Problemas.
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El día extrañamente se había puesto oscuro, se acercaba una tormenta y al parecer se pondría muy fea. Era extraño que el día se viera muy oscuro es como si presenciará que algo muy malo ocurriría.
Evangeline caminaba de la mano con Edward en los lujosos pasillos del castillo, reían sobre anécdotas que la azabache le contaba, el cobrizo escuchaba la risa de su compañera eran similares a las campanillas y eso era tierno.
Los dos pararon de caminar para ver el cielo nublado, pequeñas gotas de lluvia empezaban a caer y solo era el principio. El vampiro aprovechando la distracción de su compañera quien estaba muy concentrada mirando hacia la ventana, la tomó de la cintura para después robarle un tierno beso que fue correspondido por la azabache.
De un momento a otro todo se tenso, Evangeline se separó abruptamente del cobrizo haciendo que esté se confunda, la azabache abrió las ventanas del balcón para ver cómo las campanas del centro sonaban sin parar, a lo lejos se percibía que un carruaje venía demasiado rápido hacia el castillo. Él había vuelto, su padre había regresado.
La Rosewood tomó de la mano al cobrizo para después llevárselo hacia donde estaban los demás a lado de la habitación de Lorraine y Ernest.
—Evangeline, ¿Qué sucede?— preguntó desconcertado el cobrizo.
—Escucha mi padre es un hombre muy estricto con todos, hasta con las personas que contrata. Si los ve aquí no dudará en echarlos a la calle, así que necesito que tú y los demás se mantengan encerrados por algún tiempo en la habitación— suspiro cansada viendo como ya casi llegaban— Cuando padre se ocupé en sus asuntos, los sacaremos de la habitación y con Anastasia los llevaremos a una pequeña cabaña que está un poco escondida en el bosque, nadie sabe dónde queda solo nosotras.
Cuando llegaron a la habitación de los Mcfly, Anastasia estaba afuera esperando a su hermana, al parecer ya les había dicho a los demás que su padre ya había llegado al reino. El moreno se despedía de su impronta diciéndole que se cuidara y que la amaba, Evangeline metió al cobrizo a la habitación pero antes de cerrar la puerta él la tomo de la mano.
—Prométeme que te cuidaras, no olvides que te amo Evangeline— Edward no sabía porque decía aquello las palabras solo salían de su boca— Tengo un mal presentimiento, así que tan pronto estés lejos de tu padre te buscaré.
—Lo prometo— afirmó, el cobrizo la acercó a él para besarla.
La tomó de la cintura para acercarla aún más a él, no quería dejarla ir. Edward sentía que sería la última vez que la besaría pero se negaba rotundamente a alejarse de ella.
—Evangeline cariño, debemos irnos ya, sabes que tu padre se molestará si no las ve— indico Lorraine a lado de Ernest.
La azabache asintió para después alejarse lentamente de los fríos labios de su cobrizo, Edward beso su frente con dulzura para después dejarla ir. Observó como se alejaba por el gran pasillo junto a los demás, la siguió observando hasta que la perdió de vista y finalmente cerró la puerta de la habitación.
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Tiempo. [Edward Cullen] ✓
Vampire"No te quería abandonar, te juro que no quería hacerlo. incluso pensé en llevarte conmigo, pero tú no pertenecías a mis tiempos. Pero algo si te aseguraré, volverás a estar entre mis brazos Evangeline Rosewood."