Capítulo 12

470 49 1
                                    

-He visto tu mensaje y... Aquí estoy.- Dije sin más, sin miedo. Conseguí reprimirlo porque Jason no pareció mostrar ningún tipo de intención ofensiva. Al contrario, permaneció tranquilo y con el machete abajo. Ni siquiera lo alzó al verse sorprendido.

Sabía que no comentaría nada, él no hablaba, pero esperé que hiciese algo que me dijese, de cierta manera, qué era lo que tenía que hacer yo. Estaba en blanco, sin ideas.

Ante mi silencio, salió de la cabaña casi arrollándome en el proceso, menuda corpulencia la suya, y rescató el atizador de la pared. Arrancó la nota, que se arrugó en su mano y tiró ambas cosas por el suelo. Después me agarró por el brazo y me obligó a andar a su vera.

-¡Au! - Me quejé de inmediato, notando como mi pulso se aceleraba. ¿Qué quería? ¿Hacia dónde me llevaba? ¡Vaya fuerza!

Entramos en una caseta austera que colindaba con el límite de la vegetación. Recorrimos una especie de cocina toda sucia, un pasillo y luego se agachó para abrir una trampilla con la mano que le quedaba libre. Aunque pude vislumbrar una habitación vagamente iluminada más allá, no tuve tiempo de echarle un vistazo. Jason me apuró a descender al túnel que se abría justo debajo del lugar.

-No podré tirarme si no me sueltas. Me haré daño.- Así que aceptó, me liberó y después pude sujetarme del suelo para dejarme caer allí.

A priori el túnel tenía la pinta de unas catacumbas, la clase de sitio que estaría plagado de insectos y topillos. Me sobé el antebrazo y me hice un poco hacia delante para que mi acompañante, llamémosle de esa forma, pudiera entrar también.

Es cómo la galería aquella. La que salía en el Remake que hicieron en 2009.

Idéntica. Incluso las bombillas morroñosas del decorado estaban sujetas a ambos extremos del corredor, dotando de un poco de luz artificial a la cueva. Debería haber robado litros y litros de queroseno.

Avancé y me fijé en la enorme cantidad de cachivaches que habían esparcidos por doquier. Bicicletas oxidadas, bidones de gasolina, ruedas y hasta objetos sacados de otra época, como una caja de música estropeada. Si, si, esas que daban un mal rollo que te cagas, con una bailarina en medio.

No hice ningún comentario y avancé esquivando ratas hasta llegar a una parte donde el camino se dividía en dos. Entonces zozobré y Jason puso su diestra en mi espalda, apurándome a que continuara. Puede que no fuese su intención, pero el toque me hizo tropezar de lo duro que lo dio, trastabillé y me agarré a una estantería vieja que se vino abajo. El estruendo de cosas al caer llenó la gruta.

-Lo siento.- Recogí algunas de inmediato, apilándolas de cualquier forma, más él cerró su zarpa entorno a mi muñeca y me forzó a proseguir.

Me llevó hasta un recoveco dónde había improvisado un camastro y a continuación me tiró contra ese colchón percudido por el paso del tiempo. A pesar de todo, estaba en mejores condiciones que el de su casa y no caí mal. Solo tuve que acomodarme un tanto para acabar sentada.

Aquel enmascarado y yo quedamos frente a frente. Bueno, para ser sinceros, mi cara estaba a la altura de su entrepierna (no olvidemos que seguía de pie) Tragué saliva por acto reflejo al recordar lo que pasó entre nosotros y lo que hicimos en mi sueño. Jason se inclinó hacia delante un instante después. Apoyó la rodilla en el lecho y me apresó entre su cuerpo y la cama.

Vaya... No se cortaba un pelo. ¿Era esa su forma de decirme que quería que me bajara al pilón por segunda vez? No iba a poder si seguía presionando su estómago contra mi rostro y dejándome, por cierto, sin aire. ¿Acaso disfrutaba asfixiando a sus victimas de diversas maneras?

De pronto se apartó y escuché un sonido metálico. La verdad es que solo quería agarrar unas cadenas enormes con las que, recalco, se arrodilló y me ató. Dejé escapar una risa nerviosa por mis pensamientos eróticos. ¿Desde cuándo me había convertido en una masoquista plagada de fetiches? Esto llamó su atención, que se detuvo durante un par de segundos para contemplarme en silencio.

 ¿Desde cuándo me había convertido en una masoquista plagada de fetiches? Esto llamó su atención, que se detuvo durante un par de segundos para contemplarme en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Es solo que me esperaba otra cosa, no ser esposada. Habría apagado los faros de la caravana. ¿Sabes? Los dejé encendidos y se comerán la batería de Lucille.

No entendió nada y me terminó de apresar. Con las mismas se incorporó, comprobó que tuviera la autonomía de moverme al menos un poco, girarme, y se hizo con las llaves.

-Esto es innecesario, por cierto. No voy a irme, acabo de llegar.

Entendí su comportamiento. La última vez dije lo mismo y aproveché su momento de mayor debilidad para salir por piernas. Era normal que, en aquella ocasión, quisiera tenerme prisionera. Era una forma de garantizar que cumpliese de verdad con mi palabra.

-¿Al menos podrías traeme el cartón de tabaco que tengo en el asiento del copiloto? Me he acabado la cajetilla que llevaba encima durante el viaje. Si, cinco horas conduciendo para llegar a Crystal Lake.

No hubo respuesta. Me quedé sola en mi nuevo y recién estrenado zulo. Se largó.

Confesaré que ni en mis más descabelladas fantasías habría apostado ser secuestrada por Voorhees. ¿Y ahora? ¿Ahora qué? ¿Estaría predestinada a descubrir todos los emplazamientos de Viernes 13?

Me tumbé y debatí mentalmente qué debería hacer. Adoraba la camiseta que llevaba, de Michael Myers, y no querría que me la arrancasen y la redujeran a un montón de trapos. Tal vez fuera sensato quitármela. Dicho sea de paso. ¿Eso le molaría? Encontrarme en pelotas, tal cual dios me trajo al mundo. Sería la forma más rápida y certera de acabar teniendo algo parecido a lo que sucedió en mis enajenaciones oníricas.

No obstante... ¿Buscaba eso? ¿Buscaba tirarme a un muerto viviente que además había matado a mas de cien personas?

Me mordí el labio inferior y me saqué las zapatillas y los pantalones. Sí. Me apetecía.


Veintisiete veces 13 [ Jason Voorhees - Friday The 13th ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora