La frase "sino recuerdo, no paso" es la salvadora de muchas cosas, pero en esta ocasión no, porque recuerdo perfectamente cada segundo.
Recuerdo el momento en el que me encontraba esperando a las chicas fuera de mi cabaña, al instante de verlas caminar en mi dirección no sentía ni una sola pizca de nervios, al contrario estaba entusiasmada por conocer algo nuevo, además de que había escuchado el consejo de Camila al sacar de mi mente los prejuicios de las personas al tener este tipo de relación, no fue un gran encuentro como tal, nos saludamos brevemente cerciorándome antes de partir de tu que Lu se encontrara bien, después solo caminamos platicando de las cosas que habían ocurrido en el día junto a nuestros amigos, así como también me comentaron que querían pasar el último día en el hotel haciendo una pequeña celebración que había organizado el mismo hotel como cortesía por haber elegido pasar los días ahí (ellos entienden bien el concepto ganar dando), lo que sí me sorprendió fue el ver un par de cuatrimotos estacionadas justo a la entrada del hotel, me indicaron que era para poder llegar al lugar que habían reservado, añadiendo mi pequeño entusiasmo por manejar por primera vez ese tipo de vehículo.
Minutos después pude ver a lo lejos lo que parecía ser un tipí, lo confirme una vez habíamos llegado al lugar, bajamos y procedimos a entrar, vaya que era mágico, una vez dentro se podía sentir una energía increíble que generaba automáticamente tranquilidad, la ambientación así como el diseño de cada mueble era armonioso, no estaba equipado con grandes cosas solo las esenciales para poder estar cómodos sin necesidad de salir a buscar nada, las chicas me indicaron y dieron la libertad total para sentirme como en casa, estaba segura que ese par disfrutaba de lugares así o más asombrosos cuando se les hacía posible y comprendía porque lo hacían así de especial, creaban sus propios recuerdos.
El verdadero detalle fue después del breve recorrido por el lugar, la tan temerosa "charla".
— Esta es una parte que el hotel tiene alejada de sus instalaciones, no a todos le brindan el acceso, sin embargo, ellos nos ofrecieron este pedacito de la playa en caso de que la necesitáramos, está de más decir que después de nuestra charla en la playa, los contactamos y solicitamos el espacio para nosotras, ¿te gusta?
— Fascinante serían las palabras adecuadas — no mentiría, el lugar me terminó encantando.
— Calle trató de ser lo más exclusiva en cuanto a lo que necesitábamos, no fue necesario realizar modificaciones más para que ellos mantuvieran la privacidad.
— ¿Siempre son así de cuidadosas?
— Cuando estás en el foco del ojo público, la privacidad es esencial, nosotras la tomamos muy en serio.
— Estoy empezando a comprenderlas — entre saber y vivirlo sin duda existe un mundo de diferencia —.
— Bien, es mejor tomar algo, solicite bebidas que a las tres nos gustan, y es más que obvió una que otra comida express.
Calle sacaba bebidas de un pequeño frigo, y ciertamente no se equivoca al sacar una botella de vino que se encontraba a la temperatura perfecta de acuerdo al ambiente, copa tras copa fue pasando el tiempo mientras manteníamos el hilo de conversación de cosas triviales, así como alguna que otra salida que ellas habían tenido para poder verse, el tiempo se esfumaba al hablar con ellas tan natural.
— Y bien Majo, respecto a nuestra primer cita, espero y la estes disfrutando te estamos dejando entrar así como tu nos permites conocerte en un nivel más allá de lo "normal.
— Siendo totalmente franca esto es nuevo para mi, lo cual ambas saben, trato de no crear ideas de lo que "debería ser", conservo mis ideas así como también si me llega a incomodar, por ahora no tengo queja alguna, es tan normal como cualquier relación.
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Lo que en ti veo
FanfictionArriesgarse, esa era la clave de todo, lo descubrí después de ella, porque antes de C, no existía nada.-- M.J. Los besos que regalamos fueron necesarios para tener la seguridad de que nuestras vidas eran más estando juntas, y así lo fue. -- D.C. ¿Có...