Ejército de Dumbledore

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- ¡Sirius! - exclamó Harry.

- ¡Hola! - contestó la oscura y despeinada cabeza de Sirius entre las llamas de la chimenea de la sala de Gryffindor. - ¡Ah y hola renacuajo! - se dirigió a Alexa.

- Un gusto verte, criminal - respondió burlonamente.

- Después siguen, esto es importante - intervino Hermione, impaciente.

- Mundungus los escuchó en Cabeza de Puerco. Deben de tener cuidado, saben lo del grupo secreto.

- ¡Pero era mejor que Las Tres Escobas! - replicó Hermione a la defensiva - Ese lugar esta siempre abarrotado de gente...

- Lo cual significa que no habría sido tan fácil que los oyeran - comentó Sirius - Todavía tienes mucho que aprender, Hermione.

Ella desvió la mirada avergonzada.

- ¿Pero que hacía Mundungus allí? - preguntó Ron.

- Seguir a Harry, claro.

- ¿Todavía me siguen? - contestó este enojado.

- Por cierto - continuó Sirius ignorándolo - Molly dice que ni se les ocurra formar parte del grupo - dijo dirigiéndose a Ron y a su hermana - Del mismo modo aconseja a Harry y Hermione. Así que ya saben cuál es mi recomendación: sigan con el grupo.

- ¡Bravo, bravo!

- Solo espero que no nos expulsen - comentó Hermione.

- Sirius - lo llamó la pelirroja - podría hablar contigo, a solas.

- No creo que sea yo el que me tenga que ir - le dijo Sirius a Harry, Ron y Hermione que no se movían.

- ¿Por qué quieres hablar con él a solas? - le preguntó su mellizo confundido.

- Es algo de Buckbeak - respondió, aunque técnicamente no mentía.
- No tiene importancia.

- Bueno - habló Harry, y los tres subieron.

- ¿Qué pasa con Buckbeak?

- Lo necesito - le suplicó - para este fin de semana, serán sólo unas horas.

- Alexa es muy peligroso-

- ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo, Canuto? - lo interrumpió con una sonrisa de oreja a oreja.

- Te detesto - dijo riendo - ¿Para que lo precisas?

- Quiero mostrárselo a un amigo.

- Claro, a un amigo. A un amigo muy importante considerando que estás corriendo tremendo riesgo. Además, no sabía que tenías más amigos - respondió burlonamente.

- Tengo muchos para que lo sepas. El sábado en el bosque, pero mándalo solo a él, para correr menos riesgo. Y que mamá no se entere -  advirtió.

- Ni que le fuera a decir - respondió Sirius con tal obviedad.

Luego se despidió, y las llamas con la cara de Sirius se esfumaron.

Luego se despidió, y las llamas con la cara de Sirius se esfumaron

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Mattheo Riddle y Alexa WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora