Capítulo 18🍷

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Abro lentamente los ojos. Los rayos del sol se adentran en la habitación. Y puedo ver con más claridad que está habitación tiene demasiadas cosas lujosas. Las pinturas, espejos, muebles, todo, pero absolutamente todo grita lujo y dinero.

No estoy en mi habitación.

Y ahora, ¿en dónde estoy?

Solo recuerdo haber visto a Kira en la fiesta, yo pidiéndole ayuda, ella negando a darme su ayuda. Incluso se fue con Asher. Black y yo, después nos fuimos de la fiesta. Recuerdo estar viendo ésta ciudad tan viva y energética de noche, y luego, simplemente cerré mis ojos.

Camino al baño y lo que veo me deja impactada. Este baño puede ser dos veces mi pequeño apartamento. Hay un jacuzzi blanco hasta al fondo y a un lado está la ducha con paredes de cristal, es realmente asombroso.

Sé que no debería sentirme emocionada por ver un cuarto de baño tan maravilloso, pero es inevitable.

Camino hasta la ducha y comienzo a desvestirme. Dejo mi ropa a un lado y enciendo la ducha. El agua esta muy calientita, esto es una delicia.

Lavo mi cuerpo y mi cabello. Esto se siente muy bien.

Dejo que el agua me relaje. Cierro los ojos.

De repente, siento que alguien me venda los ojos por detrás. Aquí vamos otra vez.

Un día, Maisie, un día más y podrás verle el rostro.

—Apenas despierto y el día ya comenzó de maravilla—la voz de Black me saca de mis pensamientos.—Tienes un cuerpo de diosa, dulce Maisie—dice muy cerca de mi oído. Su pecho está pegado a mi espalda.

Trato de cubrirme con las manos.

¡Estoy desnuda y él me está viendo!

—Pu...puedes...sa...salirte—siseo lo mejor que puedo.

—Estás en mi baño, así que no puedes darme ordenes, pequeña—me responde—, además tengo que ducharme.

Así que ésta era la habitación de él. ¿Dormí con él? ¿Me hizo algo?

Bueno, no me duele nada, así que sigo siendo virgen.

Trago en  seco. Ésta situación es muy incomoda.

Trato de salir de la ducha con los ojos vendados, tarea que se me hace muy difícil y me recuerda a una película de ciencia ficción, llamada Bird Box

—¿A dónde vas, pequeña?—su mano agarra mi muñeca, impidiéndome irme de aquí.

—Su...suel...suéltame—digo nerviosa. Yo estoy sin nada de ropa, esto no podría ser peor.

—No, Maisie—él me pega contra la pared de la ducha—, no puedo resistirme, pequeña. Verte así, me provoca demasiadas ganas de hacerte el amor, aquí mismo, en la mesa, en la cama, en el sofá, en donde sea, dulce Maisie—su rostro está a centímetros del mío.

Mi garganta se seca y no sé por qué.

Cierro los ojos, aún con la venda puesta, y él hunde su rostro en mi cuello, oliendo, mordisqueando y besando esa parte. Mi cuerpo es un remolino de emociones. El calor comienza a recorrer mi cuerpo. Creo que mi cuerpo quiere deleitarse con el toque de Black.

¿Qué me está pasando?

—Pa..para—le ordeno.

No creo que él me obedezca, pero algo tengo que intentar.

—Es muy difícil para hacerlo, pequeña—sus dedos trazan mis labios —. No puedo creer que nadie te haya besado, Maisie. Teniendo esos labios—él roza mis labios con los suyos—, harías maravillas con ellos.

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