Capítulo 37

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Jesucristo, me iba a doler todo el cuerpo, despertaba y apenas podia abrir los ojos, lo escuché hablar, Christian no era lo que aparentaba un pomposo arrogante. Era amable, gentil conmigo, preocupado por mi hijo?¡ solo lo había visto una vez, pero se preocupó por él. Debía contarle porque le temía a Paul solamente Kate, Hanna y ahora Mia sabían mi historia.

Pero no me esperaba que me dijera lo siguiente y sin ninguna vergüenza.

-Vamos a comer Nena, y de ahora en adelante la única droga que vas a consumir será mi polla en tu interior, el sexo es tan adictivo como la cocaína y yo me estoy haciendo adicto a ti-

Si con esas palabras me estaba diciendo que me quería para él, no se que diablos significaba, pero no quise preguntar. Me puse su camisa otra vez sin ropa interior.

Almorzamos, traté de comer la sopa, pero lo sólido, pobre muy poco, aún no vomitaba nada, pero la bulimia según lo que me dijo aquella vez el médico es un estado mental, comía tanto para compensar mi falta de apetito que después corría al baño a expulsar todo y eso me tenía a dos pasos de una anorexia. Junto a mis problemas de drogarme, pero desde que Christian me tenía en su cama, no lo había necesitado aún.

Mis ciclos ovulatorios nunca más fueron los mismos, tenía un DIU pero aún así no me llegaba mi periodo de manera normal, eran cada 3 meses o se me presentaba una amenorrea de 4 meses. Sin contar todos los órganos que le faltaba a mi cuerpo por la vida que me daba es cerdo asqueroso de Paul.

Me bañe después de almuerzo, Christian obviamente me acompañó, pero no me follo, me cuidó y me limpió, me dio mimos y besos suaves, para cuando terminó, yo estaba llorando otra vez, era como si hubieran abierto una represa a mis ojos y las lágrimas retenidas por 17 años salieron sin control.

-Nena, no llores, me estás matando.....Ana, debes contarme tu historia para que pueda saber como ayudarte-

-Es algo que da vergüenza y al mismo tiempo entiendo que es mi castigo por enamorarme de quien no debía y pagar por mi error-

Me secó con una toalla esponjosa, me puso una de sus camisetas y me llevo a la cama, me dejó ahí. Él estaba mojado pero solo humedecio la camiseta que me puso, Jesús, que trabajado estaba. Tenia un culo de esos que ves en revistas de CQ o de ropa de modelaje. Lo vi que se secó y se puso un bóxer, esa polla en descanso era un monstruo.

Llego a la cama y se colocó detrás de mi, abrió sus piernas y me hizo que me recargara en su pecho y me abrazó. Me sentía protegida.

-Cuentame nena, no te guardes nada, aquí estoy- suspire.

-Amo a mi hijo por sobre todas las cosas, él no es hijo de Paul, él es hijo de mi primer esposo, un hombre que me lo dio todo y no pudimos disfrutar de nuestro amor, el......murió; yo lo amaba y él a mí. Lo conocí en la empresa de mi padre, nos gustamos y bueno para enamorarte no hay tiempo, así que creo que fue amor a  primera vista. Yo no sabia que mi padre me tenía tratada con Paul Clayton, así que yo era seria un intercambio de negocios, mi esposo tenía tu nombre, Christian.- seguí mi relato.

-Nunca pensé que pedirle casarse conmigo para salvarme de ser la esposa de un cerdo, hiciera que mi padre me obligara a mentir y traicionar el amor que nos prometimos. Fue por ello, que cuando mi padre nos descubrió, fuimos llevado a una estación de policía, me negué a traicionarlo, pero me amenazó con matarlo y vi como le daban la paliza de su vida a través de un monitor. Firme su sentencia de prisión, pero en realidad, sin saberlo firme su sentencia de muerte.

-Porque....dices eso...- su voz era suave y  con dudas.

-Lo acuse de secuestro y otras cosas, si lloraba o hacia algo que me delatara, Raymond Steele lo mataría. Y sabia que podía hacerlo, mi padre es un hombre corrupto, lleno de mierda y capaz de hacer cosas atroces, Paul es de la misma calaña-

NO PUEDO ARRANCARTE DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora