CAPÍTULO 19

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Subieron a bordo del hermoso yate, despidiéndose de los muchachos y los pocos invitados que quedaban,celebrando su unión.

Victoria observaba el inmenso mar agradeciendo por milésima vez la inmensa fortuna que tuvo al hacer realidad ese anhelo que guardaba en su corazón tan grande y que hoy saliendo a la luz y realizandose por fin,era una mujer plena y completa.

Levantó su mirada al final donde el agua del mar y el azul oscuro del cielo se encontraban creando así un cuadro sublime.

Se apartó un mechón de cabello que cayó en su frente y con el movimiento sintió el peso del anillo que era el símbolo físico de su unión eterna con César...

César... No recordaba la última vez que recitó ese nombre sin que su corazón diera un vuelco,lo amaba infinitamente,ahora su vida empezaba y terminaba en él.Su vida...

Sus niños, podrían pasar mil cosas,pero ellos siempre estarían en su corazón y su alma, sintió como la tristeza traspasó un poco la felicidad que rodeaba su cuerpo,¿Estarían bien?¿La creerían muerta?una lágrima solitaria resbaló por su mejilla,pidiendo al ser supremo que los cuidara y protegiera.

Eso inevitablemente le hizo pensar: ¿Sería está realidad infinita?estaba segura que la fuerza que haya sido la que los trajo a los dos allí,estaba completando su rompecabezas,pero,el universo es tan caprichoso, así como nos da... Nos quita y...

Una ráfaga de viento la tomó por sorpresa y sintió un miedo sordo atenazando su corazón, de repente el paisaje que en un momento le pareció idilico,le causó temor,vió las olas del mar alzandose con mas fuerza,el cielo mucho más oscuro y ellos perdidos en el inmenso  mar en una embarcación que ahora la sentía como una aguja rodeada de aguas profundas...

Estaba teniendo una clase de ataque de ansiedad y comenzó a temblar,cuando unos grandes y fuertes brazos la rodearon para apretarla a un cálido y amplio pecho.

-César... Mi amor... Mi amor...

César la sintió congelada y estática en un solo lado,estaba haciendo un poco de brisa,y venía precisamente a pedirle que ingresaran al cuarto del yate.

-Si mi amor, soy yo...Estás congelada.

-César,tengo mucho miedo...

-¿Miedo?- preguntó él,y la volteó para tomar sus mejillas en sus manos.-No sabía que te diera temor navegar...

Notó sus ojos cristalinos y un poco perdidos,se maldijo por no haber tenido eso en cuenta,aunque nunca  imaginó que Victoria tuviera esa clase de temor al mar.

-Yo... No...

-Ya mi vida, perdóname,entremos,yo le pediré al capitán que volvamos al puerto,¿Si?

La llevó en sus brazos al compartimiento donde todo estaba preparado para una hermosa noche de bodas...

Victoria levantó la mirada,y aún en sus brazos fue sintiendo poco a poco como la extraña tensión que la invadió se desvanecía.

-Es precioso, César...

Vio la amplia cama,con sábanas de satén, una botella de tequila,algunos chocolates y una caja de puros....

-Esperame aquí, hablaré con el capitán...

-No mi amor - dijo rápidamente, tomándolo de la mano.- No es necesario,estoy bien...

-Pero a fuera...

-No le temo al mar,al contrario, me fascina,es solo que,bueno, tu la otra noche tuviste tu miedo prematrimonial y yo acabo de tener el mio...¿posmatrimonial?- Terminó Victoria con una sonrisa para restarle importancia al singular episodio.

TÓMAME COMO AL TEKILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora