· Heaven School Blessing [HuaLian]

53. La Flor divaga con Lluvia Sangrienta

Hoy cumplían tres días desde la última vez que vio a Hua Cheng. A pesar de aquella humillante huida, Xie Lian todavía conservaba la intención de volver para aclarar las cosas antes de que fuera demasiado tarde. No obstante, la fortuna no pudo sonreírle y, en un abrir y cerrar de ojos se halló frente a su primo. 

Por muy sereno y amable que fuera el de blanco una vez que se enteró del conflicto entre el Maestro del Viento y Qi Rong simplemente no pudo dejarlo pasar. Hasta ahora, Xie Lian había distraído su mente con... 'otras cosas', pero cuando su primo se interpuso en su camino y empezó a lanzarle viles provocaciones... No pudo contenerse más y se enzarzó en una pelea. 

...

Bueno, "pelea" si es que podía llamarse así a una afrenta en la que solo uno participó de manera activa. No era como si Qi Rong fuera débil, incluso tenía algún que otro infame sobrenombre tal como "Goblin verde de las Tinieblas". La razón de este apodo... bien, si un tipo que regaba flores con colorante rojo y otro que solo había hecho los deberes de química se habían sido objeto de diversos motes, ¿acaso un buscapleitos amenazador de la tranquilidad social del barrio iba a no ganarse nada?

Sea como fuere, el caso es que por muy problemático y alborotador que fuera ese Goblin, tanto en cuestiones de fuerza como de estrategia el "Dios Marcial de la Corona de Flores" era mucho más brillante. Aunque había algo que ni su gloriosa fortaleza podría cubrir, ¡y eso era el extraño sentimiento de añoranza que persistía en el nombre de 'Hua Cheng'!

Después de la pelea Xie Lian pensó en volver, pero su pecho cargaba emociones tan agrias que prefirió abstenerse para que sus problemas no interfiriesen en su amistad con el de rojo. No quería presentarse malhumorado delante de él. 

No obstante... había un pequeño resquemor que ponía en duda sus decisiones. No había base científica, pero sentía que algo malo sucedería si no estaba ya ocurriendo. 

Finalmente, Xie Lian optó por escribirle un mensaje:

"He-Hey, San Lang... ¿Qué tal? 

Ya sabes que soy Xie Lian, tu amigo, ¿no? Solo me preguntaba si estabas bien. Antes... ahahaha... solo olvídalo, a veces soy muy tonto."

.....

Un par de líneas sonrosadas decoraban cada lado de las mejillas del castaño. Definitivamente escribir mensajes no era su punto fuerte. ¡¿Por qué cada vez que escribía a Hua Cheng parecía idiota?! ¿"Ya sabes que soy Xie Lian"? ¡Evidentemente lo sabía, habían intercambiado números la tarde pasada! ¿Y esa dubitativa acerca de si eran amigos? ¡Precisamente era por cosas como estas que un día acabaría ganándose la negativa del contrario ante dicha pregunta!

Pero lo que tenía más delito era que este mensaje no era el primero ni mucho menos, sino el número sabe-Dios-cuál de entre decenas de borradores cada uno más absurdo que el anterior. Por lo menos, su cabeza había sido lo suficientemente inteligente como para no mandarle el prototipo de uno en el que dijo, "A-ah, sí. Esto... San Lang, no te preocupes por lo de antes, ¿vale? Claramente no te voy a hacer padre ni nada por el estilo... ahahaha..."

...

¡Basta! ¡No quería ver más esos mensajes o realmente acabaría sublimándose de la vergüenza!

Y por lo que parecía... Hua Cheng tampoco quería verlos o por lo menos, no responderle. Xie Lian no era de los que se pegaban revisando el móvil cada tres segundos a diferencia de su compañero de piso. Primero, porque no le interesaba; y segundo, porque aun si quisiera no podría. ¡Suficiente entretenimiento tenía para escribir un mensaje con esas teclas que a lo que pulsaba una vez de más se condenaba a volver a pelearse con el botón para regresar a la letra deseada!