Alfa.

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[ Extra VIII Parte I ]




Desde pequeño Wang Yibo fue un niño consentido por su madre, odiado y repudiado por su madrastra e ignorado por su padre. O al menos eso era lo que él pensaba a su corta edad.

No lo recordaba, porque era muy pequeño para hacerlo y luego de la muerte de su madre, borró cada momento feliz que paso junto a su padre. Este último, mientras Lan Ai vivía, disfrutaba mucho pasar tiempo y jugar con su hijo, claro está, porque era el único fruto de amor que pertenecía a él y a su Omega. Yibo era para Wang Chen, la conexión tangible entre él y su amada Omega.

Mientras Lan Ai vivía, dedicó su vida entera a que a su hijo no le faltara amor. Sabía mejor que nadie el trato que recibía de parte de la esposa de su Alfa cuando estaban en la mansión, por lo mismo, tuvo muchas discusiones con Chen y le pedía que Yibo pasara más tiempo a su lado que en aquel lugar que debía llamar hogar.

A pesar de todas esas complicaciones, Yibo era feliz cada vez que veía a su madre.

Pasaban tardes enteras sentados en el jardín, bebiendo té, cantando o escuchando las historias que su madre le contaba. Poemas, cuentos de guerra y pasión, amores inalcanzables. El castaño amaba la voz de su madre, por lo que podía escuchar por horas sus historias mientras se acurrucaba en su regazo y se perdía en el aroma a flores que ella desprendía.

- ¿Mamá, algún día podremos vivir juntos los tres?

La mujer miró a su hijo con amor y un dejo de tristeza - Por supuesto - tocó su nariz con cariño - Pero no pienses mucho en eso.

- ¿Nos extrañas cuando papá y yo no estamos aquí?

- Demasiado. Pero soy feliz sabiendo que volverán pronto. Mamá es débil, pero quiero que Yibo sea un hombre fuerte y justo. ¿Puedes prometerme eso?

- ¡Mn! Claro que sí, mami.

- Bo-Er será un gran Alfa.- ella sonrió y aferró más a su pequeño en su regazo, acariciando su cabello suave y castaño con dulzura.

- ¿Cómo sabe mamá que seré un Alfa? La bruja esta desesperada por saberlo.

- ¿Bruja?

- La señora Xia - haciendo una mueca de asco.

Su madre rió bajito y lo abrazó más fuerte, dándole un golpecito en la nuca - Aiyaa~ No uses sobre nombres con la gente. Y por supuesto que ella no lo sabría, porque ella no te tuvo en su vientre. Tu eres mi hijo y mamá conoce todo sobre su Bo-Er.

- ¿Si soy un Alfa, también seré una bruja como ella? - mirándola asustado.

- Mjeje, claro que no, cariño. Escúchame con atención. Las personas no son buenas o malas, las decisiones que tomamos en la vida son las que lo son. Si pasamos nuestra vida con el corazón lleno de resentimiento, odio o tristeza, claramente tomaremos decisiones equivocadas y que lastimaran a los demás, y también a nosotros mismo en el proceso. Xia se comporta así porque es lo único que conoce, es lo único que aprendió y es una pena que su corazón se haya enfriado tanto. Sería genial si pudiera dejar el odio atrás y ser feliz, pero solo ella puede cambiar su destino, es algo muy personal.

- No lo entiendo - rascó su cabeza e hizo un gesto de confusión.

- Eso esta bien, lo entenderás cuando seas mayor - sonriéndole y mirándolo fijamente - Solo compórtate cuando estés en la mansión y no la llames Bruja en su cara.

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