Alfa: Desconexión.

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[ Extra VIII Parte II ]




Para una persona como Wang Yibo, que había tenido solo una cálida luz cuando era pequeño y haberla perdido, la relación que tenia con Xiao Zhan era todo su mundo. Él sabía que era muy dependiente de este amor, que se estaba entregando demasiado y que estaba perdiendo un poco mucho la cabeza, pero no le importó.

Se dejó ir con todo. Dando y sintiendo demasiado.

- Un poco de esencia de... ¿Qué?

Yibo arqueó una ceja y se vio del todo gracioso. Estaba en la cocina, vistiendo un delantal que en realidad no cumplía su propósito, ya que tanto su ropa, como manos, cabello y rostro estaban cubiertos de manchas de chocolate, harina y demás. Tenía un cucharon de palo en una mano y revolvía una olla, en la otra, tenía un libro de recetas caseras. Lo releyó varias veces y volcó la vainilla de forma descarada.

- Batir y luego... ¿Qué? - arqueó una ceja y de repente olio algo extraño. ¡Miró hacia la olla y había fuego!

Yibo soltó la cuchara y dio un paso atrás, mientras la otra olla de agua caliente, hervía desde hace rato y salpicaba agua por todos lados - ¡Demonios!

- ¡¿Qué mierda estás haciendo?!

Justo en ese momento, Yu había aparecido en la escena. Arrojó su mochila al suelo y corrió a apagar y desconectar la cocina. Estuvo lleno de humo en un instante, al menos no fue mucho, ya que no se activo la alarma contra incendio.

- ¡¿Wang Yibo, quieres matarte?! - le gritó mientras tomaba la olla chamuscada con un paño de cocina y la arrojaba al lavadero para echarle agua fría.

- Umm... ¿Creo que puse demasiada sal?

- ¡Esto no tiene nada que ver con la sal! ¡Casi quemas todo el lugar! ¿Por qué mierda estás en la cocina?

- Solo quería hacer chocolates rellenos - dijo, rascando su mejilla manchada con un dedo, avergonzado y haciendo un puchero.

- ¿Chocolate? ¿Con harina de trigo? - viendo los ingredientes, luego tomó el libro de recetas y frunció más el ceño para lanzárselo a su amigo - ¡Estabas mezclando dos recetas, idiota!

- ¡Ya, deja de reprenderme! - recogiendo el libro que logró esquivar a tiempo.

- ¿Por qué estabas haciendo chocolates?

Yibo levantó la mirada con vergüenza, sonrojándose - San Valentín. 

Yu entendió de inmediato su intención. Dentro de su corazón estaba riéndose de su estúpido amigo. Era tan cursi que le daba asco, pero a la vez una dulzura tremenda. Yibo había perdido esa ternura cuando murió su madre, pero desde que conoció a Xiao Zhan, volvió a ser ese niño que Liu Yu amaba como un hermano.

Yu suspiró y se cruzó de brazos, apoyando su espalda en el mueble de cocina - ¿Eres estúpido aparte de cursi? Solo cómpralos, no arruines tu departamento.

- Eso no cuenta. En los dramas la chica cocina los suyos para darlos de todo corazón. ¿Si los compro, no estaría haciendo las cosas a medias? No quiero eso. A-Zhan se merece todo de mi.

Yu lo miró por un momento. Se veía gracioso todo sucio, avergonzado y desordenado. Tan idiota que le derretía el corazón. Suspiró y buscó un delantal.

- Ven aquí. Te voy a guiar paso por paso.

Los ojos de Yibo brillaron y una sonrisa se mostró en su rostro.- ¿En serio me vas a ayudar?

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