La serpiente y el veneno

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- ¡ALEXA! - gritaba Hermione a media noche -¡ALEXA!

- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? - preguntó sobresaltandose en la cama.

- Necesito que me acompañe - dijo la severa voz de McGonogall en la habitación, se la notaba cansada y muy preocupada.

Alexa obedeció sin quejarse y siguió a la Jefa de su casa

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Alexa obedeció sin quejarse y siguió a la Jefa de su casa. Bajó las escaleras y se encontró a los gemelos y a Ginny con la misma cara de confusión que ella.

- Profesora, ¿podría decirnos que está pasando? - pidió sonando lo más tranquila posible.

- Vamos a ir al despacho de Dumbledore, puede que su padre esté herido - informó apresurando la caminata.

- ¿Herido? - preguntó George alarmado.

- ¿Puede? - añadió Fred de la misma manera.

- Sí, por eso necesitamos apurarnos.

Las cuatro chicas y los gemelos entraron al despacho del director y se encontraron con Ron extremadamente pálido y conmocionado, a Dumbledore caminado de aquí para allá hablando con los cuadros de los ex directores y a Harry empapado de pies a cabeza en un sudor frío y con un notable dolor en la frente.

- ¿Recuerdas donde estabas ubicado cuando presenciaste el ataque? - preguntó Dumbledore con seriedad.

- Yo era la serpiente - afirmó Harry - Lo vi todo desde la posición de la serpiente.

Hubo un momento de silencio; entonces Dumbledore volvió a hablar.

- ¡Everard! - dijo enérgicamente - ¡Y tú también, Dilys!

Dos personajes que parecían sumidos en el más profundo de los sueños, un mago de rostro cetrino con un corto flequillo negro y una anciana bruja con largos tirabuzones plateados que estaba en el cuadro de al lado, abrieron de inmediato los ojos.

- Es pelirrojo y usa anteojos - especificó Dumbledore.

El mago y la bruja asintieron y se desplazaron hacia un lado de sus respectivos marcos y desaparecieron.

- Señor... - dijo Harry con un hilo de voz.

- Necesito que investigues - habló el director a Fawkes, su fénix.

- Ronnie, explícame qué pasa - suplicó su melliza preocupada.

- Harry tuvo una especie de visión - le dijo susurrando - Vio a papá siendo mordido por una serpiente.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? - preguntó apresuradamente.

- No sé, Lexi, no lo sé - suspiró agachando su cabeza.

Alexa lo miró y se acercó delicadamente. Lo rodeó con los brazos y notó como Ron la abrazaba con fuerza, como si necesitaba hace rato ese momento.

- Gracias, Lexi - dijo sobándose la nariz y ella respondió con una tierna sonrisa.

Mattheo Riddle y Alexa WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora