· Heaven School Blessing [HuaLian]

68. Lluvia Sangrienta y Su Flor perdiéndose mutuamente en el otro (Parte II)

El legado que su padre y tutor había dejado en él le dictaba un rotundo no. Es más, de continuar vivos lo habrían desheredado en caso de enterarse de su aventura con Lluvia Sangrienta. Incluso cuando era hijo único, estaba seguro de que lo habrían renegado de la familia para adoptar a un perro callejero en su lugar. Para su padre todo sería más honorable que un hijo sumiso al placer, especialmente al placer con otro hombre.

Pero a pesar de las consecuencias... su corazón seguía difiriendo un poco de la mentalidad de sus mayores... Un poco bastante...

......

De todas formas... si la cuestión era qué estaba bien y qué estaba mal... ¿Lo incorrecto no sería dejar de lado a su amigo que necesitaba ayuda?

Claro...

si es que todavía podía considerar 'amigo' a su Hua Cheng y 'ayuda' a lo que estaba dispuesto a hacer con él.

Incluso si jamás hubiera sabido de la opinión de sus padres sentía que este tipo de cosas prohibidas no habrían sido de su estilo. Si bien respetaba todas las opiniones, este tipo de actos deshonrosos no le atraían en absoluto; le echaban para atrás y sentía como si no tuvieran nada que ver con él. 

Sin embargo... si había un implicado y ese papel lo tenía Hua Cheng...... entonces, y solo entonces no le importaría lo que pudiera suceder. Es más, quizá.... quizá incluso lo desearía un poquito.

Parecía ser que en algún momento había desabotonado el abrigo del de rojo y por alguna razón que desconocía, este no llevaba otra prenda superior bajo el mismo. En otro momento en el que su afán crítico estuviera más presente entre sus pensamientos tal vez se habría planteado por qué su Lluvia Sangrienta salía de la casa de Aguas Negras con tan poca ropa, mas en este preciso instante solo podía concentrarse en la nívea piel del contrario.

Antes de que pudiera cuestionarse lo que debía o no hacer, el peso de su cabeza lo había vencido hasta el punto de apoyarse sobre el desnudo pecho del azabache.

En ese mismo instante Hua Cheng entrelazó sus manos con las suyas, lo que acaloró aún más si cabía sus mejillas. No era capaz de mirarlo a la cara, pero tampoco sabía cómo continuar. Había querido decirle lo inexperto que era en estas cosas, mas esos besos que harían perder la cabeza a cualquiera le distrajeron de su discurso.

Sin querer, en un pobre intento de recolocarse en el sitio, una de sus manos volvió a resbalar sobre la entrepierna del de rojo. El corazón de Xie Lian podría salirse fácilmente de su pecho cada vez que rozaba la intimidad del hombre que se había vuelto su perdición. Una vez que todo acabara no tenía ni la más mínima idea de cómo miraría a Hua Cheng a la cara.

No obstante, de momento... al ver que el de rojo echó su cabeza para atrás con aquella caricia, Xie Lian dedujo que era por ahí por donde debía continuar. Sus ojos y labios se apretaban con fuerza solo de visualizar el indecente escenario en el que se hallaban.

Su mano temblaba, cada segundo dudaba más. Aunque al mismo tiempo, la curiosidad (por no decir algo más) le impulsaba a ir más lejos. ¿Qué pasaría si seguía tocando? ¿Volvería a reaccionar de esa forma tan.... provocativa? ¿Lo apartaría de un manotazo?  

En un abrir y cerrar de ojos una de las manos del de blanco se coló por las entretelas de Lluvia Sangrienta. Era demasiado embarazoso, sentía que podría morir de vergüenza en cualquier momento. Su cuerpo temblaba ante lo novedoso, y sus labios se apretaron sin poder evitarlo de manera que frenó cualquier posibilidad que tuviera el de rojo para unir sus lenguas. 

En realidad, no fue algo voluntario. Más bien... ¿Una especie de miedo? No lo sabía a ciencia cierta, al fin y al cabo, tampoco era como si no estuviera dispuesto a entregarse a Hua Cheng.......