Vegeta estaba vistiéndose, se puso un pantalón de mezclilla, una playera negra y unos tenis. Sentía la necesidad de ir cómodo, o quizás tenía un mal presentimiento.
Desde que Bulma había desaparecido, Vegeta no había vuelto a ser ese chico agradable con casi todo el mundo, el Vegeta arrogante se había mantenido hasta el momento.
Se puso una sudadera color azul marino, saldría a tomar un café y seguir la búsqueda de su novia.
Antes de que cruzara la puerta, su celular sonó, iba a ignorar la llamada pero no podía darse ese lujo. Contestó después de unos segundos.
—¿Diga?—
—Vegeta...soy Gokú—
—¿Kakarotto? Espero que sea importante o deja de joder— contestó fríamente.
—Yo estoy con Bulma— susurró.
—Hijo de burro leproso ¿¡Dónde está mi mujer!?— su tono ahora era agresivo.
—Calma, te diré todo, lo prometo. Pero necesito que pongas a salvo a tu hermana...y hagas todo lo que yo te diga para que saquemos a Bulma de aquí—
A Vegeta no le quedó de otra más que aceptar lo que el muchacho le diría.
—Bien..— se resignó.
—Estamos en el hotel estrella, a las afueras de la ciudad. El padre de Bulma es el secuestrador...lo hará para inculparte, pero debes venir solo o ellos lo sabrán. Estamos en el último piso, tendrás que arreglartelas para entra, ah...y trae algo para defenderte—
El peliflama lo dudó un momento, pues era demasiado simple ir y sacarla, pero le llegó un mensaje, era Bulma atada a una silla mirando la televisión.
No lo dudo ni un momento y sacó del cajón debajo de la cama su arma, que no usaba pero nunca se sabe, la puso detrás de él y tomó las llaves de su auto.
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Vegeta llegó al hotel con discreción, entró y le dijo a la recepcionista que le diera la habitación del último piso, pero no lo hizo, le dio la de un piso abajo. El peliflama aceptó de forma normal y tomó la llave de su habitación.
Entró al que sería su cuarto, si Gokú no mentía, Bulma estaba justo arriba de él...así que decidió empezar a tratar de escuchar y ver si algo de los que estaban se iban y dejaban solo a Gokú.
Se dio cuenta que las habitaciones tenían un balcón, podría subir por allí, en la foto que le habían enviado, era muy parecida la habitación a la que él tenía, no sería difícil adivinar que ella estaba justo arriba.
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Raditz estaba en guardia con Bulma junto a Gokú y por el jodido destino, Raditz estaba mirando por la ventana del hotel, reconoció en automático el auto que se estacionó.
—Carajo...¡Jefe!— gritó.
El padre de Bulma entró y Gokú se tensó mucho, la chica no sabía qué sucedía.
—¿Qué mierda quieres?—
—Vegeta está aquí— informó.
—¿Vegeta? ¡VEGETA ESTOY AQUÍ! ¡VEGETA!— gritó Bulma y Gokú la cayó con su mano.
—¿Cómo supo qué estábamos aquí?— dijo Raditz.
—No lo sé...alguien tuvo que decirle ¿No crees?— tanto el viejo como Raditz miraron amenazantes a Gokú.
—No...yo jamás haría algo así— se defendió poniéndose muy pálido y soltando a Bulma.
—¡VEGETA ESTOY AQUÍ!— Raditz le puso una tela en la boca callandola.
—En verdad me caías bien, Gokú. Tan bien como tu padre, lastima que saliste igual de traicionero que él...ni modo a veces no se puede— el viejo sacó un arma de su pantalón y le disparó en la cabeza.
Raditz se quedó quieto pero no hizo nada, Bulma trató de gritar cuando vio aquel acto y sus lágrimas salieron de sus ojos intentando zafarse del amarre que tenía.
—¡Sino te calmas te voy a disparar a ti también!— amenazó el padre y Bulma abrió sus ojos sorprendida —Desata su boca, ahora— Raditz obedeció.
—Papá...no hagas esto...ya basta con esta absurda pelea— suplicó.
—¿Y por qué haría eso?—
—Estoy embarazada...— confesó en llanto.
—No trates de engañarme— la apuntó con el arma.
—Allí, en mi bolso hay una caja de regalo. Está una playera de bebé y la prueba de embarazo— señaló con la vista ahogando sus sollozos.
El hombre mayor se acercó a la bolsa y rebuscó en ella hasta que encontró la dichosa caja, la abrió y estaba lo que ella describió.
—¿Es de Vegeta?— soltó agresivo.
—Sí lo es— confesó Bulma
—Bien— le apuntó al vientre —No es contigo, hija—
Raditz lo detuvo tomándolo del brazo y el disparo voló hacia el techo, Bulma volvió a gritar el nombre de su novio y como pro arte de magia, Vegeta entró rompiendo la puerta de la habitación.
—Hijos de la gran puta— dijo Vegeta.
Raditz soltó a su jefe y le apuntó a Vegeta con el arma que él llevaba al igual que el viejo, Vegeta sacó la suya y le apuntó a ambos.
—Trío de idiotas, peleen como verdaderos hombres— gritó Bulma logrando tocar el ego de Raditz.
—Te mataré con mis manos— dijo el de cabellos largos.
El viejo rodó los ojos y se hizo para atrás. Los dos jóvenes empezaron a pelear a golpes, Bulma sabía perfectamente que en una pelea de cuerpo a cuerpo, Vegeta ganaría.
Y así fue, Raditz terminó en el suelo inconsciente por un golpe que le había dado Vegeta.
—Ya me cansé de esto— dijo el viejo y le disparó a Vegeta y lo hizo caer al suelo.
—¡VEGETA!— gritó Bulma.
Su padre la desató de la silla y la tomó del cabello, pero ella estaba tan molesta que la rabia la cegó y logró zafarse del agarre de su padre, le quitó el arma de las manos. Le dio un golpe en la cara y este cayó al suelo.
—Hija, mírame...cálmate— suplicó.
—Te veré en el infierno, hijo de puta—
Y le vació la pistola en todo el cuerpo, haciendo en total 8 disparos totalmente intencionales.
Bulma cayó de rodillas y dio un grito doloroso pero algo la hizo volver al mundo real.
—Bul...llama al 911— era la voz de Vegeta.
—¡Vegeta!— corrió hacia él —¿Estás bien?— lo tomó de las mejillas y le dio un beso.
—Lo estoy, tranquila. Me dio en el hombro, llama al 911...—
—No...acabo de matar a un hombre—
Vegeta como pudo se levantó y le quitó el arma de las manos, la limpió con la sábana de la cama quitando las huellas y se la puso en la mano a Raditz.
—Si preguntan qué sucedió, tu padre mató a Gokú, en un arrebato Raditz mató a tu padre y a mi me dio en el hombro para que después tú lo golpeara en la cabeza con esto— le dio una adorno pesado —Todo estará bien, ahora llama al 911—
—Sí, Vege...—
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Hola!
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les haya gustado.
Voten y comenten que me hacen muy feliz y me inspiran a seguir
Tomen agua, coman sano y hagan ejercicio ♡♡♡
Chao!
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Doble
FanfictionA veces siento que es uno y a veces otro...pero simplemente no quiere decírmelo.