¡Salud!

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Cena con mis mejores amigos ✓

Dolor haciendo acto de presencia ✓

Sobreviviente ✓

Mi presencia en el minibar después de la cena...

Quitando los acontecimientos de hace unas horas sigo en pie, C y Camila sorprendieron al final de la dichosa cena y bam sin más terminamos en uno de los bares más cheveres de Bogotá, al parecer ese par tenía planeado crearnos un reset total de esta noche, nos dieron los pases libres acompañado de barra completa, no cabe duda que están locas, pero quienes somos nosotros para juzgarlas y ser unos malagradecidos, todo iba bien, habíamos aceptado sin dudar la propuesta lo único que nos mató un poco fue el escuchar que ellas no podrían estar con nosotros, pues tenía que dar prioridad a la privacidad de su relación, aunque hasta donde nos dieron entender no sería un problema ya que ambas habían decidido dar a conocer su relación en los próximos días, y eso claramente fue el detonante, antes era real pero escuchar aquello fue la declaración a la verdad universal y esa era qué Calle estaba enamorada de Camila.

​Fue ​como terminamos en el bar, mis amigos tenían conocimiento de mis sentimientos hacia nuestra amiga, y bien, el dolor me acompaña junto a shots de tequila, la noche es joven y el dolor no se esfumara en un par de días, pero olvidarse de ella un par de horas no me vendría mal.

— Estoy mal, muy mal. ¡Salud!

— Pochis, tranquila entendemos que estés dolida, solo debes controlarte.

— Juli, he estado esperando todos estos años y ahora sencillamente todo se fue a la mierda, déjame sentir cada fracción de dolor y desilusión. — Mis amigos entienden todo pero no han sentido cada pizca de lo que llevo viviendo todos estos años.

— Ok Poche, ya entendí, seremos fieles hasta el final, ¡salud por el amor y el desamor!

La amiga de ojos coquetos tenía toda la razón, esa noche sería solo el inicio de una serie de acontecimientos que cambiaría el rumbo de vida en cada uno de ellos, y aunque tal vez no eran conscientes, su amiga de ojos avellana los observaba junto a su novia, ellas no podían aparecer en público pero eso no impedía ver como sus amigos disfrutaban de la noche, sabía que la sorpresa iba incluida de una resaca monumental en cada uno de ellos, así que los cuidaba a la distancia como siempre lo había hecho los últimos años.

— Calle. — La más baja en la relación tomó la mano de la castaña para que esta la viera directamente.

— Baby, si es por lo de pasar tiempo con mis amigos no te preocupes, ellos entienden y fuera de esto quiero pasar tiempo contigo.

— Calle, por favor déjame hablar, entiendo y respeto tu decisión me encanta que seas así de atenta con todo, solo que hay algo que debo decirte.

— Dime por favor que no tienes que irte por algún problema. — Calle miraba con rostro de preocupación a su pareja.

— No baby, no es eso, solo que por favor no te moleste por lo que diré solo es una pequeña teoría, pero ambas sabemos que no suelo fallar en ello.

— Camila, solo dilo y listo.

— Ella aún te ama.

El rostro de la castaña era un poema, no entendía las palabras de su novia, solo sabía que su corazón inició a latir de forma exorbitante (tal vez en el fondo si entendía las palabras de su novia).

— Camila, no entiendo nada de lo que estás diciendo.

— Calle, no soy ciega y sé muy bien que tu igual tienes esa espina, sé que es muy rápido para llegar a una conclusión, pero estoy casi convencida de que Poché aún tiene sentimientos por ti.

— Baby, pequeña, entiendo que tienes un don para todo esto de las relaciones o atracciones, pero lo que viví con María José fue hace mucho tiempo, ella siempre ha sido especial y única, lo sabes muy bien, pero dudo mucho que en esta ocasión tengas la razón.

— Amor, solo dame un par de días y tendrás una gran sorpresa, no me equivoco. —La más pequeña miraba a su pareja demostrar alguna pizca de duda, ella está decidida a comprobar su teoría.

— Es mejor dejarlo así Camila, quedó en el pasado, ahora es una de mis mejores amigas añadiendo un plus de lo que fuimos, pero solo.

— Vida mía, si resulta cierto sabes que no me molestaría ni mucho menos, confío en ti y además me resulta interesante.

— Stop, ambas hablamos de límites.

— Así es, sin embargo, hay acuerdos que podemos cambiar amor, a ambas nos encanta, así que no demos por cerrado solo espera ¿vale?

— Cómo diablos quieres que me niegue con esa mirada de mierda que tienes.

— Tranquila, todo estará bien, tal vez ella sea lo que estamos buscando.

— Tengo mis dudas Camila, pero todo con calma, no presiones a ninguno de mis amigos, iremos paso a paso, ¿ok?

— Calle vida mía, estaremos bien.

—Eso espero.

La pareja dio por terminada su charla desde el balcón en la que nadie las podría ver, bailando para sí y mirando a los chicos que se encontraban en la pista de baile, aquellos considerados familia a excepción de alguien más, tal vez este viaje no sería solo para reforzar la amistad, sino algo más.

Aquella castaña se retiró un momento de su chica para atender la llamada de sus padres, aprovechó ese instante para salir a tomar aire y pensar en las palabras de su novia.

— ¿En verdad P? Por qué ahora.

Ella sabía que existía una gran probabilidad de que Camila tuviese la razón.

— Por favor, no ahora, no con ella, no quiero hacerle daño, no a ella.


Dentro de mí había una voz que me decía 

que los perfectos momentos vienen 

después de haberte casi muerto de tristeza.

-Jarhat Pacheco

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora