Lo que en ti veo

Lo que queremos ser.

Pov M.

Ella tiene razón, no miente, está tratando de ser lo más transparente, me hablo con la verdad así significase dar por terminada nuestra historia, C me quiere en su vida, y claro que yo la quiero en la mía, ambas lo habíamos aceptado en el pasado, de hecho ahora nos volvemos a elegir, elegimos nuestro amor más allá de nuestra historia porque somos capaces de vencer al pasado, no importa el título que nos acompañe, mientras ambas nos mantengamos presentes en la vida de cada una, es iniciar un nuevo viaje sin máscaras, viendo todo con una perspectiva distinta, eso no significa soltar y olvidar el pasado, pero si ir más allá de ello permitiéndonos vivir el presente.

Seguramente ella estaba consciente de todo esto, por eso fue que se arriesgó, entiende los motivos, se pone en mi lugar y analiza todo, ella es así, no toma las decisiones sin antes analizar los posibles resultados. Mi elección es obvia, la respuesta la he tenido junto a mí.

Después de pensar queda esperar el regreso de C, no creo que tarde demasiado, me dará el tiempo justo, y quitando que el pueblo no es muy grande no creo que tenga muchas posibilidades, es así como casi media hora después escuchó que regresa, me siento lista para terminar nuestra conversación.

— Hola de nuevo, soy Daniela Calle. — Me tiende la mano como si la acabara de conocer.— Un gusto, me comentaron que usted posiblemente estaría buscando a una nueva mejor amiga, ¿es eso cierto?

— Daniela, ya deja el juego, antes de armar tu mini show, responde con sinceridad, ¿ya sabes mi respuesta? — Puse mis brazos sobre mi cadera inclinándome un poco para verla un poco más segura.

— María José, tú sabes cómo matar mis ganas de hacerte reír, y no, no sé la respuesta aunque podría apostar que tengo una alta inclinación por una respuesta positiva, contigo las posibilidades son infinitas, pero yo he apostado todo por nosotras.

— Eres sencillamente increíble mujer, admito que admiro el grado de conocernos, aunque de alguna forma igual me genera angustia, sin embargo, no te equivocaste en apostar por esto que somos, y espero sigamos siendo, porque sin ti no seria igual, me quedo contigo porque razones hay de sobra, las dudas no existen, al final somos Calle y Poché, ¿no es así?

D, se quedó fija mirándome hasta que terminó de procesar lo que había salido de mi boca, dio un par de pasos para terminar de rodearme con sus brazos, me sentí en el lugar indicado, con la persona indicada, solo no en el momento correcto.

— Gracias M. — La castaña sujetaba con fuerza a la más pequeña, derramaba un par de lágrimas, sabiendo que eran necesarias. — No estaba segura en arriesgarme pero sabía que valía más que la pena, gracias por permitirnos ser M.

— No seas tonta, la que debería decir eso soy yo, porque aunque no lo digas o aceptes, tu sabias mi respuesta, tal vez dudabas un poco pero sabías que me daría cuenta ahora o después de que no todo siempre es lo que parece, no porque exista amor más allá de la amistad signifique que las personas deban estar juntas, tengo la esperanza de que no importa lo que pase, ambas deseamos permanecer es la vida de cada una.

— No podía dejar de intentar, eres tú.
— Vale, vale, ya entendí, soy increíble e imprescindible en tu vida, pero creo que deberías dejarme respirar un poco mejor.
— Joder, lo siento, te abraza más fuerte de lo que imagine.
— Jaja, no hay que preocuparse, entiendo que soy irresistible para ti.
— ¡Oye! que conozcas mis sentimientos no significa que puedas bromear con ellos. — C ponía su cara de niña mimada, sabía que estaba bromeando, es fácil leerla.
— Ok, no seas mimada y déjanos disfrutar el momento.
— María José Garzo Guzman, vuelves a decirme así y considera todo perdido.