Doble

Capítulo 6

Había llegado la noche, Bulma estaba alistandose en su casa. Estaba algo nerviosa, tendría una cena con su jefe y no tenía ni idea de por qué.

Se miró por última vez en el espejo, sabía que era bonita, pero aquel día, se sentía el doble de bonita.

Su cabello largo era una de las cosas que más le gustaba, su tono azulado natural, estaba levemente maquillada, seguro Vegeta le diría que se veía bonita.

Escuchó el auto del hombre detenerse al frente de su casa y luego tocaron la puerta, era él sin duda. Con todos los nervios del mundo abrió la puerta y sonrió mostrando sus dientes

—Wow...nunca te había visto sin la ropa de trabajo, estás preciosa— halagó él haciendo que ella tuviera un notorio sonrojo —¿Nos vamos?— ella sólo asintió.

Ambos caminaron hasta el lujoso auto, como casi siempre, Vegeta le abría la puerta y luego él subía al asiento del conductor.

Empezaron a avanzar mientras conversaban de temas irrelevantes, cuando llegaron al restaurante, era algo casual. Nada realmente lujoso pero muy bonito, tenía una serie de luces en el techo y las mesas de madera fina lo hacían lucir el doble de bien.

Se bajaron y los recibieron en una mesa donde había un balcón, estaba en el exterior. Así que eso lo hacía doblemente increíble.

Él le ayudó a sentarse y luego se sentó, el mesero les dio la carta.

—Puedes pedir lo que quieras, Bulma. Con toda confianza—

—Claro, muchas gracias— sonrió

Después de pedir la comida se hizo un raro silencio, Bulma sólo observaba hacia la calle, las luces, los autos, los edificios, amaba vivir en NY.

—Tienes muy bonito perfil— soltó el otro y ella volteó.

—Tú también lo tienes, me gusta muchísimo tu nariz— dijo ella casi por reflejo.

—Nunca me habían halagado eso— comentó en tono divertido.

—Tienes más cosas lindas aparte de tus abdominales, Vegeta— se permitió bromear.

—Tú también, me gustan mucho tus ojos, tu cabello de ese color peculiar, tus labios rosados, tu cuello y tus delgadas cejas— Bulma se sonrojó furiosamente y se rió.

—Gracias...—

La comida llegó y ambos comieron hablando de cosas del otro, se estaban conociendo. Vegeta tenía una extraña sensación de paz, nunca había sentido eso. Así que cuando terminaron de comer pidió una botella de tequila para beber.

—Bulma ¿Sabes por qué te cité?— preguntó.

—No...no lo sé—

Ambos empezaron a beber y él sacó un cigarrillo y lo encendió, lo notaba algo nervioso.

—Me gustas, Bulma. Me gustas más de lo que imaginaba, toda tú es una adicción para mí. Eres como mi marca especial de heroína y no puedo estar ni un momento más sin ti, quiero estar contigo— se sinceró y ella se quedó sorprendida.

—También me gustas, Vegeta— admitió y eso hizo saltar el corazón del peliflama.

—Pero necesito ser totalmente sincero contigo ¿Sí?— ella asintió algo confundida —Yo...soy alguien bastante peculiar y bueno ¿Sabes lo que es la multiple personalidad?—

—Por eso pareces tan diferente cada que...bueno...— se quedó callada.

—Estar conmigo no es normal, a veces soy uno y a veces otro. Pero lo que quiero que sepas es que ambas partes de mí te adoran, una a su modo, pero esta que es la que predomina en mí, te quiere de buena forma, con sinceridad, pero entenderé sino quieres esta vida—

Bulma procesó todo lo que estaba escuchando, se inclinó un poco y le quitó el cigarrillo de los labios a Vegeta. Lo puso en sus dedos y fumó con clase, le dio un trago a su bebida y sonrió.

—Pues ya conozco tus dos facetas— respondió con simpleza.

—¿Me dejarías ser tu novio?— como un pequeño cachorro pidió.

—Pero claro que sí— se inclinó nuevamente y le besó los labios.

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Habían terminado en casa de Vegeta, estaban ambos besándose de forma apasionada, pero sin perder la dulzura.

Él estaba recostado encima de ella y y la acariciaba como si de un cristal frágil se tratara.

Bulma se sentía extasiada, tenía al hombre más tierno del mundo tocandola, era extraño, pues días antes había tenido una noche salvaje.

Pero este Vegeta estaba siendo cuidadoso, un caballero.

Cuando ambos terminaron desnudos, Vegeta se tomó el tiempo de observarla y pasar la yema de sus dedos con delicadeza.

—Eres hermosa—

Y después le dio pequeños besos por todos lados, con suma dedicación. Cuando llegó el momento de la penetración, lo hizo despacio, lento.

No estaban teniendo sexo, claro que no.

Vegeta le había hecho el amor justo ahí.

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¡Hola!
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Vegeidiota
Vegebebé

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Chao!

Así es, no les público más seguido porque no se lo merecen, no me comentan 😔😔😔😔👍 estado:triste.