•°Girasol°•

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Todo estaba yendo normal, Katsuki había vuelto a las clases, hacia un entrenamiento no tan intenso y comían, todo demasiado normal, salvo por Shoto quien quería estar encima del cenizo como si fuera su madre, solo que ahora mismo era su hermano sin la sangre "Gracias al cielo".

-- Por favor, Katsuki -- le insistía el bicolor quien perseguía a Bakugou insistente, mientras que detrás de ambos iba el presidente tratando de detener a su novio.

-- ¡Ya te dije que no! ¡No soy jardinero tuyo ni de nadie! -- gritó sin expresión, de todas las personas del mundo Todoroki insistente Shoto era la única persona que no se inmutaba con su enojo. Para qué perder el tiempo.

-- Hazlo por tu hermano mayor Katsuki -- seguía persiguiéndolo el mitad albino.

-- Todoroki-Kun, por favor ya deja de insistirle a Bakugou-Kun, podrías salir lastimado -- inmediatamente comenzó a paniquear cuando a su imaginación llegó la imagen de su lindo bolón herido.

-- Ya te he dicho que me llames Shoto, Tenya -- volteó el heterocromático

Mientras ellos seguían su discusión Katsuki lo tomó a su favor y se escabulló lo más lejos que pudo de ellos.

Llegando a la zona de jardín para la práctica comunitaria comunitaria se encontró a quien sería su compañero de jardinería, Tokoyami Fumikage alias la gárgola. Ambos concordaron en plantar plátanos, som fáciles de cuidar, no te quitan tiempo y sobretodo, te da comida y ella misma se multiplica, no necesita cuidados extras ni nada por el estilo, el agua que necesita se lo da la lluvia, ¿qué mejor planta que esta?.

En silencio se pusieron a obrar, no tenían nada de que hablar y tampoco querían hacerlo, es una amistad silenciosa, pero agradable. En un momento ya estarían ambos burlándose de como los demás no terminan o como después sus plantas se pasman y no crecen.

¡Paff!

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¡Paff!

-- ¡Lo siento katsuki! Estaba con Uraraka-San y sin querer tiré las semillas de un susto -- se acercó el de dientes puntiagudos con una sonrisa de disculpas.

-- Tienes las manos untadas de mierda entonces -- una exclamación seguida de una risa fue lo que se pudo escuchar de ambos chicos junto a él.

-- ¿Y esas semillas de qué son? -- Preguntó Dark Shadow haciendo presencia en el lugar.

-- Oh, son de girasoles -- respondió kirishima como quien no quiere la cosa.

-- ¿Por qué decidiste plantar esto? Hay plantas que te dan comida y son fáciles de cuidar tonto -- exclamó Katsuki haciendo notar su punto.

-- Lo sé, pero no puedo darte algo sin esfuerzo --

Ahí fue donde Tokoyami y Dark Shadow entendieron a dónde iba todo. Alguien más sumado a la lista de personas que saben quién es el amor secreto de Bakugou.

-- Katsuki -- Bakugou se quedó en silencio con las manos en la tierra sembrando si platanal, pasmado, ¿Por qué no tiene un sexto sentido que le avise que esto puede pasar?.

Kirishima tomo las manos paralizadas y las guió a continuar su trabajo mientras el cenizo seguía medio aquí y medio en la luna.

-- ¿Sabes qué significan los girasoles? -- El pelirrojo acercó su cabeza al espacio entre el hombro y cuello del rubio, miró a los lados y vió que el cuervo se había ido. Debería agradecerle luego.

Se acercó más a su oreja, posicionándose detrás de el sin dejar de guiar sus manos, estaban demasiado cerca diría el celoso de Shoto, pero para ambos nadie estaba ahí más que ellos.

-- ¿No te atreves a adivinar Katsuki? -- le susurró Eijiro, haciendo que al rubio le estuviera por dar un ataque, sus brazos juntos, espalda contra pecho, sus respiraciones al compás y sus latidos casi fuera de su cuerpo, era demasiado para él, su sonrojo era perceptible por el otro, pero no iba a decirle nada sobre eso.

-- Significan que quiero hacerte feliz con todo mi espíritu -- le dijo lentamente, acercó su boca a su hombro y deslizó sus manos hasta su cintura y acariciar nuevamente hasta sus hombros.

-- ¿Y tú cuando serás feliz? -- le pregunto el cenizo con un nudo en la garganta, se sentía en territorio desconocido, como si en cualquier momento sería secuestrado por quien tenia detrás, ya le estaba robando el aliento sin hacer nada más que hablar y acariciar.

Este se acercó nuevamente a su oído -- Cuando dejes tu apellido -- le dió un beso en el hombro y se paró, dejando totalmente al rubio como una gelatina por dentro.







































🌟726 Palabras🌟
Sip, sigo viva, les pedí perdón más de 100 veces pero me sigo sintiendo mal, para reconpensarles les daré todos los capítulos que debieron haberse subido en febrero, menos el último.

¿Por qué?

Primero que nada, no lo tengo escrito, fin.

Pero si, este libro ya llegará a su fin. 

-Enséñame a amar♡-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora