Capítulo 26🍷

14.4K 970 214
                                    

Después de presenciar el acto sexual de dos personas en un escenario y mis dos orgamos seguidos, Black y yo, vamos directo a casa.

Solo de recordar esos dos increíbles orgasmos, me dan ganas de más. Mi parte intima se quedó húmeda y eso me incomóda.

Me remuevo un poco en el asiento del auto.

—¿Todo bien, dulce Maisie?—Black acaricia mi mejilla.

Quiero responderle que no, que nada está bien porque quiero más de lo que él le hace a mi cuerpo y mi parte íntima está húmeda. Pero me da vergüenza admitirlo, me da vergüenza que él sepa que yo estoy en este estado por su culpa.

Solo limito a negar con mi cabeza.

Me siento eufórica a causa de esos orgasmos tan placenteros. ¿Acaso todas las mujeres se sienten así después de unos orgasmos o solo soy yo la que me siento así? Y si me siento así, ¿es normal? Tengo mucho que aprender sobre estos temas. No tenia planeado aprenderlos demasiado pronto y mucho menos experimentarlos demasiado pronto. Siempre pensé que a mis treinta años estaría muy bien, porque se suponía que a esa edad iba a casarme con la persona que yo quería e iba a experimentar todo tipos de cosas. Pero ya veo que nada salió como yo lo pensé que saldría. Pienso que el destino ya tenia preparado algo para mí, algo que afrontar a mis veinte años. Soy de las personas que cree que todo pasa por algo.

La venda en mis ojos no me permite ver la ciudad. Yo quería distraerme unos momentos, pero siento que la venda lo único que hace es ponerme mucho más alerta. Activa mucho más mis otros sentidos. Solo uso mi imaginación para tratar de saber en donde estoy. Y es esos momentos cuando revivo los orgamos en mi mente, en como me sentí y qué expresión tenia mi rostro.

Quieeo verle el rostro completamente a Black, para analizar y memorizar sus facciones.

—Estoy un poco cansada—digo, de la nada. Tal vez lo pensé y de la nada salió de mi boca. Pensé en voz alta.

—¿Por qué estás cansada, dulce Maisie?—pregunta con ironía. Suelta una risa ronca que haría que cualquier chica moje sus bragas una y otra vez en un par de minutos.

Mi rostro arde se la vergüenza. Él sabe la razón por la que estoy así y ahora utiliza eso a su favor. ¿Cómo me pude dejar llevar por una emoción del momento?

Suelto un gruñido de molestia.

—No lo sé, Black. Supongo que tú lo sabes todo—suelto un poco enojada.

—Te ves demasiado tierna cuando te enojas, dulce Maisie—escucho como sube una ventanilla—. Tu ternura hace que quiera corromper cada parte de ti, pequeña—de repente ya no estoy sentada en el sillón del auto, sino en sus piernas fuertes—. No sabes las ganas que tengo de hacerte el amor, y en el acto follarte de la manera más dura y rápida posible.

Mi respiración se corta y aunque sé que tengo la venda en los ojos, bajo mi cabeza. Es algo tonto, porque no puedo verlo pero tampoco puedo evitar esa acción.

Sería una mentira si dijera que sus palabras no tuvieron cierto efecto sobre mí. Sus palabras me provocan de una manera muy rápida, a tal punto, que mi parte íntima está palpitando otra vez. Me daría vergüenza que el lo supiera.

En mi entrepierna puedo sentir su erección, y sé que no trata de disimularla.  

—El día que te haga mía seré el hombre más feliz del mundo, dulce Maisie.

Era hora de bajarle un poco el ego. Black afirma las cosas antes de que pasen. Quizás, yo no era una experta en este juego pero no significa que no pueda aprender. Tengo ganas de darle a Black de su propio chocolate. Solo me imagino que algún día lo dejare con las ganas. Y solo espero que no se vengue de mí.

—No adelantes las cosas, Black—digo, muy segura de mí misma—. Todo puede pasar en esta vida, quizás me hagas tuya o quizás no. Todo depende de mí, si accedo o no—sonrío con suficiencia.

Black me da un leve apretón en mi trasero y me pega más a él. Odio que mi cuerpo reaccione, esa es una desventaja de ser virgen. Siento que da mucho más curiosidad y las sensaciones hacen estragos en mí.

—Créeme que haré todo lo posible para que ese sí salga de tus labios—me da un beso en la mejilla—, e incluso, ruegues por más.

No sé que se dice en este tipo de situaciones. Si Kira o Eva, estuvieran aquí, les preguntaría, pero no. Al parecer ambas amigas se olvidaron de mí y Kira, prácticamente me dejó a merced de este desconocido. Ella podría haberme ayudado a salir de aquí, pero no. Ni Asher me ayudó, según entiendo porque el tipo que me tiene cautiva tiene mucho poder. A mí me vale un rábano si tiene o no poder, me importa más estar al lado de mi hermana.

—¿Qué tanto piensas?—Black me coloca en una posición más cómoda y más decente. Ahora mi cabeza descansa en su pecho.

Los latidos de su corazón van a mil por hora. Puedo sentir como baja y sube su pecho de una manera más relajada. Sus manos acarician mis cabellos sin alguna intención lujuriosa y pecaminosa. Me siento más tranquila, más relajada. Estar así me hace sentir como una adolescente, aunque no haya vivido un amor se esos. Aunque solo haya leído un amor de esos en los libros.

Sonrío ante ese pensamiento. ¿Cómo hubiera sido todo si Black me hubiese hablado desde que éramos apenas unos adolescentes? O creo que la pregunta más acertada es: ¿Me hubiese llevado con él cuando era una adolescente?

Bueno, la verdad no creo. Él dice conocerme desde hace algún tiempo, no sé si desde niña o adolescente, pero por algo no se atrevió a llevarme  con él. Por algo tenía mis fotos desde pequeña y aún recuerdo que una vez él me dijo que hay cosas que yo aún no sé, pero sabré mucho más adelante. Solo espero que no sea nada malo.

—Muchas cosas—digo, más para mí que para él.

—¿Será que yo podré ser uno de esos pensamientos?—puedo sentir su aliento muy cerca de mi rostro.

—Tal vez sí, tal vez no.

—Esa no es una respuesta, pequeña—su tono de voz es más relajado. Como digo, me siento como una adolescente nuevamente.

—Para mí, sí lo son—levanto mi mano y trato de buscar su rostro hasta que lo encuentro. Poso mi mano en su mejilla.

—Que agradable se siente tener en mis brazos, dulce Maisie—acompaña sus palabras con un suspiro.

—Estás muy loco, Black—niego con la cabeza y sonrío. Me gustaría poder ver la expresión de su rostro en estos momentos, pero no puedo.

—Admito que sí, estoy muy loco, dulce Maisie—me da un beso en mis labios—, pero solo por ti, Maisie Rose Wilde.

Sonrío como una tonta.

Estoy exhausta y las caricias de Black en mi espalda, no ayudan en nada a mantener despierta.

No sé cuanto falte para llegar a casa. Comienzo a cerrar mis ojos y de pronto caigo dormida. 




Aquí un nuevo capítulo, muchas gracias por esperarme y especialmente por leerme.

¡Gracias por esos 60k! 🎉

Ya estoy preparando el especial dd navidad.

Pueden unirse a mi pequeño grupo de lectores: Lectores del Pandemonium

Booknet: Dinah Lu
Instagram: Itspandemonium
Instagram: dgldeleon
Twitter: DGLdeLeon

Besos derivados e integrados.   

INEFABLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora