CAPÍTULO 18

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-Manos quietas... Nos están esperando.- Dijo cuando sintió las manos de César en su cintura.

Lo escuchó gruñir a su espalda y sonrió perversamente,ella también se moría por tocarlo,pero quería que sintiera lo que ella sintió la última vez.

Se reunieron todos y cenaron en un ambiente agradable,alejados de las lenguas venenosas de Ana Rosa y Alba,el dueño del hotel,se reunió con ellos y les dió la bienvenida al hotel.

La inauguración fue un gran evento,hubo comida por todos lados y juegos pirotécnicos.

De un momento a otro, Victoria perdió de vista a César,y fue también cuando notó que los muchachos tampoco estaban.

Unos 10 niños fueron corriendo hacía ella y la tomaron de la mano, notó la mirada de todos los invitados en ella y confundida se dejó llevar por los niños, que brincaban divertidos a su alrededor.

Una vez en la playa los niños le pidieron que se quitará los zapatos de tacón y le colocaron una hermosa corona de flores blancas,cada vez entendía menos,vio al hombre de su vida al final de un camino de antorchas,tambien descalso y con la brisa del mar alborotando suavemente su cabello,su corazón no podía latir mas rápido con cada paso que daba.

-César,pero que...

-Yo...- Dudó César tomando sus manos entre las suyas,observando el balanceo de su hermoso vestido crema,su cabello recogido con algunos mechones danzando y acariciando sus hermosas facciones.

-¿Que?- Preguntó con impaciencia por su silencio y la extraña emoción que la embargaba.

-¡Dios, Victoria! ¿como haces eso?-Preguntó César pasando un brazo por su rostro.

-¿Hacer que?

-Yo tenía todo preparado, sabía perfectamente lo que tenía que decirte,pero llega el momento,te tengo de frente y cualquier seguridad de ser un hombre adulto y confiado desaparece,cualquier pensamiento con sentido me abandona, y lo único que invade mi mente es que quiero quedarme mirándote toda la vida,te ves tan etérea,a veces me lleno de pánico pensando que te me vas a escapar de las manos,que no me vas a seguir llenando con tu grandeza,siento que soy débil,pero tu amor me da la fuerza que necesito para seguir...-César trago el nudo que tenía en su garganta,y se puso de rodillas para abrazarla por la cintura,tratando de contener sus emociones.

-César...

Para este momento Victoria también estaba ya temblorosa, con sus sentimientos a flor de piel.Sintio las lágrimas de César atraves del vestido,y lo amó mas por eso,amaba esa combinación de hombre fuerte y sensible que era.

-Llenas mi cuerpo,mi alma y mi corazón en todos los sentidos César, has marcado un antes y un después en mi vida.-Susurro Victoria,repasando su suave cabello,acunandolo,con su mirada perdida en las olas del oscuro mar.-Antes de ti nada, y después de ti,todo.Eso eres para mi... Todo.

César se puso de pie,y borró las lágrimas que bañaban el rostro de la mujer de sus sueños.

-Quien lo iba a pensar,¿Eh?a nuestra edad y viviendo un amor apasionado de adolescentes.-Dijo cómicamente César, apretándola en sus brazos.

-Tan caótico como un amor de adolescentes,tan irreal como un amor de telenovela y tan devastador como solo tu y yo,somos únicos.- Sonrió Victoria,sobando su nariz con la de César.-Que bien se está en tus brazos, podría quedarme toda la vida en este momento.

-¿De verdad?-Preguntó César,serio de repente.- ¿Elegirías estar toda la vida conmigo?

-Es lo que más deseo...

TÓMAME COMO AL TEKILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora