GOD OF WISDOM; knj

015

Solji estaba ebria, ahogada en licor, pero no parecía ser de esas personas que enloquecían y gritaban cuando estaban pasadas de copas.

Ella lloraba y maldecía en voz baja.

—Cuando Kat y tú hermano me contaron sobre ti... yo no estaba interesada en absoluto, pensaba... ah, un hombre casado más en mi historial.— negó con la cabeza varias veces— No para mí, no otra vez, eso solo significaba muchos dolores de cabeza y corazón, porque, por alguna razón, todos los hombres casados que poseen una amante, dicen lo mismo.

—¿Lo mismo?

—Si, lo mismo...— arruga la nariz, me señala— dicen que no son felices con sus esposas y que es un matrimonio desperdiciado, que solo siguen ahí por sus hijos, por costumbre o la mejor de todas; ya estoy divorciandome para irme contigo— bufa, ciertamente hay que ser muy estúpido para creer en palabras así— como si yo confiara en que si te vienes conmigo, la amante, vas a cambiar porque yo soy tu verdadero amor.

Algo me dice que estoy frente a una persona que fue estúpida y creyó en esas palabras.

—Solji, te llevaré a casa.

—¿Y me harás el amor?

—No, te haré una taza de café para la borrachera.

Suspira, asintiendo.

—Está bien, supongo que le hacías el amor a tú esposa cuando recibiste mi mensaje— a Gema no podría tocarla ni a golpes— déjame aquí y vete a casa, yo sé pedir un taxi, mi yo borracha no es tan inútil.

—No, vamos. No voy a dejarte aquí.

Terminó aceptando, subió al auto y estampó el rostro en la ventana durante todo el camino y no dijo palabra si no hasta que llegamos, la ayudé a bajar, entramos, preparé dicho café y le obligué a beberlo.

—Ciertamente eres todo un hombre en el cuál confiar, Namjoon— sube los pies al sillón— estoy frágil y manipulable justo ahora, no me siento orgullosa de admitir que me hubiese involucrado con cualquier hombre en este estado, pero es la verdad. Tú, por otro lado, me has traído hasta casa y estás cuidándome.

—No está bien hacer eso cuando estás en un estado que roza la inconsciencia.

Sonríe.

—Eres el hombre más lindo del universo.

Un manotazo de Joonji me despierta media hora antes de que el reloj marque las tres, por alguna razón, la señorita se niega a dormir sola y trepa todas las noches hasta la cama, haciéndose espacio entre su madre y yo.

Paciencia.

Se voltea, busca los brazos de Solji y cuando esta los abre para ella, se refugia en ellos y ahí se quedan ambas a dormir nuevamente, debería hacer lo mismo, pero una vez despierto, no puedo dormir más.

Busco en mi cabeza las cosas que tengo que hacer y me decido a levantarme para hacer dichas cosas, voy a paso perezoso hasta el baño, me doy una buena ducha con agua fría y salgo, cruzando todo el pasillo hasta el ascensor al siguiente piso donde tengo mi oficina para trabajar en paz y sin disturbio alguno.

Tomo el pomo de la puerta sin abrirla y me quedo escuchando atentamente.

Hay demasiado silencio, no escucho el característico sonido del reloj andar y confirmo que algo raro pasa cuando abro la puerta de par en par, casi quiero gritar por el enojo que esto me causa.

—Qué jodido descaro.

Ríe.

—Yo iba a decir lo mismo, pero te me has adelantado.