· Heaven School Blessing [HuaLian]

57. Vergonzosa memoria entre Hualian

Lo recordaba perfectamente. Acababa de llegar a casa del de rojo para devolverle su abrigo cuando este lo abrazó de la nada. En un principio pensó que Hua Cheng se estaba sintiendo solo y simplemente quería unos pocos arrumacos, cosa que sinceramente no le importaba concederle. Ciertamente, Xie Lian no era demasiado cariñoso. Shi QingXuan, por ejemplo, lo superaba con harta ventaja en cuanto a mostrarse afectuosidad; pero eso no significaba que no le gustara algún abrazo de vez en cuando. No obstante, luego de un tiempo se dio cuenta de que evidentemente Hua Cheng no tenía ningún interés en abrazarle, sino que se había desmayado a causa de la fiebre.

Desde el principio Xie Lian intuyó que el de rojo tenía algunas décimas, pero no esperó que se encontrase tan mal. Naturalmente, se apresuró en llevarlo hasta el sofá y tumbarlo sobre el mismo. ¡Hua Cheng necesitaba descansar!

Acto seguido regresó al recibidor. Con las prisas, se le había olvidado cerrar la puerta.

Honestamente, se sentía un poco mal por entrar en casa ajena sin permiso. Pero era obvio que no podía dejarlo inconsciente e irse sin más. Además, estaba seguro de que Hua Cheng lo entendería si se lo explicaba adecuadamente.

Una vez que apañó la entrada regresó junto a su amigo. No pudo evitar sonreír al verlo. Por lo general, el azabache lucía elegante y misterioso —, a veces incluso algo coqueto —. No era como si Xie Lian se fijara demasiado en el aspecto de los demás, pero con el de rojo no podía evitarlo. Siempre estaba tan arreglado que la vista se le perdía en él.

Claro que... esa excusa no le servía ahora mismo. Sus cabellos estaban revueltos, y la ropa desordenada. En cualquier persona tal apariencia haría que se viera sucio y descuidado, mas por alguna razón, Lluvia Sangrienta seguía viéndose tan atractivo como siempre. No, de hecho le daba un aire adorable que invitaba a acercarse. Como era de esperar, Xie Lian no pudo resistirse a recortar un poco la distancia (claro, con el único pensamiento de comprobar el estado de su amigo).

Sin embargo... ¿No estaría siendo el destino demasiado bueno con él si nada malo le ocurriese? Como no podía ser de otra manera, sus pies tropezaron con la nada haciéndole caer accidentalmente sobre el pecho del contrario. Xie Lian no iba a mentir. En el fondo era una sensación agradable, ¡¡pero eso no quitaba la sinvergüencería del acto!! 

Consiguientemente, hizo un esfuerzo y trató de ponerse en pie de nuevo.

No obstante... todo quedó en eso: un simple y mero esfuerzo. Y es que Hua Cheng lo tenía realmente bien sujeto entre sus brazos. Estaba tan bien acogido entre los brazos del de rojo que cuando trató de moverse lo único que logró fue caerse del sofá.

Los ojos de Xie Lian se cerraron fuertemente pensando que su cabeza se golpearía con la esquina de la mesa de té, y solo se abrieron al percibir algo fuerte pero cálido protegiéndolo.

No pudo evitar conmoverse un poco. Aún inconsciente Hua Cheng se preocupaba por él...

Era simplemente adorable.

Su mano se movió inconsciente hasta la mejilla del contrario para acariciarla con delicadeza. No obstante, tan pronto como se dio cuenta de lo fuera de lugar que estaba lo que hacía apartó la mano y trató de escapar de nuevo. 

'Desgraciadamente', todo volvió a quedar en un mero intento.

Xie Lian sonrió con dulzura mientras pasaba sus dedos por los sedosos cabellos del contrario. — Así que en el fondo eres muy cariñoso... —, dijo riendo pon lo bajo antes de removerse un poco sin éxito. Con un pequeño suspiro añadió, — Es adorable, pero San Lang... no soy ningún cojín, déjame ir ya, por favor...

Sin embargo, no parecía que sus ruegos hubieran convencido al durmiente Hua Cheng y, de hecho, lo único que logró fue que lo estrechara un poco más fuerte. Era como si el hombre ataviado en rojo necesitase reafirmar que Su Flor seguía junto a él.