Capítulo 33🍷

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Es de mañana y los brazos de Black rodean mi cuerpo, se sienten cálidos y yo me siento bien ellos.

No puedo verlo, porque como era de esperarse ya tengo la bendita venda puesta en mis ojos.

—Buenos días, Maisie —dice en mi oído, mientras deja un beso en mi mejilla.

—Buen día, señor misterioso —le respondo.

Mi mente comienza a dilucidar muchas cosas, algunas preguntas. Son preguntas que he tenido desde que estoy acá.

¿Mía está bien? ¿Mis padres saben que Black me tiene? Y si lo saben, ¿por qué no han venido por mí?

Y la misma pregunta tengo sobre Tristan, él dijo que iba a ayudarme, ¿por qué no ha venido por mí?

Quizás Maisie Wilde le da igual, además solo había hablado un par de veces con Tristan. La primera fue cuando su guardaespalda tenía su arma apuntando directo hacia mi cabeza y la segunda fue en un encuentro casual que nosotros habíamos tenido. Después no supe nada mal, absolutamente nada.

Y no he mencionado que Kira y Eva pueden saber de esto, prácticamente me han echado a la boca del lobo y lo peor es que no tengo respuestas. Y es lo que más necesito en este momento.

Necesito saber de mi hermana, cómo está, qué está haciendo, si me extraña. 

—Black —digo, un tanto dudosa.

—Dime, amor.

—¿Mía está bien? —pregunto de una.

—Sí, lo está, de hecho está en buenas manos y feliz —me responde. Eso me calma, al igual que sus caricias en mi seno.

—¿Estás seguro?

—Muy seguro, yo no te mentiría, Maisie.

No, él no me miente, pero me oculta algunas cosas, lo cual considero que es igual o peor.

—Da igual, si lo haces o no—respondo muy cortante.

Él me abraza, quizás tratando de alegrarme el día o para calmarme.

—¿Qué pasa, Maisie?—dice, deja un beso casto en mis labios.

—Pasa todo, Black—digo mientras trato de alejarme de él—, me siento como una tonta al no saber quien eres, o qué quieres, no tengo ni puta idea si mis padres saben que estoy aquí, aquí contigo—la ira se acumula en mi interior—. Y si lo saben, aún no comprendo porque no vienen por mí, es todo un desastre, un maldito desastre —paso las manos por mi cabello—. Y eso no esto, Black—continuo—, lo peor es que me gusta como me tratas, me gusta como se siente tu boca en mi sexo, prácticamente soy una maldita enferma que ahora solo quiere más de lo que me das —confieso.

Tengo tanto guardado dentro de mí, tengo mucho. Lo peor es que ahora todo eso que tengo quiere salir a la luz.

Lo más seguro es porque la mayor parte de mi vida he estado un poco reprimida, también puede ser porque extraño a mi hermanita y la quiero aquí conmigo, a mi lado.

—¿Así que te gusta como te hago sentir?—él se cierne sobre mí, y por millonésima vez, mi sexo se enciende y comienza a palpitar.

Black tiene un gran alcance sobre mí.

—No me hagas volver a repetirlo, por favor —siento como su rostro se hunde en mi cuello y como la punta de su lengua lame y chupa.

Me encanta ésta sensación, me gusta sentirme así, me gusta que mi cuerpo sienta un sucio anhelo por él.

—Mi pequeña Maisie—muerde mi labio inferior—, algún día aclararé tus dudas y voy a responder a tus preguntas.

                              ◇◇◇

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