Y el profesor que tanto me aburría finalizó la clase con una reflexión sobre la rapidez del tiempo y de los errores que nunca podrás solucionar. No puedo decir mucho más sobre esa reflexión, estaba tan ansiosa que era incapaz de prestar atención a las palabras de ese hombre canoso de estatura baja y barba incipiente.
Tendría que leerme los apuntes en casa unas cuantas veces para recuperar estas horas pérdidas. Recogí mis cosas y las guardé en mi bolso, el cual me colgué después.
Miré a María que me miraba nerviosa, sonreí y le guiñe un ojo intentando tranquilizarla, funcionó. Respiró hondo y le echó una mirada a Ignacio que estaba a punto de disponerse a salir de clase.
María cogio todas sus posesiones y corrió hacia la puerta, chocándose con él. María gracias al golpe cayó al suelo de culo tirando a su alrededor todas sus pertenencias. Empezó a gimotear y a decir obscenidades mientras se limpiaba el pantalón, aún en el suelo.
—Perdona, no te había visto.— susurró muy avergonzada prueba de ello, es que miraba a suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo.
Se incorporó y se puso de cuclillas para recoger sus cosas. Ignacio se quedó estático mirando a María, sacudió su cabeza y se agachó a ayudarla.
—No pasa nada. Yo tampoco te había visto.— le mostró una pequeña sonrisa tranquilizadora y le dio su carpeta.— Intentaré no tirar tus cosas la próxima vez que nos veamos.— se levantó y le sonrió por última vez antes de irse.
María se giró hacia a mi y levanté el pulgar más que satisfecha. Un buen trabajo. Espero que no dude en pedirme cualquier favor.
Caminé hacia Javier que hablaba con un chico algo más alto que él, moreno, algo mayor que Javier. Y no me sorprendería, en la universidad se veía a personas de más de treinta años, antes chocaba verlas pero con la situación actual es algo de lo más normal. No conocía al chico,— no presto atencion a los de mi clase dentro de clase, extraño.— me acerqué y lo abracé.
—Hola, perdona.— me disculpe ante la interrupción .— Ya le he hecho las pruebas. Definitivamente, es bueno para tu hermana.— sonreí y besé su mejilla ilusionada.
—Luego nos vemos, tío.— se despidió con un movimiento de mano y luego esta rodeó mi cintura.—¿Y cuál es el siguiente paso?
—Tengo que hablar con él y hacerme su amiga. Soy muy sociable, ya lo sabes. No me será difícil. Hablaré con él mañana en los descansos o no sé.— caminamos hacia el aparcamiento.
—No quiero contacto físico, solo te aviso.— advirtió amenazante, asentí y pose mis labios sobre los suyos con delicadeza.
Sus dos manos cubrieron mi cintura y me atrajeron aún más a él. Después de ese movimiento, una de sus manos tocó mi mejilla y la mantuvo ahí, en esa zona que se volvía de un tono rojizo por este momento de acción, mientras el beso se intensificaba. Mis dedos se enredaron en su pelo y recorrieron su nuca, evitando nuestra separación. Pero solo por unos segundos, debíamos ir al coche y ponernos en marcha.
—Ven a casa, una película, ya sabes.— propuse de manera convincente, a mi parecer.
Siendo sincera no quería ver ninguna película, quería estar con él. Y no solo hablo de pasar tiempo junto a él, que también. Dos meses sin hacer nada de nada estaban empezando a pasarme factura. Y sus besos y sus roces sin querer no hacían otra cosa más que excitarme. Necesitaba estar con él, en el sentido más íntimo de todos y lo necesitaba ya.
—No sé...— rascó su nuca mientras hacía una mueca mostrandome su posible decisión.— Mis hermanas no han traído hoy el coche, debería llevarlas.
—Cariño, vamos. No pongas excusas, que no me las trago.
—No son excusas, es en serio. Habéis venido andando esta mañana.— explicó serio.
—No les importara. A ver, ¿cómo lo digo de manera suave?— me pregunté a mi misma, eché mi pelo hacia atrás y suspiré. Me acerqué a él y besé su cuello.— Necesito follar, ya o ya. No quiero presionarte pero es lo que hay. Dos meses, cielo, ¿sabes lo que es eso para una tía que antes no tenía este problema?— hablé atropelladamente mostrando mis ansias por tenerlo entre mis piernas y gritar como una loca.
Debo mejorar esta forma de expresarme. Tengo la sensación de que soy muy brusca, lo mejoraré con el tiempo, supongo.
Él empezó a reírse escandalosamente del ridículo que estaba haciendo y yo enarqué una ceja, a punto de soltarle una obscenidad y marcharme ofendida.
—Vamos al coche.— habló entre risas.
—Deja de reírte. Te lo digo muy en serio, no estoy acostumbrada a esto.— tiró de mi llevándome al coche.
—Debería haberte grabado y después habérselo enseñado a Vanessa y a Erica.
—Imbécil... ¿Quieres abrir el coche?— dije cuando nos paramos delante de ese coche negro que cada vez me gustaba más.
—Tengo la sensación de que me lo voy a pasar muy bien...
No, no lo iba a pasar bien. Iba a torturarlo, iba a hacer que tuviera las mismas ganas que yo. Yo sí que me iba a divertir y no sabes cuánto...
**
Hola!
Bueno pues en el próximo capítulo hay marcha ;)
¿Qué os ha parecido el capítulo?
¿Qué os parece Ignacio?
¿Y las ansias de Kate por ******?
El próximo día en el que colgaré capítulo será el viernes, casi seguro.
Os quiero!♥
Votar, comentar, hablarme por dm, seguirme... No sé, lo típico C:
Sólo quiero que os manifestéis y si es por medio de la historia mejor!!!Hasta luego!
-Andrea.
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Before sex
RandomKatherine Johnson una chica con problemas para comunicarse de... una manera normal. No hay forma de que aprenda a comunicarse de otra manera... o sí. Siempre habrá alguien que podrá ayudarla, pero claro ella no es consciente de eso hasta que es dema...