Chapter 6

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Ya no nos llevábamos conociendo menos de un mes, ahora llevábamos conociéndonos casi un mes. Pronto acabó marzo, y con eso, la semana faltante para pasar la brecha de desconocidos y oficialmente ser buenos conocidos.

Aunque lleváramos actuando como amigos desde prácticamente el minuto uno. Desde mi primera performance, hasta esa noche donde se mostró roto. Eran barreras que solo sobrepasaba la amistad.

Nosotros rompimos las paredes una a una como si fueran de papel maché.

Yeonjun ya se encontraba mucho mejor, no habló sobre lo que pasó. Por supuesto, yo no lo obligaría tampoco.

—Asiente si crees que "I like it when You sleep, for You are so beatiful yet so unaware of it" es un título ridículo.

No asentí, solo le miré, sentado dos escalones arriba del suyo.

—¡No puedo creerlo Gyu! ¡Es demasiado largo! ¡Es innecesario! —se quejó lanzándome una fritura. Sí, Yeonjun incluso empezó a llevar cosas para merendar.

Me encogí de hombros. No podía explicarle lo que el título implicaba, lo significativo que era, y lo mucho que me gustaba que fuera tan absurdamente poético y extenso.

—Debí guardarme esta pregunta para hacerla por mensajes —dijo arrepentido.

"Igual no la respondería"

Porque mis mensajes nunca sobrepasaban las dos líneas, es algo que él todavía no podía aceptar. Me lo reprochaba en cada oportunidad. Pero yo no dejaba de ser preciso en mis respuestas.

Nuestro chat se resumía a links de vídeos de youtube y Yeonjun preguntando mucho sobre muchas cosas... Y yo respondía a sus preguntas con más links.

No había mucha diferencia en mi manera de expresarme independientemente del método.

—¿Sabes qué título es genial? Made In The A.M —dijo muy seguro, con ese brillo en sus ojos que aparecía cada vez que estaba por explicar su punto de vista—. Hecho en la madrugada, me pregunto si de verdad fue así. Me pregunto qué tan auténticos son los títulos de los álbumes. Qué tanto valen en comparación de su contenido.

Esa era una cuestión que valía la pena investigar. Yeonjun seguro captó el momento en que mi cara mostró absoluto asombro, y por eso, subió los dos escalones que nos separaban, quedando frente a mi.

—Tus expresiones son tan bonitas —su dedo paró en mi entrecejo, presionándolo— eres el crush más lindo que he tenido en mi vida.

Mi ceño se fruncio bajo su dedo.

—¿Qué? ¿Te sorprende? —su sonrisa llena de chulería me irritó un poquito, alejé su mano de mi rostro—. ¿Cuantos crushes has tenido tu? A ver si también me pones celoso.

Quise decir «No eres mi crush. Y no estoy celoso» pero no salió, porque eso sería mentira.

Menos mal que mi silencio nunca sería mal interpretado.

Decidí jugar, levantando un solo dedo. Yeonjun se vio confundido y emocionado.

—¿Uno?

Asentí.

—¿Uno además de mi, o solo yo?

Me encogí de hombros, pero Yeonjun puso ambas manos sobre ellos y los bajó a su lugar.

—Deja de hacer eso ¡me haces querer hacer una rabieta!

Y lo hice de nuevo.

—¡Voy a llorar como un bebé si no respondes mi pregunta!

¡¿Cuantos años tenía Yeonjun?! ¿Ocho?

Se puso de brazos cruzados, haciendo un puchero con sus abultados labios de patito que se me hacían tan adorables.

No me hizo falta llamar su atención, siempre me estaba mirando. Le mostré mi puño cerrado. Besé mis nudillos una vez y luego saqué un dedo. Uno. Besé mis nudillos dos beses y formé un cero.

—¿Qué rayos signifi-

Me incline y besé su mejilla una vez, y luego una segunda vez, alejándome solo lo suficiente para ver su rostro deformado por el asombro.

—¿T-tu...? —llevó una mano a su mejilla—. Hazlo otra vez.

Besé su mejilla dos veces de nuevo, apoyando mis manos en sus hombros.

—¿Cero quiere decir ninguno antes de mi?

Asentí, volviendo a dejar más besos.

—No puedo creerlo —pataleó— tengo unos jodidos veintiún años y siento que estoy a punto de colapsar por dos besos en la mejilla, ¡La falta de intimidad me tiene mal!

No pude aguantarlo más. De todas las veces en que quise carcajearme estando con él, esa fue la primera que dejé el sonido salir de mi boca. Tuve que apretar mi estomago con mis brazos por las cosquillas que me causaba hacerlo.

—Dios —sus manos pararon en mis caderas, cuidando que no cayera de espaldas por las escaleras— Acabo de encontrar mi sonido favorito en el mundo.

Y yo mi cosa favorita para hacer, siempre y cuando fuera Choi Yeonjun quien lo provocara.

Amado silencio. | yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora