-Enséñame a amar♡-

▪Flor de cerezo▪

Primero que nada, adivinen quién volvió a subir lo que no es otra vez. Si, yo. Ahg no me maten please. Espero que lo disfruten tanto como yo.
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Estaban todos agitados, el entrenamiento estaba siendo más fuerte que todos los demás días, quizás se debía a que pronto estarían en tiempo de pasantías nuevamente.

Iida se encontraba sentado en un banco mientras Todoroki le enfriaba un poco los motores, de nuevo, el entrenamiento era demasiado intenso llevándolos al límite de que algunos quirks se descontrolen.

En el caso de Tsuyu, se encontraba siendo ayudada por su amiga Hagakure, quien le estaba dando agua, puesto que extendió tanto su lengua que ahora está entumecida fuera de su boca. Un poco incómodo pero te acostumbras.

Uraraka estaba con una montaña de objetos en el aire aguantando todo lo posible. Todos estaban en acción o descansando con sus trajes de héroe.

El oji-rubí se encontraba explotando paredes y objetos de cemento, roca y otros materiales duros con sus manos, estaba agitado y un poco cansado pero no se detenía, había demasiada nitroglicerina guardada en sus manos y tenía que soltarla sí o sí, según le dijo su madre.

-- Eyo Katsuki, deberías detenerte, llevas mucho tiempo parado sin tomar agua o descanso -- le dijo el pelirrojo un poco preocupado.

-- Eso... No importa... tengo que... desaserme de la... ¡nitroglicerina! -- dijo jadeando con fuerza.

-- Eso no suena muy sano Katsuki, ven, descansa -- Kirishima lo agarró del brazo, pero ese fue el peor error que cometió.

-- ¡AHHHH! -- un grito de dolor salió de la garganta del cenizo, tan fuerte que sonó por el eco en todo el lugar.

Todos se detuvieron y fueron a mirar, mientras que Kirishima le dijo a Kaminari que fuera por el sensei, quien se encontraba atendiendo a Momo y Sato en la enfermería.

Bakugou que se encontraba explotando paredes de cemento alejó sus manos de esta pero simplemente las explosiones no pararon, sus manos seguían en contra de su voluntad haciendo que su dolor aumentara, no quería gritar pero no podía evitarlo, lentamente se estaba empujando hacia atrás por los estallidos, y es que no podía tener las manos serca de sí mismo u otra persona, era peligroso. Él más que nadie lo sabía.

-- ¡Katsuki! -- el pelirrojo lo llamó y endureció todo su cuerpo, acercándose peligrosamente a un alterado e incontrolable Bakugou.

-- ¡Aléjate idiota! -- gritó con las lágrimas acumulandoce en sus ojos, por más que no quisiera llorar, nadie está hecho para aguantar dolor sin reaccionar.

Eijirou hizo caso omiso de la advertencia del cenizo y tomó las muñecas de este guiandolas a su pecho endurecido afianzando el agarre cuando vio que el cenizo tenía intención de separarse.

-- Katsuki, cálmate -- 

-- ¡No me voy a calmar! ¡Suéltame Eijirou! --

-- Escúchame y respira profundo, es peligroso que estés explotando involuntariamente, tienes que calmarte primero --

-- ¡Presisamente porque es peligroso aléjate de mi! ¡Mierda! -- el corazón del oji-rubí se encontraba al estallar, sus lágrimas comenzaron a derramarse pero no solo por su dolor, estaba también hiriendo a su alguien especial.

Mina mentirosa dijo en sus pensamientos maldiciendo a la cucaracha rosa por decirle el corazón se acelera de ese modo con su persona especial. Pero él la estaba hiriendo con sus manos, quería alejarse pero el otro no le soltaba.

Apretó la quijada y miró hacia delante derramando lágrimas, observando como le hace daño una y otra vez. Jura que le arrancará los ojos a la cuerno de toro por hacerle creer lo que dijo.

-- Vamos bakugou, respira conmigo -- el pelirrojo trataba de no llorar al ver a su amado de tal forma. Los demás no sabían que hacer pero estaban considerable lejos así que no podían ver el estado de katsuki.

Bakugou comenzó a hacer lo que decía el otro oji-rubí y sus explosiones bajaron de intensidad, había demasiado humo como para verlo pero sabía que hacer.

Kirishima siguió hablándole al rubio, hasta que por fin las explosiones se detuvieron; se acercó a el cenizo con cuidado y lo que vió lo odió con todo su corazón.

Al rubio que siempre quiere hacer feliz, oírlo gritar, abrazar, que ahora sonríe de vez en cuando... se encontraba llorando, cabizbajo, y guardándose las ganas de gritar con todas sus fuerzas mordiendo su ahora sangrante labio.

Ejirou no lo pensó dos veces para abrazarlo y consolarlo, sintió como el cenizo apretaba su espalda y enterraba un poco sus dedos en esta. Kirishima agradecía a su avance con su quirk que solo obtuvo alguna que otra cortada pero nada tan grave como el cenizo.

Lentamente fueron bajando hasta quedarse de rodillas en el suelo, el abrazando y haciéndole mimos en la cabeza al rubio en sus brazos, mientras este se aferraba con todas sus fuerzas y soltando todas las lágrimas que no quería derramar con pequeños hipidos en el medio.

El humo lentamente fue esparciendoce también y todos fueron lentamente acercándose hasta que kirishima les hizo una señal de quedarse donde están con su mano. Mientras seguía con el ceniza aferrado a él. Lentamente lo separó de su cuerpo y secó las lágrimas de este y lo volvió a acercar.

-- No quería lastimarte, no tenías que acercarte --

-- Lo haría mil veces si fuera necesario -- y le volvió a dar mimos hasta que se durmió por la fatiga, donde minutos después lo llevó a la enfermería en brazos junto con Aizawa-sensei.

Todos estaban preocupados, mucho más un bicolor que temía por su hermanito, ya lo llamaba como tal pues se acostumbró muy rápido, pero estaba muy nervioso hasta que Iida lo abrazó por los hombros diciéndole que estará bien porque está con Kirishima, cosa que lo fue calmando mientras más se perdía en sus pensamientos conspirativos,  haciendo que Iida negara divertido con la cabeza hacia el acto de su pareja.

🌟935 palabras🌟

Este capítulo me dolió, mi corazón de pollo se siente dolido realmente feo, pero si me duele significa que quedó bien ¿no?

Gente creo que soy tan fan de mi propio fic que hasta yo me lo leeré xd