Lo que en ti veo

Prólogo

"Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado, yo en tu vida y tú en en la mía" —Federico Moccia

Declaraciones, certeras en ocasiones unas más que otras. ¿Nosotras? Aún busco la respuesta correcta ¿la abra?

Pensar, pensar, pensar, pensarte, en eso se basaban mis días imaginando historias alternas en las que de una u otra forma terminábamos encontrándonos. Eramos nosotras conociéndonos, iniciando de cero y volviendo a ser todo aquello que una vez fuimos. Eso es lo lindo de las historias alternas creadas en la mente humana, cuanto me hubiese gustado que se volvieran realidad y no solo existieran en mi mente.

Si bien aquello que llegamos a ser fue sin duda una de las cosas más épicas que me han podido suceder, aunque debo decir que eso quedo en el pasado, los años pasan, las personas tendemos a cambiar por simple ley de la vida, cambiamos o nos extinguimos.

Todo lo que fuimos y ahora no somos, una historia más ¿completa? creó que permanece suspendida ¿o tal vez fuimos nosotras?

Aquello que nos separo fue incierto para mí, y mentiría al decir que al recordar todo eso no me quedo por horas perdida en mis pensamiento tratando de comprender lo que paso, y bueno, años después aún suele sucederme.

Nuestra historia no fue una llena de dramas y tormentas, lo correcto es decir que estuvo conformada por subidas y bajadas, teníamos discusiones o desacuerdos que siempre logramos solucionar hablando, intercambiando opiniones, haciendo cosas normales y otras no tanto que nos mantenían siempre como una pareja única, basada en el respeto y confianza mutua, sin embargo, después de un tiempo todo se fue a pique, no pudimos detener la caída ante tal e inminente fin.

Fuimos tanto, que ahora somos nada.

Eramos ella y yo.

Ahora es ella y alguien más.

No negaré que fue y aún es doloroso observar el pasado y aceptar que ya no somos, sin embargo, a pesar del dolor que en su momento causo, me alegra saber que conservamos esa conexión que nos ha distinguido de cualquier amistad o relación de amigos, la decisión de separarnos fue tomada por ambas, nos estábamos convirtiendo en aquello que nos disgustaba, nos estábamos perdiendo. Estábamos olvidando ser.

Sé que han pasado unos cuantos años desde la separación, el decirnos adiós fue complicado, estaba tan acostumbrada a ella, se me hacia imposible no pensarla en cada parte del día, en mis acciones, palabras, en nada que el motivo no fuese ella, fueron meses complicados, todo exploto a mi alrededor, hasta que por fin mi padres hicieron lo que jamas pensé que harían, decidieron enviarme a un viaje de improviso sin consultarme (no se equivoquen, obvió que ame eso), pero no quita que me sorprendió pues interrumpió una parte de mi temporada escolar, no sé como convencieron a mis profesores, durante dicho viaje vaya que conocí y experimenté ciertas cosas que me hicieron cambiar de actitud ante la vida, cumplía con mis actividades escolares, mis calificaciones se recuperaron y mi estado de ánimo sin duda mejoro, me ausente un par de meses, la chica que se fue, volvió siendo ella pero con un nuevo concepto resignificando parte de su vida, una en la que P, se volvió una parte de mi historia.

Imagina un mundo en el que exista un nosotras.