CAPÍTULO 11

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César estaba alucinado y con el corazón a mil por hora, ¿De donde había salido esa mujer tan fogosa?era evidente que con el paso del tiempo se sorprendía más al conocer ese pedazo de mujer en toda la extensión de la palabra.

-Te voy a matar, César.

-¿Por que? Fue divertido,¿No?

Victoria aún entre sus brazos se volvió recorriendo ahora mas abiertamente la mirada por todo el lugar.

-¿Por que me trajiste aquí?

-Quería que hicieramos algo diferente y divertido.

La tomó nuevamente en sus brazos y la besó de pico.Victoria se separó un poco y lo miró a los ojos.

-Eres un pervertido.

-Y tu una amateur,mira que llegar al orgasmo con ver a la chica...

César soltó la carcajada burlándose de ella.

-Eres muy chistoso,pero este juego de puede jugar de a dos,mi amor.- terminó Victoria con una sonrisa coqueta y misteriosa.

César se tensó,pero por una razón totalmente diferente a la que creía Victoria.

-Vuelve a decirlo.

Victoria sonrió,convencida de que él estaba temblando de miedo esperando las consecuencias.

-Que este juego...

-¡No!... Me refería a lo último que dijiste.

-Eso fue lo último que dije.

César la tomó del cuello y la acercó a sus labios, quería besarla hasta mas no poder,sus lenguas se unieron en una batalla sensual y Victoria se sentía morir de la corriente electrica que invadía su cuerpo.

-Me dijiste: “mi amor”- Susurró Cesar contra sus labios,sin dejar de mordisquearlos.

-¿Lo dije?

-Si... Jamás pasaría por alto eso.

Para cualquiera, esas palabras habrían carecido de importancia,pero por alguna razón,para ellos no,y era un paso que sin saberlo, los llevaba cada vez mas cerca a resolver el misterio que los tenía en ese momento juntos.

A pesar del raro lugar en el que se encontraban,se dedicaron a pasarla bien,pero Victoria aún no olvidaba que se las tenía que descontar a César.

Mientras charlaban animadamente echó un ojo rápido por el lugar y como esperaba,lo vio.

Aunque siempre había sido una persona tímida,era actriz, así que era momento de sacar a relucir su talento,sin contar que el alcohol ya estaba haciendo efecto.

Se presionó contra César y besó su cuello, sonriendo al notar su estremecimiento, él la apretó contra su cuerpo para que notará como lo tenía con su coqueteo.

Victoria se dió la vuelta,recostando su espalda en el fuerte muro que era el pecho de él,para empezar a contonearse nuevamente,manteniendo la mirada fija al frente.

-¿A que estás jugando,fierecilla?

-A nada, no estoy jugando a nada.

Respondió ella,sonriendo inocentemente y siempre con la mirada en frente.

César llevó sus manos a la delicada cintura,disfrutando del momento.

-Buenas noches...

Al levantar la mirada vio a un hombre bien parecido junto a ellos,mirando descaradamente a Victoria.

-Buenas noches... - Respondió Victoria con una gran sonrisa al sujeto,conteniendo la carcajada al sentir como César se tensionaba y la apretaba mas a él.

TÓMAME COMO AL TEKILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora