🦋 Capítulo 14

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DIEGO

Caminamos silenciosamente por la acera. La luna y las estrellas nos ilumina en este oscuro callejón.

Me detengo y me siento sobre el césped acomodando mejor mi gorra de lana y metiendo mis manos en los bolsillos. Haydee se detiene y se da la vuelta mirándome como si estuviera demente.

Sonrió por eso.

—¿Estás loco?

—Tal vez, pero por ti un poco más —la miro fijamente, observando el brillo en sus ojos y agacha la cabeza—. Ven —tiendo mi mano—, siéntate conmigo.

Duda y vacila sobre su lugar pero lo acepta. Toma mi mano y se sienta al lado mío cubriéndose mejor con su abrigo.

Suspiro y miro las estrellas imaginando que Daniel puede ser una de ellas.

Este dolor que siento por dentro es tan... Desconocido para mí y eso me asusta.

—Duele, ¿no es así?—musita Haydee

La miro con el entrecejo fruncido y está mirando el cielo.

—La perdida de un hermano —suspira y fija su vista en mí.

Relamo mis labios y la miro con temor en los ojos.

—Te asusta —toma mi mano—. Grita, llora y maldice el mundo, pero no dejes que esto te derrumbe.

—La muerte de mi madre me dolió —un nudo se me hace en la garganta—. Pero este dolor que siento por la perdida de Daniel... —Niego desconcertado—, quema.

Haydee no dice más, pero su vista no se aparta de la mía, Es como si ella conociera ese dolor.

El recuerdo de esta mañana me viene a la mente cuando la vi destrozada en el cementerio.

—Ella... —dudo y me mira atenta—. ¿Ella era tu hermana? ¿Evelyn?

Sus ojos se llenan de lágrimas y lleva la vista al suelo.

—Lo siento, yo no...

—Era mi hermana —sorbe su nariz—. Es todo lo que diré.

Entiendo que aún no está preparada y que la luz que ella creó se apagó.

—Lo siento tanto —la atraigo hacia mí y beso su frente—. No sabes cuánto desearía sanar cada una de tus heridas.

—Incluso si lo intentarás, no podrías —me mira—. La Haydee que conociste ya no está. Esta soy yo, Diego, la verdadera. Rota, destruida y perdida —vuelve a mirar el cielo—. La chica que no sabe que rumbo tomar en el océano.

—Vamos de viaje —suelto y no se inmuta—. Viaja conmigo y olvidemos todo.

—Vamos de viaje, Diego —levanta las comisuras de sus labios—. Viaja conmigo y olvidemos todo.

 Viaja conmigo y olvidemos todo

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*Se aclara la garganta*

¡Ya somos 2k!

Muchas, muchas y muchas gracias. ❤️

Les traigo este capítulo en forma de agradecimiento.

Un abrazo enorme y bienvenidos sean los que empiezan la historia.

Abs.

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Aprendiendo a Volar (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora