Estar en el bosque era lo más parecido a estar junto a ella. Por eso, los días siguientes, Mattheo se dirigía allí todas las tardes entre clase y clase, con la esperanza, de verla allí o de al menos, sentirla cerca. Ella ahora sabía toda la verdad, su pasado, lo que habían vivido, lo desagradable que era antes de conocerla... Tuvo todo el verano para pensar que hacer una vez volviera a Hogwarts. Observarla de lejos era una opción, pero imaginó, teniendo en cuenta que Tom lo ignoraría todo el año, que quizás, con suerte, podrían volver a intentar ser algo más que amigos en secreto. Anteriormente le había funcionado, pero todo se vino abajo cuando su hermano se enteró. Esta vez, tenía la oportunidad de revivir su historia sin ningún error de por medio. Sin embargo, nunca pensó que Dumbledore sería el causante de que Alexa supiera la verdad.
Eso ya no importaba. El pasado era pasado. Pero el presente, lo inquietaba aún más. La pelirroja seguía decidida a no hablarle, ya llevaban una semana así. El bosque estaba nevado. Los árboles parecían desnudos sin sus hojas, y se preguntó si él se encontraba tan vacío como ellos. No podía sacarse la despedida de Alexa de su cabeza, sentía que esta vez, realmente la había perdido para siempre. El frío de su alrededor empezó a calentar sus manos, mientras que su corazón sentía que se congelaba. Era la primera vez que ella se enfadaba con él, y se juró, que si alguna vez más le mentía, y tenía que forzarse a ver sus ojos celestes decepcionados, se cortaría él mismo la lengua.
Sentado aún sobre la nieve que parecía no acabar, se colocó en sus orejas el walkman, y presionó el botón para escuchar la primera canción. Le pareció desgarrador lo bien que se asemejaba a sus sentimientos. No tardó en empezar a recordar...
Febrero, 1995
La segunda prueba del torneo de los tres magos había finalizado. La excitación sobresalía en el castillo, especialmente en la sala común de Gryffindor, donde una fiesta vitoreaba a Harry. Después de felicitar a su amigo, Alexa subió a su habitación en busca de un abrigo. Abrió su armario, y se puso una campera negra que le quedaba algo grande, solía ser de su hermano Charlie. Una vez cerró la puerta, escuchó como el vidrio de la ventana sufría golpecitos. Se acercó a ella y la abrió. La ventisca sacudió su pelo y una vez lo removió, pudo ver de quien se trataba.
- ¿Qué haces aquí? Te podrían ver.
Mattheo estaba del otro lado montado a una escoba, abrigado de pies a cabezas.
- Tengo algo que mostrarte.
- ¿Tiene que ser ahora? Estoy en medio de una fiesta por Harry. Se preocuparán si no vuelvo.
- Será solo un rato, lo prometo.
Alexa miró la puerta un segundo, nerviosa. Luego, atravesó la ventana y colocó su piernas a cada lado de la escoba. Se aferró al cuerpo que tenía adelante.
- Estás demente, en serio. ¡Es un séptimo piso!
- No creí que le tuvieras miedo a las alturas, princesa.
Alexa rio sarcásticamente.
- Muy gracioso. No le tengo miedo a las alturas, le tengo miedo a tus habilidades de vuelo.- Sabes que soy el mejor guardián de Durmstrang, ¿no?
Ella lo miró incrédula.
- ¿En serio?El se rio de su inocencia.
- Claro que no, odio el Quidditch. Los partidos son interminables.- ¿Y por qué nos estamos dirigiendo al estadio?
- Ya verás.
Una vez arribaron, Mattheo descendió al campo de juego, totalmente congelado. Esa noche hacía un frío terrible, y la espesa capa de nieve que cubría lo que antes era pasto, crujía con cada pisada.
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Mattheo Riddle y Alexa Weasley
FanfictionContinuando con la historia del niño que sobrevivió; Alexa Weasley se encuentra en su 5to año en Hogwarts junto a su mellizo, Ron Weasley. Por otro lado, el segundo hijo del que no debe ser nombrado vuelve a Inglaterra para reencontrarse con su padr...