CAPÍTULO 10

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Por simple impulso apretó las piernas, César estaba completamente loco.

-Relajate, preciosa.-Susurró César contra sus labios suavemente.

-¿Por que haces eso?nunca se me pasó por la cabeza que pudieras ser un exhibicionista.

-Hay muchas cosas que aún no sabes de mi.

Pasó una de sus manos libres por sus hombros para atraerla mas contra si y regar besos húmedos por su cuello, sonriendo levemente al sentir como se iba excitando poco a poco,y se relajaba mas.

-El conductor, él nos...

-Él está concentrado manejando, además yo te cubro con mi cuerpo,creeme que no permitiría que nadie te viera,soy muy posesivo con lo que es mío,Victoria.- Dijo seriamente en el mismo tono bajo.- Tu simplemente procura no gemir muy duro.

César adentró su mano traviesa y la pasó por encima de sus bragas,soltando un gruñido de satisfacción al encontrarla húmeda.

-"procura no gemir muy duro" como si fuera tan fácil.- dijo Victoria con voz ahogada,sin él aun tocarla profundamente, solo sintiendo su mano en la unión entre sus piernas.

-Eres actriz,¿no?saca a relucir tus mejores dotes histriónicos.

Después de esas palabras empezó a turturarla,a pasar la palma de su mano,arriba y abajo,sin atravesar aún la barrera de las bragas.

-¡César!

-¿No te gusta?¿Quieres que pare?- preguntó inocentemente sin dejar de sobar el pequeño capullo anhelante de ella.

-¡Mas!

-¿Ya no te parece tan mala idea,eh?

-Ah, César,¿Por qué sera que siempre abres la boca en el momento que tienes que callar,y solo entrar en acción?

César soltó una risotada, que llamó la atención del conductor,quien los vio a través del espejo retrovisor,pero solo pudo ver a la pareja que transportaba abrazados en su coqueteó.

<<Como si no supiera que se están echando mano,ja>> se dijo, subiéndole un poco a la radio y concentrándose en la conducción relajadamente.

En el asiento trasero,el ambiente era otro, César había colado un dedo dentro de ella,y lo movía levemente,mientras ella mordía los labios de él,para que sintiera todo lo que le dolía el estar conteniendo el placer que quería salir como cascada.

Victoria queriendo que él sintiera lo mismo, llevó su mano la bragueta de César, sonriendo al encontrarla completamente abultada y más aún con el gruñido doloroso que salió de los labios de él.

-¿Te duele,Puro?-Preguntó Victoria con una mezcla de calor y guasa por las expresiones de César.

-No tienes ni idea.

-Apuesto a que si tengo más que una idea,teniendo en cuenta que tienes una mano entre mis piernas.

Ambos sonrieron y se besaron,era increíble lo que estaban viviendo,eran tal para cual.

Escucharon una tos suave,proveniente del conductor.

-Perdon, ya llegamos, está es la dirección.

Victoria dejó de besar a César,apenada,¿Hace cuánto se habrían detenido?

Mientras César pagaba,Victoria observaba el bar del frente donde suponía entrarían,por lo loco que estaba César y esa fase de jovencito alocado, imaginó que la llevaría a un lugar mas abierto y lleno de gente,y ese lugar se veía muy discreto,y eran pocas las personas que estaban a los alrededores.

TÓMAME COMO AL TEKILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora