Capítulo 7.

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Morir por amor.
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El viento soplaba haciendo que sus cabellos se moviera al compás, su vestido se movía bruscamente por los fuertes pasos de su caballo, su risa que parecían campanillas hacían eco en todo el bosque. Algunas hojas rozaban su rostro pero a ella no le importaba, su padre casi nunca la dejaba salir y ahora que él no estaba aprovechaba para salir del castillo.

El cobrizo que la seguía con un caballo detrás de ella, se deleitaba con la dulce risa de su compañera, disfrutaba como el viento hacía más intenso su aroma, disfrutaba la alegría de ella. Habían tardado un poco en salir porque se habían llevado a Evangeline para probarle múltiples vestidos de distintos colores en especial los de color blanco, Edward tenía una leve sospecha del porque hacían aquello, quería negarse ante esa idea, pero después recordó que él regresaría a su época en algunos meses y aquello lo ponía mal, no quería dejarla.

Habían veces que al cobrizo se le dificultaba leer la mente de Evangeline, solo pudo leerla en dos ocasiones y ahora no podía hacerlo, debía consultar aquello con Carlisle.

El sol empezaba a ocultarse y aquello era un alivio para Edward ya que no tendría que ocultarse en las sombras cada vez que el sol le daba en el rostro. Dando la vista a un hermoso atardecer. Evangeline había parado y ahora estaba viendo como el sol se terminaba de ocultar para darle paso a la luna.

—El Crepúsculo, el fin de un día, el comienzo de otro, no importa que suceda o hagan. Siempre a de acabar — murmuró Edward siendo escuchado por la princesa.

—No siempre debe acabar, siempre habrá un nuevo día, una nueva iluminación.

El cobrizo sonrió de lado.

Las estrellas ya habían aparecido acompañando a la Luna en sus aventuras. Edward veía como la luna iluminaba el rostro de su amada resaltando cada una de sus finas facciones, parecía que ella era la más hermosa y fina joya del mundo, la piedra más preciosa, la mujer más hermosa y para Edward, Evangeline era la mujer más hermosa que había conocido, la joya más linda.

—¿Se puede morir por amor?, Mamá murió por amor— preguntó desconcertado al cobrizo.

Edward lo pensó algunos minutos, ¿Se podía morir por amor? Él moriría por ella sin dudarlo, daría su existencia para que ella esté a salvó, la protegería de la muerte.

Pero ¿Y si mueres por una traición?
Eso era algo totalmente distinto, algunas veces el amor que algunos tenían era demasiado intenso, pero cuando te traicionan sientes un dolor inexplicable, diste todo por aquella persona pero esa persona nunca puso nada de su parte para poder arreglar aquel conflicto.

Tiempo. [Edward Cullen] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora