Continuando con la historia del niño que sobrevivió; Alexa Weasley se encuentra en su 5to año en Hogwarts junto a su mellizo, Ron Weasley. Por otro lado, el segundo hijo del que no debe ser nombrado vuelve a Inglaterra para reencontrarse con su padr...
En el Gran Comedor los alumnos se sentaban en cuatro largas mesas, cada una correspondiente a una casa:
Ravenclaw,
Gryffindor,
Hufflepuff,
Y Slytherin.
Bajo un techo negro idéntico al cielo estrellado, las velas flotaban en el aire y los fantasmas plateados deambulaban por las mesas.
- ¿Quién es esa? - preguntó Ron con la vista en la mesa de los profesores.
Todos miraron a donde el pelirrojo señalaba, encontrándose con una mujer de pelo corto y rizado, de estatura bajita y rechoncha.
- ¡Es Umbridge! - exclamó Harry - ¡Estaba en mi audiencia! ¡Trabaja para Fudge!
- Bonito abrigo - comentó Hermione con una sonrisa irónica.
- Parece un sapo vestido de rosa - habló el pelirrojo con cara de asco.
- No seas grosero, Ron. Se ve... elegante.
Alexa buscó en la mesa de Slytherin a Mattheo, pero no lo veía por ningún lado. Luego de la canción del Sombrero Seleccionador, la profesora McGonogall comenzó a llamar a los alumnos de primero año. Finalmente seleccionaron a <<Zeller,Rose>> para Hufflepuff y la profesora McGonogall levantó el sombrero y el taburete para llevárselo cuando fue interrumpida por el director.
- Minerva - la llamó Dumbledore - este año tenemos otro nuevo alumno.
Todos lo miraron confundido. El director continuó:
- Va a ingresar a quinto año tras un traslado desde la Escuela de Magia y Hechicería Ilvermorny, en Estados Unidos. Espero que le den una buena bienvenida y-
El conserje Argus Filch entró al comedor corriendo en puntillas mientras los alumnos murmuraban cosas y se reían.
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Este le susurró algo a Dumbledore, que lo llevó a extender los brazos y exclamar:
- ¡Háganlo pasar!
Todos los presentes dirigieron su mirada hacia la puerta del comedor. Las puertas se abrieron dejando ver a Mattheo quien entraba con la capa que había comprado en Madame Malkin con ella. Le quedaba muy bien, pensó. Caminaba a paso apresurado y con la mirada gacha.
- Es él - le susurró la pelirroja a los demás.
- No está mal - comentó Hermione. Ron le echó una mirada molesta.
Esperó con una gran sonrisa mientras se sentaba en el taburete. Quizás, si cruzaba los dedos, quedaría en Gryffindor.
Sin embargo, su sonrisa se derrumbó cuando McGonogall anunció:
- ¡Mattheo Riddle!
El Gran Comedor se llenó de murmullos. Sus amigos la quedaron mirando. Estaba sin palabras, atónita. La persona que había sido gentil conmigo aun sabiendo su apellido, era la misma que su familia odiaba. Era el hijo del Innombrable. Entonces, recordó lo que le había dicho:
