-Enséñame a amar♡-

▪Gardenia▪

Un nuevo día, pero esta vez, Katsuki se levantó más temprano que todos, pues a pesar de que solo fueron dos días se hartó de todas las miradas hacia su persona.

Esta vez no encontró nada y eso lo desanimó un poco pero prefiere morir antes que demostrarlo, no obstante siempre habían otros ojos carmín que podían leer los suyos perfectamente.

-- Bakugou, ¿no te dieron nada hoy? -- oh al menos varios pares de ojos que podían leerlo perfectamente.

-- Date la vuelta y regresa a tu siento icyhot, esto no te importa -- dijo resoplando esperando que no interrumpiera su paz interior.

-- Si lo es, eres mi amigo y quiero saber -- insistió el bicolor pero fue ignorado e interrumpido.

-- Sabes Kacchan, opino que sería my tonto que te dejaras enamorar por alguien --

-- ¿¡Ah!? ¿¡De que hablas maldito need!? -- se exaltó el cenizo apretando un puño

-- ¡Ah! K-kacchan no quería que sonara así -- levantó las manos moviendolas al azar para apaciguar a la bestia.

-- Tranquilo blasty, seguramente Midoriya-Kun se refiere a que como quieres ser el número uno, no te ibas a distraer con este tipo de cosas -- se acercaron Sero, Denki y Lida al centro de atención del aula en ese momento.

-- Yo puedo hacer lo que me de la gana --

-- Si, pero Kacchan, ¿no sabes que esto también puede ser regalo de amistad? -- Izuku confundió tanto a nuestro chico explosivo que ladeó la cabeza mirando intensamente al peli-verde.

-- Lo que quiero decir es que, ¿y si quien lo está mal entendiendo eres tu? Pues quien te ha dado esto no ha aparecido -- solo Lida sabe lo que intenta Midoriya pero épicamente falla, pues Sero ha notado sus intenciones.

Y no dudará tomar ventaja.

-- Midoriya-Kun tiene razón bakugou, si yo fuera a conquistar a alguien lo haría en persona, hacer esto es de cobardes y para nada varonil -- pasaba su brazo por el cuello de Bakugou mientras dirigía su mirada disimuladamente por todo el curso y hasta detenerse en un par de ojos que lo vieron con rivalidad pero sin dejar de sonreír.

Katsuki se safó del agarre y se sentó -- Me importa una mierda lo que piensen, al fin y al cabo, a quien le mandan los presentes es a mí no a ustedes-- y puso fin a la conversación donde fue totalmente ignorante a varias miradas que indicaban pelea.

Sumándole una de total confusión al pobre heterocromático que miraba a un pelirrojo, peli-negro y peli-verde mirándose fijamente como si fueran cazadores peleando por el tesoro encontrado.

Era hora de receso y el de quirk explosivo se encontraba un poco frustrado, desde que empezó aquello de los regalitos el y Kirishima hicieron un acuerdo silencioso donde no se hablarían, si no fuera para decir sus sentimientos. Pero también le molestaba una cosa en demasía.

No había resivido nada hoy.

Ni una carta, ni una flor, un poema, nada, absolutamente nada y eso lo molesto, ¿acaso el pelo pincho estaba jugando con el? ¿Confundiendolo a propósito para luego burlarse?

-- ¡Bakugou por aquí! -- escuchó el grito de la peli-rosada y agitó su cabeza, Kirishima nunca haría algo así ni con su peor enemigo.