· Heaven School Blessing [HuaLian]

21. Un mensaje de Su Alteza

Xie Lian se encontraba reclinado en el sofá mirando fijamente el número escrito en la pantalla de su móvil. Posiblemente había estado así por tres cuartos de hora y aún seguía completamente indeciso sobre qué hacer. 

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"Los Cielos", unas horas antes.

El de blanco se veía extremadamente confuso. 

¿A qué se refería Hua Cheng?

En base a lo que le hubo dicho, no había tenido ocasión para estar con la persona que le gustaba. En el anterior descanso había estado en una reunión, y en este solo se había encontrado con él. Así que, ¿cómo podía ser que hubiera ganado "puntos"? 

Tenía la intención de preguntar, cuando oyó el sonido de la puerta correrse de repente. ¿Acaso se trataba de otra persona que había castigado Ling Wen? ¡¿Cuántos alumnos se suponía que faltaban por llegar?!

...

Era He Xuan, cuyo rostro había quedado de piedra al contemplar aquella escena. Al cabo de unos instantes, a pesar de seguir viéndose impactado, parecía como si estuviera agradeciendo a alguna clase de Deidad el no haber llegado en un momento más comprometido de lo que ya era.

Cogidos afectuosamente de la mano con los dedos entrelazados y posionados en un rango demasiado cercano como para solo pensar que eran amigos. Ambas frentes se tocaban efusivamente... Uno no habría de echar demasiada imaginación para darse cuenta de lo que iba a rozarse con aún más ahínco a continuación. 

¡De haber tardado solo un par de segundos más, lo que habría visto sería a Hua Cheng besuqueando a ese chico de blanco! 

Y eso, por supuesto, mirándolos puramente. 

¡No quería ni plantearse la ruta que tomarían desde un punto menos inocente!

No era como si al de negro le importara lo que esos dos hicieran en su intimidad, pero él definitivamente no tenía por qué presenciarlo. 

Carraspeó un antes de decir, — Lluvia Sangrienta, esto... 

¡Simplemente no podía! Aun cuando fácilmente llevaba ahí parado dos o tres minutos, ninguno se había movido ni un ápice. ¿Cuán descarados eran? Siendo honesto, de Hua Cheng se lo esperaría,  pero, ¿de ese de blanco? ¡Las apariencias verdaderamente engañaban!

Fue con esta última mirada de He Xuan que Xie Lian pareció reaccionar. En cuestión de centésimas, su rostro se enrojeció en sobremanera. ¡Ni siquiera la paleta de un artista constaría de tanto rubor! Era como si se acabara de dar cuenta de la situación en la que había sido pillado. Rápidamente se separó del de rojo mientras reía nerviosamente, — Ah, ha ha ha... Aguas Negras... No lo malentienda... Esto... Solo... Nosotros no... 

¿Estaba intentando excusarse? No, mejor dicho: ¿Creía que podría convencerle de que no estaban a punto de ir más allá de la barrera de la amistad?

Al ver que He Xuan no cambiaba de pensar, pidió ayuda, — No estoy mintiendo, de verdad... Ah... San Lang, di algo también, por favor.

Desde que el de blanco había roto aquel innecesariamente cariñoso agarre, la mirada de este había cambiado. Seguía viendo a Xie Lian con una expresión de apego, pero su único ojo visible mostraba un pequeño indicio de dolor y tristeza. 

Aún con ello, contestó alegremente, — Soy para gege lo que gege quiera que sea. 

El de blanco rió ante aquella respuesta. Antes de que pudiera añadir algo y entrasen en ese bucle infinito de "San Lang", "Gege"; el de negro se apresuró a intervenir, — Lluvia Sangrienta, te han llamado para que vayas desde el espacio de Convivencia.