[ Mini Extra IV ]
Esto sucedió cuando Wang Ai tenía solo un poco más de un mes de vida.
En ese tiempo, desde que Ai fue traída a casa a los dos días de nacida, la vida cotidiana del matrimonio claramente se vio puesta de cabeza.
Si Wang Yibo fue feliz cuando Wang Fai era pequeño y apenas lloraba por algo, ahora se estaba volviendo loco por las constantes llamadas de atención de su pequeña hija a mitad de la noche.
Desde que llegó no habían podido dormir más de dos o tres horas seguidas, porque despertaba a mitad de la noche, gritando por comida o atención. Y cuando al fin se calmaba, ellos ya tenían que levantarse para ir a trabajar o cuidar de la casa.
Pero a pesar del cansancio, las ojeras y que su vida sexual se había reducido a la nada, Wang Yibo era increíblemente feliz.
Todavía recordaba la primera vez que su hija puso sus pequeños ojos en él y sonrió. Yibo pensó que era lo más genial y hermoso que le había sucedido en su vida. El mismo sentimiento cálido que tuvo cuando conoció a SiZhui y cuando Fai agarró su dedo con su pequeña manito sin querer soltarlo cuando también lo trajo a casa del hospital.
Wang Yibo siempre había deseado ser padre y ahora que lo era, estaba increíblemente feliz, pero demasiado cansado para disfrutarlo del todo.
Como esta noche, de muchas otras, tuvo que levantarse a mitad de ella para alzar a su hija y arrullarla un rato después de darle un poco de leche tibia que Zhan se sacaba y guardaba en pequeñas mamaderas preparadas por este tipo de situaciones. Ambos se turnaban para verla si comenzaba a llorar durante las noches, pero por lo general el que despertaba antes era el Alfa, así que para no despertar a su Omega se levantaba en silencio e iba a revisar a su pequeña.
Yibo se paseó por la habitación de su niña con ella en sus brazos, meciéndola en ellos mientras le cantaba suavemente y hablaba con ella cuando estaba calmada.
- Aiya~ Ai-Er, tienes que dejar a papi dormir. ¿Cómo trabajaré si no descanso, Mm?
La pequeña lo miró y hizo un sonido de "Pfr" con su boca, soltando un poco de saliva. Yibo rió enternecido al verla y limpió su boquita de esa baba con un pequeño pañuelo.
- Bien, ya comiste y sacamos los chanchitos, es hora de dormir - hizo el amague de ponerla en la cuna y comenzó a hacer pucheros y arrugar la nariz, amenazando con llorar de nuevo - Aiya~ Ya, ya~ - volvió a mecerla en sus brazos y pasearse - Papi se quedara, se quedara~
Después de pasar casi toda la noche meciendo a su hija y dormir unas dos horas, se levantó para preparar algo de café. Lo más cargado y negro que pudiera, para poder abrir los ojos. Cosa que no logró del todo, porque cuando se sentó en la mesa a comer algo, apoyó su cabeza en su mano y comenzó a dormitar con su café a medio beber sobre la mesita de madera.
- ¿Papi?
Fai se acercó a su padre y lo escuchó suspirar. Sonrió enternecido al ver sus ojeras y su expresión adormilada. Se sentó a su lado y movió suavemente el hombro del Alfa, llamándolo otra vez y al fin haciéndolo reaccionar.
- ¿Mm? Oh, ¿Qué? - parpadeó y miró el bonito rostro de su hijo - ¿A-Fai?
Fai rió un poco - Sí, papi. Soy yo. ¿Fue una noche difícil con Ai-Er?
- ¿Una? - extendió su mano para tocar el cabello de su hijo - Ya con esta van como treinta y tantas veces ya.
Los dos rieron un momento y vieron a Zhan entrar a la cocina. El cual sonrió al momento de verlos.
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No Regrets
Fanfiction"Esto paso hace mucho tiempo atrás y hasta el día de hoy aún lo recuerdo... Aún lo siento, aún te amo"