Un mafioso enamorado

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[ Advertencia de escena +18 de trio ]



Yibo entró a su departamento en silencio, había estado sobre pensando todo de camino ahí, sintiéndose extrañamente miserable y cansado.

- ¡Papi! - apareció el pequeño por el pasillo.

- Hey - cambiando su rostro y mostrándole la mejor sonrisa que podía a su hijo.

- Al fin llegaste - abrazándose a su cuello, mientras él lo cargaba - Yu me dijo que tenías mucho trabajo porque eres un perezoso.

- ¡Así que eso te dijo! Es un mentiroso - yendo al salón donde estaba el otro en el sofá.

- Hey - mirándolo.

- Buenas - dejó a su hijo y el bolso - Estoy cansado - sentándose también.

- ¿Quieres una Coca Cola? - le preguntó su hijo.

- Si fuera tan amable, caballero - sonriéndole y acariciando su mejilla.

- ¿Tú quieres otra, Yu-Ge?

- No, demasiada azúcar para mí.

El muchacho fue hacia la cocina, mientras el secretario miró a su mejor amigo, notando ese rostro apagado y serio.

- Al parecer no te fue bien.

- Fue un desastre - susurró para que el pequeño no los escuchara.

- Ten, papi - dándole una lata.

- Gracias, cariño - dejando que se sentara en su regazo para mimosear.

- ¿Te quedaras a ver pelis con nosotros, Yu?

- No, tengo trabajo todavía, pero vendré mañana y podrás enseñarme a usar ese juego que querías.

- ¡Genial!

- Te acompañaré a la puerta.

- No es necesario, disfruten su tiempo juntos y descansa, los veré mañana.

- Ten un buen regreso a casa, Yu - corriendo a abrazar al pelilargo.

- Gracias - besando su mejilla - Nos vemos - le dice a su jefe.

- ¿Y bien? ¿Qué veremos hoy? - dándose ánimos para jugar con su hijo.

- ¿Puedo elegir? - emocionado.

- Claro, es tu turno.

- Bien - escogiendo entre los videos. Yibo lo miró, pero sus pensamientos estaban en otra parte y los tuvo durante el resto de la velada.





...


Comenzando a moverse y a abrir sus ojos después de haber tenido sexo toda la tarde con el Alfa, tenía sed y hambre, aunque aún se sentía somnoliento.

- ¿Estás despierto? - acercándose con dos cafés.

- Aun no del todo - tratando de sentarse en la cama.

- Ten - dándole un tazón - No esta tan bueno como el que preparas tú, pero no sabe mal.

- Gracias, no deberías haberte molestado - dando un sorbo - Sabe bien.

No RegretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora