Decisión

10.7K 681 35
                                    

Una vez llegada las tres de la tarde del día siguiente, Mattheo se dirigió al bosque en busca de Alexa. Caminó de aquí para allá, un poco nervioso. El día anterior, con todo lo que había pasado, tenía miedo haya dicho algo de más.

- Hola...

La pelirroja apareció detrás de unos árboles. Su color de pelo se veía más radiante frente al contraste con el verde del bosque.

- ¿Qué me tienes que decir?

Se estaba muriendo de los nervios.

Tomó una bocanada de aire, y habló rápido.
- Con Harry, Ron y Hermione queremos organizar un grupo de DCAO para aprender de manera práctica, ya que en la clase no lo hacemos. Queremos juntar a todos los interesados, nos reuniremos mañana.

- Yo... No sé si es una buena idea, Alexa. Es muy difícil para mí escabullirme de Draco y Tom cada vez que quiero salir contigo.

La mirada que le regaló, tan decepcionada, le partió el corazón. Odiaba que lo viera así.

- Oh... - dijo un poco defraudada.
- Pensé que te gustaría la idea, pero bueno, al fin y al cabo, del que nos queremos  defender es de tu padre.

- No quise decir eso, Alexa. No estoy de su lado y lo sabes. Pero se me es difícil huir de ellos, imagínate lo difícil que sería escapar para cada clase de esas.

- No quiero ser una carga para ti.

- Alexa, nunca serás una carga para mí. Cada escapada ha valido la pena, créeme. Veré que puedo hacer, ¿sí?

Ella no sabía que él volvería a escaparse unas infinitas veces más.  Y lo repetiría sin cesar.

La pelirroja asintió, un poco más convencida.
- Nos reuniremos mañana a esta misma hora, en Cabeza de Puerco.

Imitó su acción, y la vio largarse del bosque.

Mattheo se adentró un poco más entre los árboles, reflexionando. Caminó sin darse cuenta por el césped, hasta que este se hizo escaso, y comenzó a pisar tierra firme y seca. Alzó la cabeza, y se topó con una cabellera rubia que acariciaba una especia de caballo, con un cuerpo esquelético, rostro de rasgos reptilianos y unas alas de aspecto curtido que recordaban a las de un murciélago.

- Mattheo Riddle - pronunció la chica sin mirarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Mattheo Riddle - pronunció la chica sin mirarlo. Asumió que se trataba de Lovegood, lo sabía porque algunos la llamaban Lunática. Y no tardó en darse cuenta por qué: ella estaba descalza. 
- ¿Qué te trae por aquí?

- ¿Qué son? - preguntó curioso, mirando a los bichos delante de él.

- Thestralls - le respondió sonriente.
- Solo pueden ser vistos por las personas que vieron la muerte.

- ¿A quién viste tú?

- A mi mamá. Era una gran bruja, pero le gustaba experimentar. ¿Tú a quién viste?

Suspiró, ni siquiera sabía porque estaba confiando en ella. Pero tenía una mirada... bastante bondadosa.

- Este verano... vi a mucha gente morir.

- ¿Son esos pensamientos los que te llevaron aquí?

De seguro esta chica es Ravenclaw, pensó.

- No. Es más como... un amor a escondidas con alguien que quiere hacer el bien... y yo estoy destinado a hacer el mal.

- El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino - dijo con voz inspiradora.

- ¿Dices que me arriesgue?

- Si Alexa te hace feliz, ve a la reunión.

- ¿Tú irás?

Sabía la respuesta, pero tenía que parecer educado.

- Claro - afirmó sacando una manzana roja de su bolsillo.

-¿Por qué?

- Prefiero que tiemble mi voz, antes que no decir nada - dijo arrojando la manzana al suelo.

Mattheo sonrió negando con la cabeza.
- Ravenclaw y su don para la elocuencia.

Ambos se quedaron observando como el thestral mordía la fruta, en silencio. La verdad era, que desde que conoció a Alexa, la oscuridad se desvaneció de su cuerpo. Sin embargo, ese mismo acto, provocó la furia y destierro de su familia, para siempre. Los problemas abundaron desde entonces, e hizo de su vida un caos. Pero nunca, nunca en la vida, se arrepentiría de eso. Al instante que conoció esos ojos celestes, su destino cambió. Pensó que no tenía escapatoria, pero ella, logró sacarlo de ahí, y convencerlo de que podía tener un futuro mejor. Estaba dispuesto a soportar cualquier cosa para estar con Alexa libremente, como ambos, aunque aún ella no lo supiera, querían. Afrontar la oscuridad juntos, para luego subir a la claridad y poder vivir como deseaban, pero tomados de la mano.

Mattheo Riddle y Alexa WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora