Tiempo. [Edward Cullen] ✓

Capitulo 1.

Inglaterra.
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En Inglaterra se había nublado y había empezado a llover para beneficio de los Cullen quienes habían rentado dos autos para llegar a la casa de los amigos de Carlisle. El rubio iba adelante en el primer auto con su esposa y sus dos hijos Emmett y Rosalie, en el segundo auto que seguía a Carlisle iban Edward, Alice y Jasper.

Edward estaba triste, apagado. No podía creer lo cruel que era la vida con él, hace algunos meses no le daba mucha importancia el que su compañera no llegará aún, estaba decidido a esperar un poco más por ella, pero la llegada de la Swan lo alborotó. Por un momento creyó que ella era su compañera cuendo en realidad solo le atraía su sangre. No sintió la necesidad de amarla, no sintió la necesidad de protegerla, no sintió la necesidad de tenerla entre sus brazos, nunca lo sintió, según sus hermanos eso era lo que debías sentir cuando encontrarás a tu compañera, que al momento de mirarla a los ojos la amarías y protegería de todo en ese instante. Pero él nunca sintió aquella con Bella.

Le agradaba ver a su familia feliz con sus respectivas parejas, pero estaba harto, harto de no poder tener alguien a quien amar, harto de no encontrar a su compañera, harto de ser el único de la familia sin compañero. En el fondo de su muerto corazón sentía un gran vacío, un vacío que solo sería llenado por su compañera.

No he visto ninguna visión sobre la compañera de Edward, ¿Qué es lo que ocurre? ¿Porqué no llega? Tal vez sea humana y todavía no existe, tal vez.....

-Basta Alice- espeto Edward al leer los pensamientos de su hermana.

Alice no se había dado cuenta de que había estado pensando, creyó que había podido ocultar sus pensamientos.

-Lo siento, es solo que no me gusta verte triste Ed- susurró la pequeña duende.

Jasper al sentir las emociones de su esposa la abrazó, mirando a Edward comprensivo. Entendía las emociones del cobrizo, él también sufrió por no poder encontrar a su compañera, pero Alice fue quien lo encontró y ahora eran felices.

-Estoy bien- mintió.

Edward dió por finalizada aquella conversación al ver cómo Carlisle se estacionaba en una gran y antigua casa, parecía una mansión casi de la edad de Carlisle, pero aún así se mantenía en buen estado, era muy bonita.

Se estacionaron detrás de Carlisle para después bajar del auto, el rubio les dedicó una sonrisa para después caminar hacia la puerta y empezar a tocar. No tardó mucho cuando un hombre alto, cabello castaño, finas facciones y característicos ojos dorados abrió la puerta, su vestimenta era moderna a comparación de la casa. Alice soltó un suspiro de alivio al ver la vestimenta del hombre, creía que sería antigua y sin ningún sentido a la moda, aquel hombre les dedicó una sonrisa para después abrazar efusivamente a Carlisle.