Capítulo 17🍷

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No puedo creerlo. Es Kira, ella está aquí. Solo me falta reconocer su voz para saberlo, es fácil.

—Ya quiero irme, Asher—¿Asher? ¿Está con Asher?

Eso me da una esperanza: Tristan puede estar aquí.

Camino en dirección a ella.

Agarro su brazo para llamar su atención.

—¿Kira?—la veo y no puedo creerlo, ¡sí es ella!—, ¿qué haces aquí?

Ella me ve muy asombrada y algo nerviosa.

—Mai...Maisie, ¿qué haces aquí?

¿Por qué está nerviosa? Soy su amiga, se supone que ella debería de estar feliz de verme, ¿no? Se supone que ella tiene que estar buscándome, aunque pensándolo bien, no es su obligación. Pero al menos participar en alguna pequeña búsqueda o estar preocupada, pero no es así.

—Esa pregunta debería de hacértela yo, Kira—digo cortante, me giro y veo a Asher—. Hola, Asher.

—Hola, Maisie, un gusto verte.

—¿Tristan está aquí con ustedes?—pregunto, esperando un sí como respuesta. De una forma un tanto desesperada.

—Tristan no...no pudo venir, es que está desaparecido—Kira balbucea, cosa que es muy rara que ella lo haga—, no se ha comunicado con Asher desde hace algunas semanas, nadie sabe nada de él.

—Permiso—Asher se retira velozmente.

—Kira, sacame de aquí—le pido con frustración—, un extraño me tiene aquí, y no se quien es, no me deja ver su rostro, no lo conozco.

—Quisiera poder hacer algo, Maisie—dice decepcionada—, pero no puedo.

No puedo. Esas palabras me hacen sentir peor, viniendo de ella.

—Pensé que eras mi amiga, Kira.

—No es eso, Maisie—pasa su mano por su cabello totalmente lacio—, este no es territorio de Asher, no puede hacer nada.

—¿De qué me estás hablando, Kira?—frunzo el ceño, aunque por el antifaz, dudo que ella lo note. No entiendo nada.

—Quizás quien te tenga sea un empresario con mucho poder—me explica—, y sabes lo que el poder puede hacer. No tiene limites.

—No lo puedo creer—tenia intuición de que Black tenía dinero y posiblemente una empresa. Pero sí, tiene más que eso y el dinero, en cualquier persona puede dominarlo. Es papel, el dinero es papel, algo tan común, pero desafortunadamente de eso depende nuestra calidad de vida
—. No creo que Black sea malo, quizás si me llevas contigo él lo entienda.

—¿Black? ¿Dijiste Black?—asiento con la cabeza—. ¿Es que no sabes quien es Black, Maisie?—dice un poco alterada.

—No.

—Maisie, Black es...

—¡Aquí estás, dulce Maisie!—Black me toma por la cintura—, ya te estabas tardando demasiado.

—Es que me encontré con una amiga, Black—le explico.

Asher se coloca junto con Kira. Todos se dan una mirada de complicidad, soy virgen pero no soy tonta. Algo está pasando aquí.

—¿Ustedes se conocen?—pregunto.

Kira y Asher se tensan, puedo verlo.

—Creo que es mejor que nos vayamos, Asher—Kira toma la mano de Asher—. Un gusto verte, Maisie.

—¿En dónde estamos, Kira?—le pregunto. Ella automáticamente se tensa, se pone nerviosa.

—Creo que es mejor que lo averigües por tu cuenta, Maisie—baja la mirada y hace una mueca de desagrado—. Lo siento, Maisie.

Ella toma la mano de Asher y se van, dejándome con muchas dudas. Dejándome sola, con él, con Black. Creí ser amiga de Kira, pero veo que ella nunca me consideró así, eso es un golpe bajo. Yo siempre fui una buena amiga para ella, se lo demostré muchas veces, y sí, que ella también me ayudó en muchas ocasiones. Me brindó apoyo cuando más lo necesitaba, siempre estuvo ahí para mí, pero hoy...hoy no. No sé porque no quiso decirme en dónde estoy, no sé el por qué no quiso llevarme con ellos. Me siento un poco decepcionada, quería irme con ella o quizás al menos una respuesta a mis miles de preguntas. No me pudo decir nada, o al menos, ayudarme. No pedía mucho, solo alejarme de aquí para no caer ante Black. Quizás por tímida, nunca le importé o que sé yo.

Mi hermana, la extraño y no hay manera de salir de aquí. Aunque una parte de mí, la parte perversa y lujuriosa, quería experimentar los placeres de la vida, de estar con una persona. Pero sabía el por qué quería estar lejos de Black: estaba cayendo. Y yo, por cobarde o por inmadura no lo quería aceptar. Pero, ¿quién quiere aceptar sentir una limerancia, una atracción fuerte, por alguien que no conoce?

—¿Ya podemos irnos?—pregunto un tanto decepcionada y un poco molesta. Tal vez, esto no hubiera pasado si Black me tuviera cautiva.

—¿Ahora qué pasa, dulce Maisie?

—Eso debería preguntártelo yo, Black.

—Estás molesta por lo de Kira, ¿cierto?—toca mi mejilla y yo me aparto rápidamente.

—Es por todo, Black—me siento en la silla en donde se supone estaba Kira—, no entiendo por qué yo, por qué me quieres a mí.

Black se coloca a mi altura. Me ve a los ojos, y quizás puedo decir que sus ojos son azul, un azul oscuro, profundo frío, pero también veo que pueden ser negros o un gris oscuro.

—Porque me haces sentir en el cielo, Maisie, porque cada vez que te veo, siento que estoy en el cielo, porque eres un ángel ingenuo al que cualquier demonio, quiere corromper, que quiere hacerle tocar el infierno, pero al mismo tiempo, llevarle al cielo—sus palabras son profundas, llenas de deseo, de vehemencia.

—Hay muchas mujeres mejores que yo, Black.

—Pero hay un problema.

—¿Cuál?—mi entrecejo se frunce.

—No son tú, dulce Maisie, no tienen tu esencia, tu ternura, tu ingenuidad —me ayuda a ponerme de pie y me pega a su cuerpo—, y eso que tienes me vuelve loco.

Se siente, quizás sí haya una conexión entre nosotros. Total, los polos opuestos se atraen, sin la oscuridad no existiría la luz y sin la inocencia, quizás, no existiría la lujuria.

Pero quiero saber más de él, no solo lo poco sé.

—Es hora de irnos, Black—murmuro.

Él asiente y nos retiramos del lugar.

Fuera, Sonia y otros dos guardaespaldas, no están esperando.

Black abre la puerta para mí y entró a la camioneta.

Quería alejarme de todo, olvidar todo.

Hola, disculpen por no haber actualizado por unos días, pero estaba en semana de exámenes en la Universidad.

No se olviden de pasar por mi otra historia: Desastre Colateral.

Muchas gracias por leerme.

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Besos derivados e integrados.

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