Después de los años fuera de mi país en los cuales me permití crecer olvidando a la chica insegura y perdida por el último acontecimiento con su ex, la que después de imaginar en múltiples escenarios lo que sería estar separada de su familia y amigos, vivió completamente ese dolor, los primeros meses fueron los peores (no porque me fuese mal), sino más bien era porque extrañaba de forma descomunal a todos.Ahora, cuatro años después, me siento orgullosa de ver todo lo que he crecido tanto profesional y personalmente, a pesar de los errores que en el camino haya cometido, vivir es caer, levantarse y enfrentar los miedos, y yo hace un tiempo aprendí hacerme amiga de ellos, conservando algunos y dando una cordial despedida a otros, si algo he aprendido es que cada uno decide tomar cada situación, ciertamente no es fácil, pero tampoco imposible.
Estoy cerca de terminar la carrera, tengo la fortuna de tener un trabajo que amo, puedo apoyar a personas, me dedico a hacerme feliz, sacar sonrisas a mis padres, ser yo, tengo nuevos amigos, conservo la amistad de los viejos, y mi vida amorosa (un shock) creo que todos se volverán locos cuando les presente a C, una locura ¿pero así es la vida, no?
Hace ya unos meses que tomamos la decisión conocer nuestras respectivas familias, obviamente tenía que estar todo muy bien planeado, logramos encajar los días para poder ir a visitar a sus padres, como decir que el estar en su hogar, rodeada de los seres que ella más ama, me recordó completamente a lo que es estar con mi familia, sus padres me dieron la bienvenida y me hicieron sentir tan bien, que entendía porque C era como era, a pesar de ser alguien reconocida siempre mantenía los pies sobre la tierra, y eso me enamoraba cada vez más.
Nuestra relación estaba basada en la confianza y amistad, ambas nos movemos en un medio en el cual debe uno saber manejar ciertas decisiones, conservar espacios, sin perdernos en el camino, ambos somos el polo a tierra que necesitamos, claro que no puedo comparar nuestras vidas, nunca lo hemos hecho, y aunque parezca imposible, nuestro mundo puede sonar como un sueño, pero no lo es, tenemos la fortuna de poder vivir de lo que ambas amamos, pero como todo, existe un sacrificio.
Justo ahora, estamos terminando de planear el viaje a mi casa, las vacaciones estaban cerca y serian las ultimas como estudiantes antes de graduarme, ambas teníamos que organizar agendas, adelantar y retrasar algunas actividades para tener libre ese par de semanas, aún nadie sabe de mi llegada, sería una sorpresa para todos, me causa tanta ilusión el volver a ver a mis padres después de todo este tiempo, ellos siempre habían querido venir de visitas pero algo sucedía que impedía su viaje.
02 Marzo 2020
— Hey chicos, ¿por qué se han perdido tanto?
Los viejos amigos de Daniela se habían unido a la llamada grupal que ella había mandado solicitud.
— Aja, si, Calle, por favor, si la que ha estado como loca este último mes ha sido una chica que dice ser nuestra amiga pero se pierde, no contesta las llamadas grupales y se la pasa siendo esclava del trabajo.
— ¡Dios! Pau, baja un par de líneas a tus comentarios, que justo por ello tuve el día libre hoy, quería hablar con todos.
En la pantalla se podía observar a los amigos de Daniela, quienes se encontraban en la llamada de zoom, todos se encontraban en Bogotá actualmente, cada uno solía tener trabajos fuera de su país natal, pero normalmente solían pasar y apartar los últimos dos meses de cada año para estar con su familia y amigos.
Todos y cada uno habían programado la tan anhelada llamada (todos).
— Bien chica, dinos porque la llamada código rojo.— Mencionó Alejo con su cara de no aguantar más por escuchar el chisme que su amiga les tenía preparado.
— Vamos, Street, que nos tienes en ascuas.
ESTÁS LEYENDO
Lo que en ti veo
FanfictionArriesgarse, esa era la clave de todo, lo descubrí después de ella, porque antes de C, no existía nada.-- M.J. Los besos que regalamos fueron necesarios para tener la seguridad de que nuestras vidas eran más estando juntas, y así lo fue. -- D.C. ¿Có...