Sofia
—¿A dónde? —Sonó el timbre
A clases Vinnie —Él frunció el ceño
—No, yo paso... iré con Michael al campus *A beber o tirarse a tipas fáciles* —Pensó Sofia— ¿Vienés? —Le preguntó, ella negó con la cabeza
—Tengo clases de anatomía y más tarde tengo la práctica de porristas
—Ya veo... diviértete —Dijo dándose media vuelta para irse, ella lo tomo del brazo para girarlo y verlo a los ojos, sus hermosos ojos color miel que derretía todo su cuerpo en cuestión de minutos, moría por esos ojos.
—¿Vendrás a verme a la práctica? —Preguntó ella inocentemente
—Ya voy a ver —Dijo dándose la vuelta para irse como siempre
