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Algo estaba raro para el rubio, ayer al terminar de tener sexo y después de salir de bañarse junto a su mayor que... tardaron un poco por tener una segunda ronda, este no se fué, se puso su ropa y una cosa pasó a la otra y terminaron besándose en el sillón.

Flug no quería que se fuera ademas de que tenía muchas ganas de más besos, eran dulces, lentos y suaves. Disfrutaba las grandes manos sobre su cintura y las caricias que estaba recibiendo.

Sin saberlo, la puerta se abrió.

—Flug, tengo... - No terminó de hablar al encontrarlos. - Parece que llego en un mal momento.- Flug volteó verlo e intentó quitarse de donde está pero las manos del mayor lo detuvieron.

—Realmente sí.- Respondió Black, mirándolo seriamente.

Flug lo miró mal y este lo soltó.

—Brais...- el mencionado le hizo una señal, indicando que no dijera nada.

—Lamento informarte que ya llegué yo.- respondió mirando desafiante al mayor.

—Ah si, el traicionero. - sonrió un poco al ver cómo el otro se quedaba callado.

Todo quedó en silencio, uno muy incómodo. Brais miró confundido al rubio y este solo desvío la mirada apenado entonces volvió a mirar al tipo que seguía sentado en el sillón, mirándolo sin intenciones de dejar de hacerlo.

—Se lo dije... - Flug murmuró.

—¿Como qué se lo dijiste?. - hizo una mueca.

L-lo siento... - Susurró el de lentes.

Brais dejo de mirarlo para posar su enojada mirada sobre el mayor.

-¿Traicionero? Yo... - Flug lo interrumpió.

—Por favor, basta, quiero estar bien con todo y todos.- pidió. - Quiero estar bien.

—Si él está aquí no será posible. - dijo Brais.

Black frunció en seño pero se contuvo de hacer algo estúpido.

No fui yo quien jugó con los sentimientos de alguien. - respondió.

Brais camino rápidamente a donde estaba Black y lo tomó de la camisa.

—¡Desespera que tengas eso siempre en esa maldita boca! . -Hizo su mano en puño y lo golpeó varias veces. - ¡Me tienes harto! ¡Quiero compensarlo todo! ¡Todos nos equivocamos, maldita sea!

Flug se quedó perplejo, Black se lo quitó de encima y por fin se levantó para encararlo.

—¡Vete de aquí brais!. - escucharon de repente.

El mencionado lo miró sorprendido.

—Es él quien se tiene que ir. - murmuró señalando a Black.

—Acabas de golpearlo, esto no es una pelea callejera.- insistió.

El pelinegro solo lo miró sin decir nada y se acercó, Flug debía confesar que en ese momento sintió terror, no lo reconocía.

Y menos cuando este lo tomó de la muñeca con una fuerza brutal.

—El tiene la maldita culpa.- dijo entre dientes, también lo tomó del mentón.

Black lo separó de él, poniéndose en medio.

—¿Que dijiste?. - Preguntó alzando las cejas sin tener alguna expresión en su rostro.

Flug se escondió detrás del mayor.

No puedes culpar alguien más por tus errores. - Se escuchó la voz quebrada del rubio, Brais se sorprendió al escucharlo así.

Te lo dije, Flug.- habló nuevamente el mayor, mirando intensamente al pelinegro. Esperando atacar.

—L-lo siento Black... - respondió empezando a llorar.

¿Entonces?

Todo volvió a quedar en silencio, brais se sentía más que artepentido. Se dejó llevar por su impulso y sabía que había jurado no volverlo hacer.
Se sintió palidecer cuando escucho a Flug hablar.

—S-sacalo de aquí. - limpió sus lágrimas, fue inútil, volvieron a resbalar otras.

Black tomó de la muñeca al pelinegro y lo jalo bruscamente, llevándolo a la puerta principal. Brais intentaba safarse mientras le decía que lo suelte pero nada fue útil.

—¡Flug perdón! ¡No quería hacerlo!. - pidió angustiado. Escucho la grave voz del mayor.

—Las personas que dañan a otras y son perdonadas, vuelven hacerlo.

Lo sacó fuera de la casa y antes de cerrar la puerta le sonrió, brais abrió sus ojos a más no poder y tocó la puerta una vez que esta estaba cerrada.

¡Flug hablemos! ¡Por favor!. - Flug solo miraba la puerta preocupado.

Bebé.- Black lo llamó y el lo miró algo sorprendido. Hizo un puchero y corrió abrazarlo para después ponerse a llorar.

—¡Tengo que decirte algo muy importante Flug!.- gritó brais y golpeó más fuerte la puerta.

—Más vale que te vayas o haré algo al respecto.- dijo el mayor y Flug se sintió a salvo.

Pronto dejó de escucharse a brais en la puerta pero Flug seguía llorando.

—Me asustó verlo así.- murmuró intentando cubrir su rostro en su pecho pero después se separó.

—¿Que pasa?. - Preguntó confundido.

Oh por dios, te golpeó... - su rostro demostraba mucha tristeza, miedo y arrepentimiento.

Fue por lo necesario para atender las heridas de su compañero, las manos le temblaban y Black solo las tomó delicadamente.

—No fué tu culpa.- Esas palabras bastaron para que el rubio volviera a caer en llanto.

Mientras tanto brais estaba en camino a su casa, mientras tenía su teléfono en mano, enviando mensajes y llamadas a Flug que por obvias razones no respondía, tenía miedo que ese pequeño tropezón arruinara todo lo que había construido con mucha dificultad.
Pero esto no se iba a quedar así, ese maldito que se cree mejor amigo de la persona que le pertenece las pagará.

Y si el no quiere alejarse, el hará que se aleje.

Porque Flug solo está a salvo con él.

Porque el no le haría daño.

Y desde esa vez que lo vio, a los 10 años conociendo a ese maldito estúpido le dolió.

Era una lástima que el rubio le enseñara con más emoción su avión de papel a ese tonto de Black y no a él.
O que incluso cancelara las pijamada que usualmente hacía con él para irse con ese maldito.
Y aprendió que cuando uno es más joven, es estúpido y se deja manipular.

Pero verás, quien ríe al último... ríe mejor.

¿Verdad?

Friends. [Paperhat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora