Para su mala suerte, Vegeta no le respondió, así que colgó y se quedó pensando un momento con esa sensación entre las piernas.
Se cambió de ropa a algo casual y se maquilló levemente, salió de la habitación y Gokú estaba parado a fuera.
—Mierda, me asustaste ¿Qué quieres?— le dijo en un tono extraño.
—¿Bulma? ¿Te sientes bien?— él se notaba confundido, parecía que la Bulma que estaba allí parada no era la que conocía.
—Sí lo estoy ¿Qué quieres?— volvió a preguntar.
—Yo quería disculparme contigo— sonrió y se rascó la cabeza de forma particular.
—Disculpa aceptada, ahora muévete— lo apartó y siguió su camino.
—¿A dónde vas?—
—A follar con Vegeta— y salió de la casa dejando a Gokú muy confundido.
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Se subió a su auto y comenzó a conducir a la casa de Vegeta, cuando llegó se estacionó y bajó del auto para sacar las llaves de su pantalón.
Abrió la puerta en silencio y no escuchó ningún ruido, buscó en toda la casa y se dio cuenta que Vegeta no estaba. Así que fue a la habitación y buscó en el armario, su ropa seguía allí.
Encontró un conjunto de lencería y sonrió de forma maliciosa, decidió ponérselo y esperar a que Vegeta llegase.
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Vegeta salió de la empresa junto a Lazuli, debía darle unos papeles que le pidió su hermana y la rubia se los daría.
Mientras iban en el auto la observó...
... era una mujer bastante bonita que extrañamente no demostraba ningún tipo de interés hacia él, le hablaba de forma normal y despreocupada.
Quizás era por la simple razón de que ella era amiga de Bulma y no debía hacerle eso a una amiga...
—¿Sabes algo de Bulma?— se atrevió a preguntar.
—Sí, pero no se lo diré— contestó
—¿Qué? ¿Por qué no?— se sintió extraño ante su respuesta.
—Porque ella me lo pidió, señor—
Vegeta decidió no decir nada más sobre el tema y siguieron en silencio, cuando llegaron a la casa abrió la puerta y la hizo sentarse en el sofá.
—Están en el cuarto, espera aquí— le dijo.
Caminó hacia la habitación, cuando abrió la puerta encontró a Bulma parada frente al espejo en una lencería color azul marino.
Se quedó paralizado, sus sentidos despertaron pero se metió rápidamente a la habitación y cerró la puerta.
—Bulma ¿Qué haces aquí?— le preguntó.
Ella se giró sobre su propio eje y se acercó a él para robarle un beso apasionado, puso sus pequeñas mano al rededor del cuello de su compañero y Vegeta casi por instinto la tomó de la cintura.
—Espera...Lazuli está a fuera— se separó del beso pero no de ella.
—¿Y qué hace aquí?— su tono era algo celoso.
—Vino a recoger unos papeles, se los dará a mi hermana. Esos de allí— le señaló el buró.
—Pues apresurate—
Vegeta tomó los papeles y salió de la habitación, se los entregó a Lazuli rápidamente.
—¿Sucede algo, señor?— lo observó detenidamente —Se ve...acalorado—
—Sí, me siento algo mal. Ten, no podré llevarte— le entregó dinero —Vete en taxi y quédate el cambio—
La tomó de los hombros y la hizo caminar forzadamente hacia la puerta principal y casi a empujones la sacó de la casa.
Cuando se giró vio a Bulma sentada en la mesa del comedor con sus piernas cruzadas y una sonrisa en su bonito rostro.
—Pero que descortés fuiste— le reprochó entre risas.
Vegeta no respondió, sólo se acercó a ella, se acomodó entre sus largas piernas y la sujetó por el trasero para besarla.
Ambos se besaron con necesidad, Vegeta pasaba sus manos por todo el cuerpo de ella, la extrañaba bastante. Todo su cuerpo tembló cuando las manos de Bulma se posaron en el cinturón de Vegeta para empezar a desabrocharlo.
Era un pequeño juego pasional, ella lo desvestía con lentitud y él la tocaba con esa misma lentitud, haciendo el momento mucho más tortuoso.
Después de unos cuantos besos y caricias, ambos habían terminado en la habitación completamente desnudos.
Vegeta la embestía con pasión, la tenía sujeta de las manos y ella no podía hacer más que retorcerse de placer, cuando llegaron a su segundo orgasmo decidieron tomar un descanso.
Estaban acostados en la cama con algo de tranquilidad, Vegeta hacia figuras imaginarias en el abdomen de Bulma, ella se relajaba con cada toque.
—Regresa conmigo— dijo él.
—Me mandaste a matar— soltó ella en una risa.
—Tú no eres mi Bulma ¿Cierto?— se levantó un poco para mirarla a la cara.
—No exactamente...— ella se levantó y se sentó a horcajadas sobre él.
—¿Y tú quién eres?— la tomó por la cintura.
—Mejor dime ¿Dónde está el otro Vegeta? Ese lo hace mucho mejor— dijo con arrogancia.
Vegeta no dijo nada, giró la vista algo incómodo por eso, se sentía incluso vulnerable, no entendía qué clase de mujer estaba sobre él.
"Eres un perdedor, muévete" escuchó en su cabeza.
Y aquella personalidad arrogante y odiosa salió a flote después de haber estado bastantes días retenido.
Le dio la vuelta a la chica y la puso sobre la cama y el arriba.
—¿Te he dicho que eres jodidamente sexy?— la besó en el cuello con desespero.
—¿Te he dicho que me pones muchísimo?— enredo sus piernas en él y sus sexos se rozaron.
Vegeta con desespero se introdujo nuevamente en ella y la apretó con fuerza de la cintura dejando marcados sus dedos en ella.
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Hola! Hasta aquí el cap de hoy.
Espero que lo estén disfrutando tanto como yo.
Voten y comenten que me hacen muy feliz y me inspiran a seguir ♡
Tomen agua, coman sano y hagan ejercicio ♡
Chao!
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Doble
FanfictionA veces siento que es uno y a veces otro...pero simplemente no quiere decírmelo.