Continuando con la historia del niño que sobrevivió; Alexa Weasley se encuentra en su 5to año en Hogwarts junto a su mellizo, Ron Weasley. Por otro lado, el segundo hijo del que no debe ser nombrado vuelve a Inglaterra para reencontrarse con su padr...
El día del primer partido de Quidditch de la temporada se acercaba: Gryffindor contra Slytherin. Dado que hacía mucho tiempo que no se jugaba la Copa de Quidditch, el inminente encuentro había producido grandes expectativas y emoción. Como era lógico, los de Ravenclaw y los de Hufflepuff demostraban un vivo interés por el resultado del partido, pues ellos jugarían contra ambos equipos aquel año.
La mañana del partido amaneció fría y despejada. El Gran Comedor estaba casi a rebosar. Los alumnos hablaban más alto de lo habitual y reinaba una atmósfera llena de vida y de entusiasmo.
La mesa de Slytherin vestía, además de los acostumbrados gorros y bufandas de color verde y plateado, una insignia de plata con una forma de corona con las palabras: A Weasley vamos a coronar, grabadas en ellas. Muchos de los alumnos de Slytherin saludaron con la mano a Ron, quien parecía escoltado por Fred y George.
Llegaron a la mesa de Gryffindor y recibieron una calurosa bienvenida. Todos estaban vestidos de rojo y dorado y festejaban la llegada de los tres miembros del equipo.
- Debo estar muy loco - dijo Ron en un susurro ronco.
- No seas tonto - repuso su hermana con firmeza y le pasó un tazón con cereales. - Jugarás muy bien - le aseguró con una tierna sonrisa.
- Voy a jugar mal - le contradijo su mellizo - Soy malísimo. ¿Cómo se me ocurrió meterme en semejante lío?
- Controláte - le ordenó Harry severamente - Piensa en la atajada que hiciste el otro día con el pie.
- Eso fue un accidente - susurró apenado. - No lo hice a propósito. Resbalé de la escoba, y en el momento en que intentaba volver a montar en ella le di una patada a la quaffle sin querer.
- Bueno - dijo Harry recuperándose rápidamente de aquella desagradable sorpresa - unos cuantos accidentes más como ese y tendremos el partido ganado ¿no?
- ¡Hola! - saludó entonces una voz tenue y soñadora detrás de ellos.
Todos levantaron la cabeza: Luna Lovegood estaba en la mesa de Gryffindor y había conseguido un gorro con forma de cabeza de león de tamaño natural.
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- Miren lo que hace... - dijo de la nada y levantó una mano para darle unos golpecitos con la varita a su sombrero. El gorro abrió la boca y soltó un rugido extraordinariamente realista que hizo que todos los que habían cerca pegaran un salto. - ¿Verdad que es genial? En fin... ¡Buena suerte, Ronald! - y tras decir eso, se marchó.
Pasados diez minutos quedó claro que Ron no podía ingerir nada más. Cuando los miembros del equipo se levantamos de la mesa, Hermione se levantó también.
- ¡Buena suerte, Ron! - le deseó poniéndose en puntas de pie y besándolo en la mejilla. - Y a ustedes también, claro - dijo un poco nerviosa.
