Amado silencio. | yeongyu

Chapter 18

El frío era insoportable. Las capas de ropa no mantenían en calor mi cuerpo y solo conseguía temblar. La bufanda me picaba en el cuello, volviéndolo rojo por el roce con la piel. Los calcetines de lana eran demasiado gruesos, y mis zapatillas me sentaban más pequeñas.

Todos estos detalles no eran algo que usualmente me enojara, solía pasarlos por alto. No tomarme la molestia de salir de casa y ahorrármelo, no ir al metro que en esas fechas era lo más cercano a un congelador.

Dejar de ir sería imposible, claro. Con mi cabeza como estaba en ese momento.

No podía llevar los audífonos para asegurar que no se dañaran con las bajas temperaturas, aunque mi madre me dijera que estaba bien, que lo soportarían.

Cruce las mismas calles, el mismo anden, y tomé el tren en la misma dirección, llegando al mismo lugar, pero con mi corazón triste ya no me parecía lo mismo.

Aun si nevaba, si las paredes se volvían hielo y el suelo resbaladizo, si Yeonjun hubiera estado allí para mi seguiría siendo más cálido que cualquier otro sitio.

Pero no, ni siquiera en nuestro chat estaba presente.

Recorrí el largo pasillo de la estación mirando cada banca y cada mancha en el suelo. Daba vueltas, mis dientes castañeaban y mis mejillas se sentían tiesas.

Alguien bajó las escaleras completamente tapado, con un gorro y botas para nieve, muchísimo más abrigado que yo con todas mis capas de ropa.

Esa persona paró a esperar en el andén que Yeonjun siempre usaba para volver a casa. Entonces, le miré bien.

Esa estatura, el cabello rubio que sobresalía del gorro...

"Taehyun"

No podía llamarle. Con mis manos volviéndose puños en mis bolsillos me acerqué, mis pasos le hicieron consiente de mil presencia, y al voltear, su expresión demostró que me reconocía.

—¡Beomgyu! —No le vi sonreír ya que llevaba un tapabocas y encima una tupida bufanda—. ¿Qué haces aquí?

Luego de preguntar negó, seguramente cayendo en cuenta de que yo no iba a responder como esperaba.

—Cuando Yeonjun me dijo que se encontraban en una estación, no pensé que se tratara de esta, de todas las que hay.. —miró al techo, como preguntándose algo a si mismo— Bueno, quizás es porque es esta precisamente.

Murmuró en un tono tan calmado que me molestaba. Quería gritar, saber dónde estaba Yeonjun y qué hacia él allí.

—Lamento que él no pueda venir a verte Beomgyu, sabes que no está bien últimamente —dijo casual— Soobin lo cuida.

¿Yeonjun estaba enfermo?

—Fui a buscar esto, hace unos meses le pidieron a Yeonjun que viniera por el —Taehyun sacó un papel de su chaqueta, era un cheque, o eso parecía— es un cheque por los años de trabajo de su padre —lo guardó de nuevo—. No sabía que se compensaba a las familias cuando un empleado moría, pero supongo que es por el tipo de trabajo que el señor Choi hacía.

¡¿El padre de Yeonjun murió?!

En su momento, un par de días después de verlo llorar, Yeonjun me había comentado que todo estaba bien, pero nunca volvió a hablar del estado de su padre. Simplemente hizo como que ese accidente nunca ocurrió.

—Menos mal que estaba contigo ese día, no sé que hubiera pasado si nadie estaba para él en ese momento, sobre todo con la condición de la señora Choi.

"Ese día..."

—¿Beomgyu?

Retrocedí.

La cara de Taehyun se volvió pálida cuando me miró.

—¿Beomgyu?... No me digas que tu no...

Seguro cayó en cuenta de la cantidad de bombas que había lanzado sin cuidado sobre mi, mientras yo sentía que estaba a punto de desmayarme.

—Ese idiota —chistó Taehyun.

El tren anunció su llegada.