No Regrets

¡Soy quien elige su destino! Y eres tú.

[ Extra X Parte II ]

- Yu, yo...

Yu bajó las pestañas y se soltó de la mano de SiZhui - Está bien, no digas nada - se puso de pie y le dio la espalda, acomodando su ropa que se había desordenado a causa del beso que pensó ambos disfrutaban.

- Yu, por favor - se puso de pie también y tomó su mano, desesperado por evitar lo inevitable - Hablémoslo, si no, nosotros no podremos...

- ¿No podremos qué? - interrumpiéndolo, sin voltearse a mirarlo - ¿Ser un matrimonio que ni siquiera podrá tener intimidad?

El corazón de SiZhui dio un vuelco y abrió mucho los ojos, sintiendo que podría ponerse a llorar en ese mismo instante.

- N-No... No digas eso, Yu. Solo... dame tiempo.

- Lo que menos tiene un hombre viejo como yo es tiempo - susurró con la voz algo ronca y rota.

- ¡Yu!

Liu se volteó y cubrió su boca con la palma - No quiero hablar de esto ahora ni cenar contigo hoy - los ojos de SiZhui se nublaron a cada palabra que su Beta le decía - Quiero estar solo, así que por favor, no digas nada más.

Yu alejó su mano y SiZhui se quedó en silencio. Aunque el Beta sabía perfectamente lo que pasaba por su cabeza y cómo se culpaba a si mismo, no podía consolarlo. No esta vez. Porque él mismo se sentía miserable.

Tomó la poca dignidad que le quedaba antes de romperse y salió de la oficina. Dejando a un muy triste y confundido SiZhui dentro, yendo a la sala de reuniones para prepararla y quizás, poder olvidar un poco todo su dolor y no derrumbarse a la mitad de su jornada laboral.

La reunión fue sin problemas, aunque Yibo notó la clara incomodidad que había entre su amigo y su hijo. Cuando terminó, vio a Yu irse hacia la oficina administrativa para hablar con los contadores y SiZhui dijo que iría a almorzar por su cuenta.

- Señor Wang, siento mucho lo que ha sucedido a causa de mi hijo - dijo de repente su nuevo inversionista que caminaba a su lado después de esperarlo un momento a que saliera de la oficina de reuniones. Viéndose genuinamente angustiado y avergonzado, notando de por si la situación.

- No se culpe, es una situación difícil, pero ni usted ni su hijo, ni SiZhui tienen la culpa de esto. Supongo que es el destino jugando una mala pasada para todos.

- Ciertamente. La salud de Hua-Er no ha sido la mejor desde lo del otro día y al parecer su hijo tampoco se ha sentido muy bien. Tampoco queríamos incomodar al Joven Liu, él fue muy amable en darnos tiempo en su agenda para presentarle nuestro plan de trabajo y conseguirnos una reunión con usted - suspiró - Como Beta que se casó con una Omega, realmente entiendo la situación y la incertidumbre, pero obviamente no puedo dimensionar lo fuerte que debe ser una conexión pre-destinada.

- Es aterradoramente fuerte, pero creo que incluso una conexión creada por la naturaleza puede ser cambiada si existe convicción.

- ¿Mm? En serio me sorprende que piense eso, siendo que usted mismo comparte un enlace y un amor pre-destinado con su esposo.

- Lo pienso por la misma razón. Si Zhan no fuera como es, si no me amara como lo hace y viceversa, por muy destinados que fuéramos no seríamos felices como lo somos ahora. Y el amor no tiene nada que ver con el segundo sexo, si no con lo que hay aquí dentro - indicó su pecho.