Vegeta entró de golpe azotando la puerta con enojo y se acercó molesto a su padre quien retrocedió un poco.
—Si te atreves a tocarla, te juro que yo te mato con mis manos— amenazó acorralando a su progenitor.
—¿Quién te crees para amenazarme? Mocoso insolente— empujó a su hijo con la fuerza que tenía —Además, es mi puto problema y escuchar conversaciones ajenas es de muy mala educación— reprochó.
—Es una advertencia, padre. ESCUCHÉ TU LLAMADA CON BROLY. Y no soy ningún imbécil, sé perfectamente el tipo de trabajo que hace, si algo le pasa a Bulma, te juro que te vas a arrepentir y muy caro— volvió a amenazar pero aún más furioso.
—¿Qué tiene esa chiquilla que no tenga alguna otra?— se burló.
—Eso a ti no te importa, padre— su respiración era agitada.
—Oh vamos, Vegeta. Algo debe tener, seguro es buenísima en la cama ¿No es así?— sonó sarcástico.
—Lamento que pienses eso, tu capacidad está limitada al sexo. Mi madre estaría muy decepcionada—
En cuanto dijo eso, el hombre mayor tomó a su hijo por el cuello de la camisa y lo miró desafiante con algo de dolor en sus ojos.
—A ella no la menciones, cabrón— Vegeta se soltó bruscamente.
—Como sea, venía a decirte que Bulma nos invitó a la inauguración del nuevo campo de C.C, somos socios y nos vemos obligados a ir. Así que arreglate— lo miró de pies a cabeza con asco.
—¿Campo de qué?—
—Al parecer, mi novia es sumamente inteligente y está creando nueva tecnología muy valiosa— soltó con orgullo —Espero tengas muy en mente mi advertencia, porque si algo le pasa yo te responsabilizo y te hundiré en la cárcel—
—Si yo me hundo, te arrastro conmigo. No creas que no sé que haces evasión de impuestos—
Vegeta miró a su padre con rabia, su mandíbula estaba tensa y su respiración se había cortado, simplemente salió de la habitación muy molesto.
Cuando salió de aquella casa que en algún momento llamó hogar, comenzó a conducir a casa de cierta chica de cabellos azules, cuando por fin llegó estacionó el auto y se bajó, tocó la puerta y salió una mujer joven con su ropa más cómoda.
—Oh, Vegeta ¿Qué te trae por aquí? Creí que te vería en la noche— sonrió.
—Son la 1 de la tarde ¿Puedo quedarme contigo?— dijo como un pequeño niño.
Bulma lo tomó de la mano y lo hizo pasar, lo llevó hasta su habitación donde se reproducía una película en Netflix, tenía algunas golosinas sobre la cama y un vaso con refresco.
Quitó todo de la cama y se acostó, luego le hizo una seña al peliflama para que se acostara con ella. Él en cambio se quitó su ropa y quedó únicamente en boxers.
Muy contrario a lo que ella pensaba, Vegeta se acomodó entre sus piernas y se recostó en su pecho para abrazarla como si de un oso de felpa de tratara.
—¿Todo bien?— preguntó ella ante esa muestra de ternura.
—Sí...— contestó casi en un hilo de voz.
Bulma comenzó a acariciar su cabello negro y él de a poco se quedó dormido abrazado a ella. Cuando lo sintió relajado y con la respiración lenta, no puedo evitar sentir un vuelco en su corazón.
—No me dejes nunca, Vegeta— le susurró dándole un beso en la cabeza.
"Nunca..." fue lo que pensó el otro, aunque realmente no supo cuál de los dos lo había dicho...o quizás ambos.
Después de unas dos horas, Vegeta se despertó, estaba solo en esa cama, el sol entraba por la ventana y sentía una extraña calidez en la habitación.
Se estiró un poco, en verdad había disfrutado esa siesta. Cuando se volvió a desparramar en la cama, la chica entró a la habitación.
—Me alegra que hayas despertado ¿Cómo dormiste?— le besó la punta de la nariz.
—Excelente ¿Dónde estabas?— ahora él le dio un beso pero en la mejilla y con cierto toque coqueto.
—Fui a comprar algunas cosas para la gala de esta noche. Y te traje esto— le entregó un caja de regalo.
—Wow ¿Y esto?— sonrió.
—Bueno, quise darte un detalle—
Cuando Vegeta abrió la caja logró ver una camisa color vino con su nombre bordado en el bolsillo en letra cursiva.
—Es muy bonita, me encantó. Gracias, preciosa— le dijo para robarle un beso en los labios.
—Quiero que la uses hoy, va en conjunto con mi vestido— se sentó junto a él en la cama.
—Con mucho gusto, señorita Briefs—
La besó por tercera vez y la hizo sentarse a horcajadas sobre él, le acarició la espalda y de a poco fue bajando hasta su trasero para finalmente posar sus manos ahí.
—Te adoro, Bulma— soltó sin pensar y desvió la mirada.
—Y yo a ti—
Le giró la cara nuevamente para que la mirara, con el tiempo ella había logrado descifrar las miradas de Vegeta, sabía cuando estaba el hombre tierno que conocía y ahora también reconocía al hombre rudo que se escondía detrás.
Pero se estaba dando cuenta en ese justo momento que ambas partes de Vegeta la querían y eso la hizo sentirse completa.
Lo besó apasionadamente con una rara emoción y se dejaron llevar...
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Hola! Hasta hoy el cap de hoy.
Espero les haya gustado un montón.
Voten y comenten que me hacen muy feliz y me inspiran a seguir ♡
Tomen agua, coman sano y hagan ejercicio
Chao!
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Doble
FanfictionA veces siento que es uno y a veces otro...pero simplemente no quiere decírmelo.