Capítulo 21

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El día del juicio había llegado, todos se encontraban en el juzgado donde se realizaría aquella audiencia.

Bulma estaba algo nerviosa, Vegeta no la había llamado ni le había escrito, eso la tenía algo inquieta y preocupada, pero supuso que era mejor así.

Vegeta llegó justo a tiempo al lado de Lapis, ambos se sentaron y Vegeta dedicó una mirada rápida y una sonrisa hacia la peli-azul que se encontraba al lado de Raditz.

Después de un tiempo, hablando y haciendo lo que se debe hacer en un juicio hasta que se llegó a la parte importante del asunto.

—Bien, señorita Briefs ¿Usted solicitó la orden de alejamiento?— preguntó el juez.

—No su señoría. Fue mi padre quién lo solicitó— dijo ella.

—¿Y eso fue por qué?—

—Si me permite, su señoría. El joven Ouji casi logra atentar contra la vida de mi clienta, fue un acto de un padre preocupado— dijo Raditz evitando que Bulma hablara y ella bufó.

—Te lo dije— le susurró Lapis a Vegeta y este sonrió.

—Bien, joven Ouji ¿Cómo se declara ante esto?— ahora le preguntó a Vegeta.

—Inocente, su señoría. No tuve nada que ver con ese incidente— se defendió.

—¡Objeción su señoría!— gritó Raditz

—Hable, abogado—

—Hay pruebas de eso, las cámaras de la Corporación Capsula son de alta tecnología, así que está grabada la imagen y sonido— sonrió.

—Pongan la cita evidencia—

La pusieron y en el vídeo se mostró lo que había sucedido aquel día, se mostraba Bulma indefensa y huyendo. Después se escuchó lo que dijo ese hombre gigante y que era lo que marcaba a Vegeta como culpable.

—Interesante...— dijo el juez.

—¡Objeción!— habló Lapis finalmente.

—Hable—

—Tengo un testigo, que demuestra que mi cliente no es culpable y esa orden de alejamiento es injustificada—

Toda la audiencia de quedó en silencio mirándose unos a otros, estaban el padre de Vegeta, el de Bulma, Gokú, Milk, Lazuli y uno que otro chismoso.

—Pues bien, haga pasar al testigo para interrogarlo—

—Claro, señorita Ouji— dijo Lapis

Milk se levantó de su asiento haciendo temblar a su padre quien le dedicó una mirada de súplica, era un maldito. La chica logró captar la atención de Gokú quien sonrió al verla.

Ella se dirigió al estrado e hizo el juramento.

Las preguntas comenzaron, saltando todo lo irrelevante, la interrogaron sobre la relación de esos dos y cómo los veía ella. Hasta que llegó la pregunta más importante.

—Bien, según entiendo usted el día del incidente de la señorita Briefs, estaba en casa de su padre ¿No?— preguntó Lapis.

—Así es—

—Después de eso ¿Qué pasó?—

—Bueno, llegó mi hermano muy molesto y amenazó a mi padre, casi lo golpea de hecho— confesó

—¿Por qué?—

—¡Objeción su señoría!— habló Raditz.

—Denegado, continúe—

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