En multimedia la hija de Namjoon y Solji apenas crezca.
—Joonji.
Taehyung chilló.
—Debimos combinar nuestros nombres, cariño.— le dice a Katrina, blanqueo los ojos y la pelirroja se ríe negando.
—No creo que algo bueno pudiese salir de esa combinación.
Yeonjun se ríe al otro lado de la sala.
—Katae. Taekat. Katrihyung.
Joonji nació hace menos de tres horas y está aquí conmigo en mi regazo mientras esperamos a que su madre despierte, la mujer que atendió su parto le dió la maravillosa opción de dormirla para que cuando abriese los ojos, la bebé ya estuviese en sus brazos.
Y por supuesto que Solji tomó esa increíble oportunidad de no sentir dolor, después de lo que le sucedió a Katrina, todos quedamos un tanto perturbados con el asunto de los bebés.
Observo a Joonji directo a los para saber si puedo enterarme de algo y en efecto puedo, un futuro cercano, ella siendo bastante alta, cabello castaño y sonriendo mucho, estará bien.
Puedo ver la historia pasada y futura de los seres humanos, muy pocas veces puedo hacer lo mismo con otros Dioses vampíricos, supongo que ahora se pudo gracias a que se trata de mi hija. Una Diosa del conocimiento, increíble e interesante.
—¿Me la prestas?— Minerva se sienta a mi lado, sus manos pican por cargar a Joonji.
—Claro.
Le cedo a la bebé y la observa con absoluta adoración, entiendo que ella ama a los niños y que hubiese deseado tener los suyos, sin embargo, tristemente, eso no es algo que ella pueda decidir.
Sonríe y asiente, queriendo devolvermela.
—Es muy linda, Namjoon.
—¿Podrías cargarla un rato? Debo ver a Solji.
Por supuesto lo hago solo para que pueda disfrutar un poco y no sé pierda la ilusión en sus ojos, ella acepta cuidarla unos minutos y lo hace totalmente encantada, así que le sonrío y me levanto en busca de mi Solji.
Me siento muy contento porque estas últimas noches he podido conciliar el sueño sin tener la imagen de Gema en mi cabeza, Solji me ha tratado de hacer entender que no le debo nada a ella y que la mujer de mi vida la tengo en frente.
Y tiene razón, así que no tengo que hacer otra cosa más que amarla a ella como le gusta que la ame y seguir con lo mío. No puedo sentirme culpable toda la eternidad.
Me río cuando al llegar a la habitación, me encuentro con Solji totalmente despierta haciendo muecas de disgusto.
—¿Qué ocurre, mi vida?— voltea la cabeza en la almohada solo para mirarme— ¿Cómo te sientes?
—Como si me hubiese arrollado un bus.—me acuesto a su lado y se adhiere a mi inmediatamente—Dame amor, besitos o algo.
Toma mi mano y la sitúa en su seno derecho, arqueó mis cejas y la miro confundido.
—¿Qué se supone que haga? ¿Ese tipo de amor buscas?
Niega, chillando.
—En efecto, no siento el cuerpo, Nam, normalmente respiras y se me alborota la hormona, ahora no siento nada, estoy paralizada.
—Ya pasará en un par de horas, volverás a sentir todo tu cuerpo.
—Más me vale.— sus ojos se tornan grises y toma la apariencia de Diosa, seguramente para recuperarse más rápido—¿Y Joonji? ¿Bonita?
—Hermosa, igualita a ti.
Pucherea.
—Ya quiero verla y besar sus mejillitas— toma mi rostro con las pocas fuerzas que tiene— pero mientras puedo levantarme, déjame besar las tuyas.
No me quejo.
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