Capítulo 35🍷

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Maisie

Llegamos al dichoso lugar al que Odette quería.

De hecho parece un club de esos nocturnos en los que puedes pasarte una buena noche con los amigos.

Este lugar está a la vista de muchas personas, por el simple hecho de que parece eso, un club nocturno.

Bajamos de la camioneta y los guardaespaldas nos siguen, como si ellos fueran nuestra sombra.

Las armas las tienen listas para dispararle a alguien. Creo que los Black tienen tanto poder que mas de algún enemigo tendrán.

— Tráeme a mis juguetes, ya —le dice Odeth a uno de estos hombres.

Ella tiene mucho poder, así que el guardaespaldas le obedece a la primera.

De la otra camioneta bajan las dos personas que anteriormente había visto, ambos llevan abrigos negros y como es de esperarse tienen el collar de perro que siempre cargan.

Bajan elegantemente y caminan hacia Odeth.

No hace falta de que ella presente un pase VIP o algo para que la dejen pasar. De hecho, nosotros también pasamos junto con ella.

Por dentro todo el contexto cambia, sí es una especie de club, pero con la diferencia de que aquí algunas de las personas andan a cuatro patas con collares de perro, o sino andan con ropa de cuero que revela mucho de su cuerpo.

Por un lado puedo observar como se llevan a cabo las orgías. Las personas están dentro de una caja de cristal y los expectantes se dedican a ver mientras le infringen un poco de dolor a sus sumisas.

Algunas cargan metida una cola en su recto como si fueran animales. 

El olor a sexo se siente en el aire.

Algunos amos solo se dedican a masturbar a sus sumisas en los sofás que hay disponibles.

Para Odeth esto es lo más normal, como ir al cine o ir de compras, para mí esto es nuevo, algo banal, en donde el plato principal es el pecado lleno de placer.

Y los pecadores disfrutan mucho.

— Pensé que me llevarías al centro comercial a dar un simple paseo —bromeo.

Al principio pensé que ella me llevaría al mismo lugar que Black, en donde veríamos algún poco de sexo en vivo.

Ahora lo veo, pero estamos literalmente cerca, a menos de diez metros de las personas que están follando.

— Creo que eso es aburrido comparado con esto —suelta, con un tono de voz normal, como si estuvieras en un simple club.

— Esto es nuevo para mí —confieso.

—Lo sé—se encoge de hombros—, por eso te traje aquí.

—Estoy procesando mucho—confieso, y no sé por qué suelto una pequeña sonrisa.

Me enfoco en una mujer que está en una mesa, un poco al fondo. Es como Odette, una ama, una domina. La mujer tiene un juguete sexual en su cadera mientras que el sumiso está en la típica posición de cuatro patas. La domina acaricia el juguete y se posiciona en el recto del hombre, ella entra en él y él la recibe con una expresión de placer.

Ella comienza a embestirlo como si fuera un animal salvaje, mientras que el hombre solo se dedica a disfrutar y recibir el placer que le da su ama.     

—Lo está penetrando tan fuerte que ese dildo con una verga falsa va a partirlo —Odeth lo dice muy cerca de mi oído, erizándome la piel en el proceso.

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